Playa de las Catedrales. Ribadeo

Playa de las Catedrales. Ribadeo

La playa de Las Catedrales es el nombre turístico de la Playa de Aguas Santas, situada en el municipio gallego de Ribadeo, en la costa de la provincia de Lugo, en el mar Cantábrico. Está a unos diez kilómetros al oeste de la localidad de Ribadeo.

Está declarada Monumento Natural por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Galicia.
Lo característico de la playa son los arcos y las cuevas, sólo apreciables a pie de playa durante la bajamar.

Durante la marea baja puede accederse a un largo arenal delimitado por una pared rocosa de pizarra y esquisto erosionada en formas caprichosas: arcos de más de treinta metros de altura que recuerdan a arbotantes de una catedral, grutas de decenas de metros, pasillos de arena entre bloques de roca y otras curiosidades.

Con las "mareas vivas" en las que las mareas bajan más y suben más que las mareas normales incluso se puede acceder a las playas vecinas por la arena, aunque eso sí se debe tener precaución y volver antes de que comience a subir la marea ya que el nivel del mar sube rápidamente puesto que se trata de un tramo de costa prácticamente horizontal perteneciente a la Rasa Cantábrica.

Para llegar, desde la A-8, la Autovía del Cantábrico, tomar la salida 516 (N-634 / Reinante / Rinlo), y seguir las indicaciones hasta la Playa de las Catedrales, está muy bien indicado, no hay pérdida posible. Hay cuatro zonas de parking donde podemos dejar el coche. Solamente hay que andar unos metros para llegar a la Playa de las Catedrales.

Antes de realizar la visitar a la Playa tenéis que mirar el horario de las mareas y realizar el recorrido cuando este baja, también hay que tener en cuenta que, debido a la gran afluencia de visitantes, entre el 1 de Julio y 30 de septiembre es necesario sacar una autorización gratuita desde la página Web para poder acceder a la playa.

La descripción de la ruta está basada en los tracks publicados por karibungo, Raul Oliete. y Chicho y Toñi.

Las pasarelas me llevan hasta el primer mirador de los dos que hay, el que hay junto a la Praia da Augasantas. Que lástima no poder bajar a la playa, pero bueno, es lo que hay. En las escaleras que bajan, hay colocada una valla para impedir el paso de las personas. Las pasarelas tienen puntos donde las vistas son privilegiadas. El segundo mirador, el Miradoiro de Fotón, una vez que llego entiendo porqué le pusieron ese nombre, vaya pedazo de foto que se puede hacer desde aquí de la Playa de las Catedrales. A nuestra izquierda, pasadas unas rocas, la Praia de Moledo, Praia de Reinante y Praia de Arealonga. Justo delante nuestro, la Pena dos Corvos, un enorme peñasco donde hay unos cormoranes secándose después de una mañana de pesca jejeje.

Dos carteles nos recuerdan que el tránsito por la senda está expresamente prohibido. Desde la pasarela nos podemos asomar un poquito para mirar hacia abajo. Cuesta creer que todo esto estará cubierto por el agua dentro de unas horas, en cuanto la marea suba y esté en pleamar. En total, este paseo por las pasarelas es de 1,5 kilómetros.

La visita a las playa es totalmente gratuita, y podemos escoger entre la opción de ir por libre, la más habitual, o de visita guiada, todo eso lo podemos seleccionar en su página web en el momento de hacer la reserva. Otro dato a tener en cuenta para seleccionar la hora a la que venir aquí, creo que el más importante, son las horas de bajamar y pleamar. La diferencia máxima entre pleamar y bajamar puede superar los 4 metros. La marea cambia cada seis horas, y cada día varía el momento de bajamar y pleamar.

Tal cual bajamos las escalinatas de acceso a la playa, podemos ir hacia la izquierda o hacia la derecha. Hacia la izquierda llegaremos hasta la Praia de Augasantas, la que se ve desde el primer mirador. Hacia la derecha saldremos directos a la Praia das Catedrais. Pasada la Illa de Xangal, una curiosa formación rocosa con un arco espectacular, saldremos a la Praia de Carricelas. Al final de la Praia de Carricelas está la Punta As Chas, que sería la parte final da la Playa de las Catedrales, a partir de ahí ya es todo roca y no hay arena por la que poder pasear.

Aquí no hay ninguna ruta establecida, lo mejor, dejarse llevar y perderte por cualquiera de sus mágicos rincones. Un cartel nos advierte que hay peligro de desprendimiento y que debemos mantener una distancia de seguridad respecto a las paredes.

La erosión que el mar ha producido al final de la Praia de Carricelas es increible, arcos, las columnas, cuevas... A mano derecha de la Praia de Carricelas hay un lugar donde la erosión ha creado una inmesa sala. Desde el centro se pueden ver los dos enormes arcos por los que se accede