Playa de Cuevas del Mar-Playa de Huelga

Se trata de una senda que transcurre por el interior, algo alejada del litoral y que se acerca a la franja costera en los tramos de playas.

Tras atravesar una cueva natural por la que circulamos, llegamos al parking de la Playa de Cuevas donde comienza nuestra caminata.

Enseguida nos introducimos en la senda que bordea la playa en un entorno verde y agrícola donde encontraremos ganado pastando a nuestro paso.

A nuestra izquierda veremos asomar escondido entre un alargado pinar la silueta del campanario rematado con una cruz de la ermita de San Antonio. Nos encaminamos hacia ella a la altura de una granja pasando por un extremo de la verja que cierra el paso a los animales.

Son varios los pequeños senderos que conducen hasta este pequeño promontorio de la costa llanisca donde los condes de Vega del Sella encontraron el lugar ideal para su eterno descanso. Esta ermita que se presenta discreta y oculta entre pinos, acoge los restos de varias generaciones de esta noble familia.

Una vez a la altura de la ermita, no podemos dejar de contemplar las vistas tan espectaculares de la zona donde se funden cielo, montañas y mar.

Volvemos sobre nuestros pasos pero antes de volver a enlazar con la senda inicial nos acercamos hasta la Playa de San Antonio del Mar que se encuentra cerca del templo.

De nuevo en la pista continuamos hacia el este, donde coincidimos con la GR-204, Itinerario Europeo E-9 que marca el Camino de la Costa a los peregrinos que se dirigen a Santiago.

Atravesamos la bonita aldea de Picones donde varias de sus viviendas son vacacionales y nos toca hacer el recorrido por una zona más rural donde la hierba ha crecido mucho en algunos tramos y aún hay charcos tras la lluvia de los últimos días.

Dejamos a nuestra izquierda la Peña La Molina y unos metros después podemos ver el antiguo vivero de Villahormes abandonado hace tiempo.

Siguiendo la franja costera distinguimos el "Castro de las Gaviotas" o Islote Desfuracado al que nos podremos acercar y verlo en todo su esplendor desde la Playa de la Huelga situada en la desembocadura del río San Cecilio.