PLAYA DE GALIZANO-PUNTA CONCABRERA- ERMITA SAN PANTALEÓN-CABO QUINTRES

PLAYA DE GALIZANO-PUNTA CONCABRERA- ERMITA SAN PANTALEÓN-CABO QUINTRES

DISTANCIA: 6,5 Km. Hasta el C Quintres (ida y vuelta por el mismo sitio 13 Km.). se puede regresar por las carreteras y pistas del interior para acortar y facilitar el regreso.
DESNIVEL ACUMULADO: 454 de subidas y 375 de bajadas
DIFICULTAD: Fácil, pero hay que tener en cuenta el desniel acumulado para ser una ruta de costa y el terreno incómodo y resbaladizo que hay en algunos tramos al tener que pasar entre rocas y plataformas de abrasión

Este tramo de la costa de Cantabria, situado entre la ensenada de Galizano y la atalaya del Cabo Quintres, está formado por altos acantilados de aspecto inexpugnable. En la base de esta pared de acantilados vemos amplias plataformas de abrasión, que la acción de la mar va limando y a la vez va desgastando la base del acantilado, lo que provoca periódicos derrumbes de roca, dando al entorno el aspecto caótico y agreste de este tramo costero. Estos acantilados se ven interrumpidos por varias riegas que descienden hasta el mar por cortas y agrestes vallejas. Observaremos distintas aves marinas, sobre todo las siempre presentes gaviotas pero también será fácil observar cormoranes moñudos.

La ruta comienza junto a la Playa de Galizano, junto a la cueva Cucabrera. Para llegar a esta, nos desviamos unos trescientos metros antes de llegar al aparcamiento de la playa por una estrecha carretera que cruza el arroyo de Herrera y se mete en un eucaliptal, sin coger ninguno de los desvíos que suben por nuestra derecha, llegamos a la pista que llega a la cueva. Pasada la cueva Cucabrera el camino se va convirtiendo en un sendero. Este sendero nos lleva entre espinosos tojos o escajos a través de espectaculares acantilados, rincones solitarios de la costa que aún conservan su estado natural. Después de un fuerte repecho y de atravesar un prado se llega a las ruinas de la ermita de San Pantaleón. Desde aquí por la pista pasamos junto a una casa y en un desvio bajamos de nuevo a la línea de costa. Llegamos a un mirador donde aparcan los coches y tenemos buenas vistas de los acantilados. Seguimos bajando por el "pindio" (pendiente) camino para descender hasta el fondo del valle del arroyo de Vioño. Un precioso lugar por donde accedemos a una gran plataforma de abrasión "lastra de las Cuevas". atravesamos estas con la debida precaución de no resbalar, hasta su final, para poder observar los altos acantilados del Cabo Quintres. Retrocedemos unos metros y desde esta plataforma accedemos a un estrecho valle por donde desagua un pequeño arroyo. Caminamos junto a este unos 50 m. para subir por un pindio sendero la ladera de nuestra izquierda (noreste). El sendero parece que se pierde entre los espinosos escajos y brezos pero continua sin pérdida hasta lo más alto, por donde se sale a un prado. Cruzamos por el borde de este y salimos a un camino junto a una explotación ganadera. Seguimos por esta para enlazar con la carretera secundaria, por la cual continuamos hasta que esta pasa cerca de la atalaya del Cabo Quintres a donde llegamos por un prado.