Plan - Gistaín - San Juan de Plan, circular por las bordas de Viadós

Preciosa circular que une los tres pueblos del Valle de Chistau y nos permitirá visitar y conocer muy de cerca el impresionante conjunto de las Bordas de Viadós ó Biadors.

DESCRIPCION DE LA RUTA:

Comenzaremos esta espectacular circular desde la localidad de Plan, donde existen muchos puntos donde estacionar cómodamente.

Desde las inmediaciones de la carretera remontamos la calle que discurre paralela al barranco de Foricón, encauzado en el casco urbano. Las casas de Plan presentan sus portales y balcones engalanados con flores, al igual que en adelante veremos a lo largo y ancho de los otros dos pueblos que vamos a visitar.

Llegamos a la iglesia parroquial dedicada a San Esteban, que está abierta así que he podido ver el bonito interior. Actualmente se están acometiendo algunas obras en el edificio.

A continuación saldremos de Plan por la parte alta siguiendo el señalizado sendero PR-HU 37. En el mismo punto donde se abandona el caserío se encuentran los lavaderos que están en buen estado.

La senda nos encamina hacia Gistaín ó Chistén por un sendero precioso rodeado de verdor, aunque debo aclarar que es algo duro de ascender pues tiene bastante pendiente a lo largo de todo el recorrido. En algún punto la senda está empedrada protegiendo el piso de la erosión.

Encontraremos unos antiguos hornos de yeso con su indicación un poco rota e iremos observando a ambos lados del sendero praderas preciosas como seguro las habrá en todo el valle.

Llegamos a Chistén pasando junto a la La Torre de Casa Rins, edificio defensivo del siglo XVI símbolo de las casas fuertes, declarado Bien de Interés Cultural en el año 2006. Consta de cinco pisos con entrada en altura. Su puerta es adintelada con arco que descarga sobre ella. En la cuarta planta se alinean una serie de huecos que pudieron sostener un antiguo cadalso defensivo de madera.

Vamos callejeando para impregnarnos de estos pueblos tan increíblemente bonitos pasando a ver la iglesia de San Vicente Mártir, edificio del siglo XVIII construido en mampostería y con una torre cuya propiedad en su día fué de Casa Rins.

Desde la iglesia si dirigimos la mirada al Sur, a poca distancia veremos la Torre de Casa Tardán, también fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 2006 cuya planta es de grandes dimensiones.

Continuamos callejeando dando preferencia a las calles superiores para "encarar" la calle de salida, que nos permitirá enlazar con la senda al Mirador de Puyadasé.

Este sendero es cómodo y bonito, tiene poca pendiente y en parte discurre bajo arbolado, paralelo al camino que conduce al mirador. Siempre hay algunas piedras en las sendas de montaña pero en general se puede considerar apto a familias con niños.

Llegamos al Mirador en el cual hay un merendero y un edificio para barbacoa. Desde este punto se tienen muy buenas vistas a las Bordas de Viadós, así como a los picos circundantes. Hoy el tiempo muy nuboso nos quita parte de esas panorámicas pero aún así, es lugar agradable para estar un rato.

Enfrente del merendero continúa el camino hacia el collado de la Cruz de Guardia, observaremos otro camino por la derecha que baja un poco más, éste es el nuestro.

Seguimos este camino agrícola durante casi 500 m. rodeados de frondoso arbolado hasta encontrar un desvío en una curva, por sendero. Parece un atajo y así se confirma después, al llegar a unas primeras bordas donde enlaza el camino agrícola.

Tras un par de bordas el camino se divide, hay una parte de senda por la izquierda bajo grandes árboles que quise recorrer, me sorprendió una bonita fuente con su cumo de madera.

Si en vez de la senda hacemos el camino (son unos pocos metros) tendremos que desviar hacia la derecha, si hacemos el sendero iremos hacia ese mismo cruce volviendo atrás por el camino.

Desde el cruce (WP14) descenderemos entre praderas hasta alcanzar la ermita de San Fabián, cuyo techo está completamente renovado y su entorno muy arreglado, con merendero incluido.
Alrededor de la ermita hay innumerables bordas desperdigadas, esto a mi entender representa la riqueza de estos prados que en su tiempo, por medio de la ganadería, fueron sostén de muchísimas familias.

Con climatología buena en este sitio se puede pasar un muy buen rato disfrutando de la naturaleza, el aire puro y el sonido del cantar de los pájaros.

Volveremos a subir hasta el WP14 para retomar el camino agrícola, que pronto se acaba junto a una borda, lugar desde el que arranca un estrecho pero precioso sendero entre grandes árboles que, protegido por muros de piedra, baja y baja hacia la pista de Viadós.

Esta senda a medida que avanzamos gana pendiente y se vuelve más difícil, ya que hay bastantes piedras sueltas. Es la parte más "técnica" del track, lo cual ha motivado que pusiera dificultad moderada a este recorrido. Mucha atención a las caídas fortuitas en este trecho.

Llegamos al camino de Viadós que remontamos unos cientos de metros. Visitamos el edificio de "La Sarra de Chistén", antigua serrería de cuando el valle vivía de la exportación de la madera.

Continuamos subiendo unos metros por el camino hasta cruzar el puente del Molino (Puén Molín) sobre el río Cinqueta que baja hoy muy crecido.

En la margen contraria pronto descubriremos una indicación y la senda por la que hay que retornar a San Juan de Plan.

Cogemos en este sendero que asciende un trecho cuando creemos que tocaría bajar, sin embargo pese a ser una senda de montaña recorrerlo es una auténtica delicia, con su suelo mullido y los árboles alrededor cubriéndose de colores otoñales.

Las pendientes moderadas a veces parecen querer asfixiar al senderista, pues este valle es muy abrupto y hay que sortear numerosos puntos donde la senda no puede mantener una pendiente uniforme.
Pronto comenzaremos a bajar fuerte y comprobaremos que no es mucho más cómodo que subir, porque hay que prestar mucha atención a no resbalar en las rocas ni tropezar. Las vistas donde falta el arbolado son sencillamente exquisitas.

Tras un largo rato alanzaremos el "Puen Pecadó", que salva las aguas del río Cinqueta desde una altura impresionante, es de los puentes más altos que he visto en mi vida con sus mas de 50 m. de altura, es un punto vertiginoso en el que conviene tener cuidado.

Cuenta la leyenda que en este puente se castigaban a los pecadores y condenados lanzándolos al vacío a una altura de 50 m sobre el río Zinqueta.

Desde el puente por camino salimos a la carretera, como apenas hay circulación andaremos por la margen de esta vía hacia San Juan de Plan, también llamado Cabo Lugá.
Visitamos el hermoso casco urbano andando hasta la iglesia, observando a nuestro paso las curiosidades propias de cada casa y cada detalle de sus estrechas callejuelas.
La iglesia recuerda a las de Plan y Gistaín, su torreón y su construcción en mampostería propias del valle.

Finalmente nos dirigimos al puente de arriba para cambiar a la otra margen del río, por la que regresaremos a Plan acompañados todo el rato del rugido de las aguas del Cinqueta que, como he aseverado antes, baja con un caudal enorme.
Se puede regresar a Plan por la margen derecha, pero hay obras en la zona y he preferido ir por el otro lado.

En Plan tuve tiempo de cambiarme de ropa e ir a Casa Ruche a tomar un pincho antes de regresar a casa con toda la satisfacción de una jornada otoñal fantástica.