PINTURAS RUPESTRES DE LIBRAN (LEÓN)

En esta ocasión nos desplazamos hasta la localidad de Librán, a unos 4 km. de Toreno (León). A través una ruta no señalizada que discurre por pistas y cortafuegos, pero con un final muy pindio y de difícil acceso, podremos contemplar en una cavidad conocida como “El Buracón de los Mouros” en la cara del barranco del río Primout llamado “Cañón del Bustillo”.

Llegados a Librán, podremos dejar aparcado el coche en la explanada de la parte posterior de la Iglesia de la localidad (waypoint 1). Iniciamos el camino por la calle que desciende inmediatamente pegada a dicha plaza. Giro a la derecha, giro a la izquierda y nuevamente a la izquierda para salir del pueblo y encaminar por camino asfaltado el inicio de la ruta en ligero descenso para en pocas decenas de metros girar casi 180º (waypoint 2) para un poco más adelante cruzar sobre un puente el río Primout (waypoint 3) (pasando hay un indicador de “fábrica de luz”, que nosotros no visitamos porque supuestamente está en derruida). Unos metros más adelante nos encontramos con una zona de picnic, con mesas, barbacoa y fuente, ideal para reponer fuerzas a la vuelta. (waypoint 4) En este punto nos encontramos una bifurcación, debiendo coger la de la derecha, ya por pista de tierra y que comienza en ligera pendiente ascendente y que será constante hasta el punto final de la ruta antes del descenso a la cueva -unos 2’5 km-.

La parte inicial del ascenso discurre por el interior de un bosque de encinas, robles y castaños, disfrutando de los preciosos ejemplares de castaños que nos encontraremos. El final del bosque desemboca en una Collada, debiendo desviarnos inmediatamente a la derecha (waypoint 6) para inicial el ascenso por lo que es un cortafuegos discurriendo por una zona rota de pizarra en la que en algunas zonas, si vamos atentos, veremos restos fosilizados de plantas (helechos principalmente) entre sus láminas… Desde esta zona tendremos buenas vistas al pueblo de Librán, Toreno y todo el barranco del río.

Llegados al final de este camino, tras un ligero descenso y encontrándonos con un tendido eléctrico, nos obliga a girar a la izquierda (waypoint 7) para afrontar un cortafuegos más pedregoso y pindio, con terreno más roto por donde ascenderemos casi bajo la línea eléctrica. Tras unos 250 m. de ascensión, nos desviaremos a la derecha en la primera opción que tengamos (waypoint 8), hasta llegar pocos metros más adelante a la parte final del ascenso. Comenzado el descenso, a los pocos metros -unos 150 m.-. veremos un peñasco a la derecha y debemos fijarnos en los hitos que hay colocados (waypoint 9), porque serán el único punto informativo de por donde debemos acceder al interior de esa zona para inicial el descenso final hacia la cueva.

A los pocos metros de seguir los hitos colocados, a veces dificultosos de ver por la vegetación, pero intuitivos de su existencia y por la senda pisada, llegaremos al punto de inicio del descenso final a la cueva, donde observaremos una de cable acerado a modo de pasamanos (wapoint 10) , en muy mal estado (falta de tensión, algunos postes de sujeción arrancados…), por lo que debemos prestar mucha atención cuando nos sirvamos de él para el descenso, y posterior ascenso, pero que con precaución es de muy gran ayuda dada la pendiente a salvar ( unos 60 m. de desnivel) y lo roto del terreno y al que tendremos que prestar atención para evitar resbalones (con nieve o mojado se convierte en más peligroso).

Tras el esfuerzo del descenso nos encontraremos con una cueva abierta o abrigo rocoso, no existe gruta interior, no muy grande, protegida por una malla metálica para evitar el vandalismo, pero que para nada impide disfrutar de las pinturas rupestres, visibles tras un poco de esfuerzo en su localización (figuras rojizas y algunas algo azuladas, antropomorfas, de animales, geométricas….. -según algún estudio parecer ser que existen 31 figuras inventariadas, aunque a simple vista se observan fácilmente bastante menos-. Desde esta localización podremos disfrutar de increíbles vistas al desfiladero de Bustillo, excavado por el río Primout y al pueblo de Librán y todo el valle. El espacio existente es muy reducido por lo que hay que tener cuidado, aunque existe un cable acerado de protección para evitar caídas.

Tras disfrutar de este histórico lugar, la vuelta la realizamos por el mismo itinerario: salvando el ascenso inicial con esfuerzo y mucha precaución (aunque ahora ya sabremos a qué nos enfrentamos), el resto es en continuo descenso que nos permitirá disfrutar aún más de las zonas por las que hemos pasado a la ida y, si está planificado, reponer fuerzas en el merendero ya al lado de Librán.

Ruta realizada el 29/11/2020, con climatología y terreno secos. Distancias recorrida 7’200 km (ida y vuelta), desnivel 400 m. -desnivel acumulado 630 m-.

Ruta corta y fácil, salvo en su parte final (descenso a la cueva) en la que hay que poner los cinco sentidos y no apta para todo el que no tenga algo de experiencia en moverse por el monte), por lo que califico la ruta de moderada.