Plentzia-Gorliz-Faro de Gorliz-Ermuamendi-Armintza (Lemoiz)
near Musaurieta, País Vasco (España)
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Itinerary description
Lo primero, para que quede claro, la ruta de hoy la he realizado a paso de tortuga de inicio a fin, no tenia prisa, disponía de todo el tiempo del mundo (no siempre es así, a veces voy mas a contrarreloj) y ademas quería fotografiarlo todo y disfrutar lo máximo posible, de ahí que el tiempo total haya sido tan elevado. Tranquilamente se podía haber hecho en 4h y 30min o 5h.
Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 25:
Comienzo en la parada de metro de la localidad costera de Plentzia. Una vez cruzo el puente colgante, continúo bordeando el pueblo yendo a la par de la ría, hasta llegar al puerto. Acto seguido, accedo a la gran playa perteneciente a los municipios de Plentzia y Gorliz.
Después, decido desviarme del paseo marítimo para visitar y recorrer la localidad de Gorliz. Una vez hecho esto, vuelvo al paseo marítimo, en esta ocasión de la playa de Astondo de Gorliz y, al final del mismo, me cruzo con un pequeño sendero ascendente que se adentra por un bosque. Dicho sendero pertenece a la "ruta del faro de Gorliz", lugar donde me dirigiré a continuación.
El ascenso es una mezcla de escaleras y rampas por camino de tierra. En la mayoría del camino apenas da el sol, lo que conlleva que si ha llovido recientemente el sendero este húmedo y resbaladizo, así que en los tramos de bajada, tanto si lo hacéis en el orden que aquí presento o a la inversa, tened cuidado.
Decir también que hay tramos puntuales donde se va a cielo abierto, momento en que se puede disfrutar de una magnífica panorámica, pudiendo observar las localidades de Gorliz, Plentzia y Barrika, ademas del puerto de Bilbao, varios montes al fondo y por supuesto el Mar Cantábrico.
Una vez dejo atrás el bosque, lo siguiente con lo que me encuentro es una extensa y bonita pradera donde se puede distingue en el horizonte el mencionado faro de Gorliz. Ahora tengo que tomar una decisión, o seguir recto, cuesta arriba, para seguir rumbo al faro, o girar a la izquierda y descender un suave repecho entre los acantilados para llegar a la ruinas del fortín de Askorriaga. Opto por ir a ver dichas ruinas.
Básicamente son eso, ruinas, bloques de roca esparcidos en la mismísima punta del acantilado de Aizkorri, aunque tiempo atrás, allá por el siglo XVIII tenía una función; vigilar y proteger la costa. Desde aquí también se puede disfrutar de la anterior panorámica, aunque desde otra perspectiva.
Vuelvo sobre mis pasos y ahora sí asciendo por un empinado sendero natural que va a la par de la pradera. En la parte alta del camino vuelvo a ver otra magnífica vista. Aquí ya no se distinguen los pueblos de Gorliz y Plentzia porque lo tapa el minimonte que ascendí previamente desde la playa de Astondo, pero al estar en un punto elevado, la amplitud de la panorámica es mayor.
De frente, ya puedo observar muy de cerca la silueta del faro de Gorliz. Desciendo nuevamente hasta dar con una pista de cemento que me llevará directo al faro. Pero antes de llegar a dicha pista, decir que en los últimos metros del sendero parecía haber piscinas olímpicas. Había unos charcos que cubrían todo el ancho del camino, y no me quedó otra que pasar justo encima. Por fortuna, mis botas aguantaron el envite y no se me mojaron por dentro.
Finalmente, llegué al gigantesco faro de Gorliz. Descansé un rato en uno de los bancos que hay al lado y luego seguí a por el siguiente objetivo, los restos de los bunkers y baterías de costa situados a pie del cabo Billano.
Para ello, desciendo por un estrecho, empinado y resbaladizo sendero (ojo durante la bajada, no me pegué un ostión de milagro) hasta llegar al primero de 3 niveles que constan dichos bunkers.
Para seguir bajando al segundo y tercer nivel, entro por un túnel y desciendo unas escaleras (recomendable usar la linterna del móvil). Es en el tercero cuando encuentro la mayor recompensa; un cañón Vicker de la II Guerra Mundial (saboteado con múltiples grafitis). Fueron construidos en 1941 por el régimen franquista, para albergar 3 de éstos cañones, con la intención de proteger la costa de una posible invasión de las tropas aliadas.
Detrás, hacia arriba, se ve de nuevo el faro. Delante, hacia el mar, se distinguen varios de los acantilados que rodean el cabo.
Vuelvo hasta la base del faro y prosigo la marcha sendero arriba, acompañando a un amplio grupo de senderistas casi hasta el final de la ruta. Aquí hago caso a un letrero que indica mi siguiente objetivo, el monte Ermua o Ermuamendi.
En los primeros metros del ascenso, en un lateral, distingo otro bunker, pero en esta ocasión no se puede acceder al interior.
La subida es cómoda y sencilla de principio a fin. Sin penas barro ni pendiente, y con vistas muy parecidas a las iniciales, con el añadido de ver la isla de Billano por la izquierda.
Mas adelante, supero una valla y continúo atravesando una pradera. Desde aquí se abría otra magnífica panorámica. Mi sorpresa fue poder ver desde la distancia las lejanas sierras de Anboto y Gorbea.
Sigo sendero arriba, ahora yendo por un denso bosque que me ayuda a protegerme de los intensos rayos del sol.
Pocos minutos después, escondido en una esquina, se encuentra el doble buzón (uno oxidado, y el otro, una replica en miniatura del faro de Gorliz, roto por la parte de arriba) de la antecima del Ermuamendi (292m).
