Plentzia - Armintza

Ruta del flysch de Bizkaia (II)
Desde Plentzia y su estacion de Metrobilbao, su imponente pasarela sobre la ría, su puerto y su paseo marítimo que bordea su playa y la de Astondo hasta el mini puerto de Armintza por el GR 123, por la ruta del flisch de Bizkaia.
Al finalizar el paseo marítimo un cartel nos invita a seguir la ruta del flysch subiendo un sendero escalonado a la sombra de un bosque joven de transición de brezos y encinas.
Este camino constituye una joya geológica que mejor que yo lo pueden contar los carteles del camino o los especialistas con cosas como estas: “En el Flysch Negro que aflora en Armintza aparece un claro ejemplo de "slump". El "slumping" es un nivel deformado por fuertes pliegues que aparecen entre capas sin deformar. Esta estructura se debe a la acción de la gravedad sobre sedimentos depositados en ambiente marino que aún no están consolidados.”
Las vistas entre el bosque, pastizales y acantilado no pueden tener otro adjetivo que espectaculares.
Solo faltaba para completar esta valoración de asombro la huella humana: vacadas y yeguadas por un lado pero lo que ha dejado impronta es la ocupación militar desde los restos del fortín del siglo XVIII en la punta Astorriaga a la impresionante obra militar del Cabo Billao con tres niveles subterráneos escalonados para instalar baterías de las que aún se conserva para poder fotográfiarse un tanque de Costa customizado que mola cantidad; todo ello construido en 1942, según parece en previsión de un ataque aliado de la II Guerra Mundial; y por encima tenemos el más esbelto faro automático de Bizkaia; subiendo a Ermuamendi nos esperan entre brezos y zarzas lo que fueron dos búnkeres en dos distintos modelos; y en la cota más alta de la jornada nos vuelve a sorprender la ubicación del vértice geodésico en lo alto de lo que se nos antoja una casamata.
Para seguir esta ruta, yo recomendaría hacerla en cualquier tiempo sin predicción de lluvia y al menos después de 48 horas de haber llovido para evitar resbalones y barrizales; y una última recomendación: abandonar la ruta por todo camino que salga a la izquierda donde nos sorprenderá más de una maravilla.