Pitres- El Tubo. 750 Escalones-GR-7- Capilerilla- Pitres. Alpujarras Granadina. Parque Nacional Sierra Nevada.

¡LOCOS DE PITRES! ¿QUÉ QUERÉIS?

Si hay algo que nos divierte y nos haga pasar un rato agradable, es aprender sobre las historias y el acervo popular. ¿Quién no ha escuchado alguna vez eso de “Bárbaros de Pitres” o “locos de Pitres”?. Al parecer fue Natalio Rivas, a principios del siglo XX, quien acuñó este dicho tan nuestro.

Empecemos primero por buscar el origen del apelativo de “bárbaros”, que se les da a los habitantes de la pequeña población alpujarreña de Pitres, situada a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar.

Para eso hay que remontarse hasta el siglo V de nuestra era. Desde la Europa del Este, al otro lado del Rhin, llegaron a la Hispania romana, gentes provenientes de cuatro pueblos bárbaros, que fueron los vándalos, suevos, alanos y visigodos. No intervinieron de forma conjunta, sino que cada uno de los grupos siguió su propia dinámica y evolución, según sus intereses o capacidades. Entre ellos había más diferencias que semejanzas, pero todos tenían como denominador común el pillaje y la obtención de botín por los pueblos que pasaban. Así que, como a las personas nos gusta generalizar, terminamos llamando “bárbaros” a todos ellos.

En el territorio que hoy conforma la provincia de Granada, fueron los visigodos y los alanos los que sustituyeron al denostado gobierno romano.

Siglos más tarde, serán los musulmanes con su invasión los que expulsaron del poder a los “bárbaros”. Sin embargo, al parecer, un pequeño reducto de entre 80 y 90 personas consiguieron vivir ocultas, fuera del conocimiento de los musulmanes, en las cuevas y bosques de la Alpujarra, concretamente en la Taha de Pitres, cerca del río Bermejo de Pitres.

La dominación musulmana terminó con la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos y la expulsión definitiva de los moriscos, durante el Reinado de Felipe II.

En el siglo XVI se batieron las montañas de la Alpujarra buscando moriscos a los que expulsar. Es, en ese momento, cuando un familiar de un miembro del Tribunal de la Inquisición de Granada, encontró a este pequeño grupo de “barbaros”, que sin lugar a dudas fue la última tribu que habitó la Península Ibérica. De este pueblo poco se conocía en el siglo XVI. Algunos decían que adoraban una estatua de Hércules, a la que hacían ofrendas de leche y frutas, cuando se recogía o sembraba la sementera. Otros, que no conocían las religiones judías ni cristianas, pero sí algo de la mahometana.

Todas las personas de este poblado fueron apresadas, y el Inquisidor General ordenó que fueran quemadas, en la plaza pública junto a la iglesia. A partir de esos momentos para referirse a la zona de Pitres lo hacían con el de “tierra de bárbaros”, aunque está claro que el único bárbaro fue el inquisidor Fray Diego de Deza, que ordenó tan tremendo y abominable acto.

Como la mayor parte de las rutas que realizamos por la comarca de la Alpujarra , tienen un encanto especial y esta no iba a ser menos.

Empezamos en Pitres perteneciente al municipio de La Taha. Está situada en la parte central de la comarca de La Alpujarra. Cerca de esta localidad se encuentran los núcleos de Capilerilla, Pórtugos, Mecina, Fondales, Mecinilla y Atalbéitar. Pasaremos por la Iglesia Parroquial de San Roque y plaza del pueblo, que un leve ascenso por la carretera pasaremos por grandes castaños centenarios que nos desviaremos por el "Cortijo Jimenez" Una pista muy agradable de andar con unas vistas insuperables que en un abrir y cerrar de ojos llegaremos hasta el "Barranco de la Sangre". Donde en este barranco nace una gran leyenda.

Una leyenda que sin duda es una de las más atractivas de toda la Alpujarra. En ella confluyen diversos elementos que han hecho que la leyenda perdura hasta hoy. La historia tiene múltiples variantes pero en síntesis el argumento es el siguiente: en otra época, se desarrolló en el Barranco de la Sangre una cruenta batalla entre moros y crsitianos. La lucha fue tan encarnizada, que por el barranco bajaban ríos de sangre. Pero mientras que la sangre de los cristianos corría hacia arriba la de los moros lo hacía en sentido inverso, hacía abajo, de tal manera, que la sangre de unos y otros nunca se mezclaba. Desde entonces dicho barranco, que por eso se llama de la Sangre, nunca lleva agua, ni aún en los temporales más recios.

Seguimos avanzando siempre por pista y por sendero súper bien definido como de un paseo se tratase, donde llegamos al mirador Natural de la Cuerda, que sirve de límite para los términos municipales de la Tahá y Bubion que se nos abre unas vastas vistas brutales a todo el "Barranco del Poqueira" y a toda la "Cara Sur de Sierra Nevada" con Bubión y Capileira como telón de fondo.

Proseguimos la marcha a media ladera con Pampaneira a nuestros pies que enlazamos con el sendero "PR-A401" y con el "SL-A221" que pronto llegaremos al plato fuerte de la ruta. Llegamos al "Tubo" y a sus 750 Escaleras que habrá que superar. Quiero remarcar que la ruta es fácil, pero por las 750 Escaleras la he considerado moderada. Unos 400 metros de desnivel en muy poco trayecto.

Bajamos hasta la carretera muy cerca de Bubión para hacer las Escaleras enteras. Iniciamos la ascensión y las pulsaciones empieza hacer mella. Jamás había visto tantas Escaleras juntas. Personalmente llevaba mucho tiempo sin darle tanto trabajo al corazón, donde subiendo el corazón se dispara a mil por mil. Mis compañeros y yo por un momento nos creemos que estamos subiendo al cielo xD. Nosotros no contamos las escaleras, pero yo diría que hay más de 750. Pero gracias al track que seguimos de J.Migueloy que desde aquí le doy las gracias nos dice el numero de Escaleras. Coronamos el Tubo con gran esfuerzo y seguimos ascendiendo donde ya queda poco para hacer todo el desnivel y enlazamos con el GR-7 E-4, donde hay ya que seguirlo en todo momento hasta llegar a "Capilerilla" municipio que hemos mencionado que pertenece a la Tahá de Pitres. Que bajaremos por el Camino de Capilerilla y llegaremos de nuevo a Pitres.

Una ruta espectacular para disfrutar de unos rincones mágicos de nuestra Alpujarra Granadina.

Y como siempre lo mejor de la ruta la compañía de mi buen amigo Paco de Sabiote y mi amigo Jorge del Batallón Basurista de Sierra Nevada. Grandes montañeros y mejores personas. Siempre es un honor para mi compartir montaña con ellos.

¡¡NOS VEMOS EN LAS MONTAÑAS!!