Pitres - Pórtugos - Busquistar - Ferreirola - Fontales - Mecina - Mecinilla

Iniciamos nuestra ruta en el Paseo Marítimo de la población de Pitres para luego seguir por la Calle del Puerto.
Efectivamente, habéis leído bien: Paseo Marítimo y Calle del Puerto. En una población de alta montaña no son lógicos esos nombre, por lo que voy a resumir el porqué: el político de turno, allá por 1905, haciendo campaña por La Alpujarra, en el mitin que celebró en la plaza Mayor de Pitres le preguntó a los presentes que es lo que querían y estos en broma le contestaron "un puerto marítimo". El político tras pensárselo no se amilanó y les respondió "Concedido que lo tienes". Desde entonces Pitres se convirtió en un puerto marítimo oficial.
Comentar que Pitres es considerado como la capital de La Tahá, un municipio que incluye a otras cinco aldeas aún más pequeñas: Capilerilla, Atalbeitar, Mecina, Mecinilla, Fondales, Ferreirola.
Después del paseo por Pitres nos dirigimos hacía Pórtugos tomando la carretera paisajista de La Alpujarra, la A-3142, que une Órgiva con Trévelez. Esta carretera carece de arcén por lo que tenemos que extremar las precauciones por el tráfico constante de vehículos.
A un kilómetro de Pitres y antes de atravesar el río Bermejo, nos desviamos a la derecha para tomar un sendero de tierra que nos llevará hasta al chorrerón de Pitres , una cascada que, en época de lluvia debe ser espectacular y, en verano, no podrás evitar pegarte un chapuzón en la poza que ha originado la caída del agua.
Durante el ascenso, pasaremos por las ruinas de dos antiguos molinos.
Para retomar nuestro camino, no nos queda más remedio que volver hasta la carretera deshaciendo lo andado.
Una vez en la carretera, a unos 100 metros, tomamos un camino a la derecha que nos llevará hasta Pórtugos, pasando por el mirador de Cruz de Piedra.
Después de un recorrido urbano que nos lleva por la Fuente Churriana y la iglesia de La Encarnación, tomamos el Camino de la Fuente para volver a la carretera y pasar por la Fuente Agría y la Ermita de la Virgen de Las Angustias.
Después de probar las aguas medicinales de esta fuente, de sabor no muy agradable, andamos otro kilometro y medio por la carretera hasta la población de Busquístar.
Después de un paseo por la población, acercándonos hasta la iglesia de San Felipe y Santiago del siglo XVI, tomamos el Camino Real, hoy PR-A-299 Ruta Medieval. Un camino estrecho y muy mal conservado con mucha piedra suelta en constante bajada, que transcurre entre encinas y olivos.
Llegando al mirador de las Eras del Trance, espacio utilizados por los agricultores para la trilla y el aventado, dos técnicas para separar el grano de la paja, podemos distinguir, en la ladera de enfrente un camino serpenteante que va venciendo la abrupta pendiente del terreno: la escarihuela de Panjuila.
La escarihuela es un camino sinuoso que, en pocos metros, salvan desniveles con pendientes superiores al 20%.
Hoy, hemos tenido la suerte de ver un rebaño de ovejas ascender por ese camino. Hecho que no debe ser ya muy habitual.
En el kilómetro 7,4, nos tomamos un sendero que debería habernos llevado a una cascada "el salto de Paula" que no encontramos. Llegamos hasta un arroyo ferruginoso y nos dimos media vuelta para retomar nuestro camino hasta Ferreirola. No sin antes pasar por la fuente de Paula y la fuente Gaseosa que, dicho sea de paso, su agua no tiene burbujas pero si un sabor no muy agradable.
Llegamos a Ferreirola y nos adentramos en su casca urbano a través de un bonito tináo, espacios entre vivienda y calle convertidos en espacios para socializar. Pasamos por la Iglesia de la Santa Cruz. Abandonamos Ferreirola por la calle Soledad y retornamos al Camino Real con su firme de piedra suelta, todo menos firme.
Por este camino rompe-piernas con sus continuas bajadas y subidas, nos vamos acercando a la aldea de Fondales donde pasaremos por la Ermita de la Virgen del Rosario para iniciar la subida hasta Pitres, pasando por Mecinilla y Mecina.
Como viene siendo habitual, tanto en Mecinilla como en Mecina, paseamos por sus estrechas calles, descubriendo al igual que en las otras aldeas, los famosos tináos, verdaderos puentes en las calles.
El último tramo de este camino, entre Mecina y Pitres, es de continua subida con una fuerte inclinación que transcurre entre bancales de olivos y almendros. Este es el tramo más difícil y complicado de todo el recorrido, todo sea dicho de paso.

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La ruta aquí descrita, así como los tracks para GPS, son orientativos. Queda bajo la responsabilidad de quién la realice, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario, que dependerán de las condiciones climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física de la persona que la lleve a cabo.
Quede bien claro que todo lo indicado (track y comentarios) es meramente a nivel informativo y sin ningún otro tipo de ánimo, eximiéndose el autor de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién, por voluntad propia o inducida, realice la ruta.

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