Píñar-Castillo-Cueva Ventanas

Hacía tiempo que teníamos "in mente" patear por esta localidad de los Montes Orientes: Píñar.

Esta localidad es la demostración de como la apuesta inteligente por un recurso natural ha sido motor de desarrollo de un pueblo y de la vida de sus gentes. Y eso es lo que ha pasado en Píñar con la explotación turística de la Cueva de las Ventanas, algo que ha dinamizado en muchos aspectos a esta tierra a la que nos hemos acercado para disfrutar de ella.

Ha sido una ruta circular que ha partido del cruce donde están los típicos restaurantes, para por la carretera que va a Iznalloz encaminarnos hacia el cruce del Cortijo San Juan, donde girando a la izquierda acceder a la población, para subir por la calle Tico Medina hasta el carril asfaltado que en fuerte pendiente sube hasta el parking que conecta con el Castillo.

Existe también una "escarihuela" desde la zona de la piscina que sube directamente a los miradores bajo el castillo y que ofrece bellas panorámicas.

En esta ocasión hemos optado por subir por el carril asfaltado.

Una vez en el castillo árabe, por cierto en restauración, visitamos todos sus recovecos, para luego bajando de nuevo al parking bajar a los miradores y tomar la dirección este ir cresteando por entre monte bajo y olivar hasta llegar al carril asfaltado que va hacia Bogarre y que nosotros tomamos haciendo un giro total a la izquierda y conectando con el carril asfaltado por el que sube el trenecito que va a la Cueva de las Ventanas.

La Cueva de las Ventanas, abierta al público, con una entrada de 8 euros, ofrece sus sorpresas escondidas y una muestra del modo de vida de nuestros antepasados de la Edad de Piedra, que hace muy interesante su visita.

Termina el recorrido con una visita a las calles del pueblo y por supuesto con la degustación de la exquisita tapa "perejiles" que puso un sabroso punto final gastronómico a la jornada.