Las vistas desde lo alto son casi nulas, apenas se puede apreciar el propio faro y el cabo de Billano, la primera de las praderas y varios montes situados en la lejanía, por la provincia de Cantabria.
Unos metros mas adelante de la cima oficial del monte Ermua, en el cual se encuentra un geodésico apoyando sobre una especie de cabaña.
Ahora, pongo rumbo hacia mi destino, el pequeño barrio costero de Armintza, perteneciente al municipio de Lemoiz.
Para ello, según llego a un cruce, tengo 2 opciones: o girar a la derecha, haciendo caso de unas marcas GR roja y blanca, o girar a la izquierda, donde esta indicado con una cruz a modo de error (no es que sea un error, simplemente dicho sendero no pertenece al GR).
Decido ir por la izquierda por una sencilla razón; añadir mas km a la ruta, ya que yendo por la derecha acortaría bastante terreno, y en una ruta ya de por sí corta, no me apetecía tomar atajos. Así pues, el grupo de senderistas fue por la derecha, y yo por la izquierda. Curiosamente nos volvimos a ver en un cruce, donde se unían ambos senderos.
El descenso por dicho camino se podría dividir en 3 partes. La primera (desde los waypoints "izquierda" hasta "vista"), una mierda pinchada en un palo, estrecho y lleno de barro y un fino hilo de agua fluyendo por el medio, lo mejor era avanzar por los laterales como se pudiera. La segunda (desde los waypoints "vista" hasta "recto"), el paraíso, ningún defecto, sendero perfecto para avanzar cómoda y rápidamente. La tercera (desde waypoints "recto" hasta llegar a Armintza)... ni fu ni fa, no es mala pero tampoco buena, el camino es de gravilla al principio y tierra algo húmeda y embarrada después. Esto ha sido debido a la reciente tala de árboles, cuyo paso de maquinaria pesada ha dañado el sendero.
La parte "positiva" de esta tala es que me ha permitido ver una vista desde lo alto de Armintza, de varios montes que lo rodean y del mar.
Como dije antes, poco antes de llegar a Armintza, cuando los 2 senderos, tanto del GR como por el que fui se juntaron, casualidades de la vida nos volvimos a ver el grupo de senderistas y yo. Ellos me dijeron que el camino por el GR tampoco es que fuese una maravilla, que también había mucho barro. Conclusión, que cada uno valla por donde quiera.
Por último, quise aprovechar el maravilloso día que hizo hoy para terminar a lo grande, dando un paseo por todo el barrio de Armintza, desde el puerto hasta la playa, acabando esta sencilla y magnífica ruta en el centro, en la parada de bus de Armintzekalde.
Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 25:
Comienzo en la parada de metro de la localidad costera de Plentzia. Una vez cruzo el puente colgante, continúo bordeando el pueblo yendo a la par de la ría, hasta llegar al puerto. Acto seguido, accedo a la gran playa perteneciente a los municipios de Plentzia y Gorliz.
Después, decido desviarme del paseo marítimo para visitar y recorrer la localidad de Gorliz. Una vez hecho esto, vuelvo al paseo marítimo, en esta ocasión de la playa de Astondo de Gorliz y, al final del mismo, me cruzo con un pequeño sendero ascendente que se adentra por un bosque. Dicho sendero pertenece a la "ruta del faro de Gorliz", lugar donde me dirigiré a continuación.
El ascenso es una mezcla de escaleras y rampas por camino de tierra. En la mayoría del camino apenas da el sol, lo que conlleva que si ha llovido recientemente el sendero este húmedo y resbaladizo, así que en los tramos de bajada, tanto si lo hacéis en el orden que aquí presento o a la inversa, tened cuidado.
Decir también que hay tramos puntuales donde se va a cielo abierto, momento en que se puede disfrutar de una magnífica panorámica, pudiendo observar las localidades de Gorliz, Plentzia y Barrika, ademas del puerto de Bilbao, varios montes al fondo y por supuesto el Mar Cantábrico.
Una vez dejo atrás el bosque, lo siguiente con lo que me encuentro es una extensa y bonita pradera donde se puede distingue en el horizonte el mencionado faro de Gorliz. Ahora tengo que tomar una decisión, o seguir recto, cuesta arriba, para seguir rumbo al faro, o girar a la izquierda y descender un suave repecho entre los acantilados para llegar a la ruinas del fortín de Askorriaga. Opto por ir a ver dichas ruinas.
Básicamente son eso, ruinas, bloques de roca esparcidos en la mismísima punta del acantilado de Aizkorri, aunque tiempo atrás, allá por el siglo XVIII tenía una función; vigilar y proteger la costa. Desde aquí también se puede disfrutar de la anterior panorámica, aunque desde otra perspectiva.
Vuelvo sobre mis pasos y ahora sí asciendo por un empinado sendero natural que va a la par de la pradera. En la parte alta del camino vuelvo a ver otra magnífica vista. Aquí ya no se distinguen los pueblos de Gorliz y Plentzia porque lo tapa el minimonte que ascendí previamente desde la playa de Astondo, pero al estar en un punto elevado, la amplitud de la panorámica es mayor.
De frente, ya puedo observar muy de cerca la silueta del faro de Gorliz. Desciendo nuevamente hasta dar con una pista de cemento que me llevará directo al faro. Pero antes de llegar a dicha pista, decir que en los últimos metros del sendero parecía haber piscinas olímpicas. Había unos charcos que cubrían todo el ancho del camino, y no me quedó otra que pasar justo encima. Por fortuna, mis botas aguantaron el envite y no se me mojaron por dentro.
Finalmente, llegué al gigantesco faro de Gorliz. Descansé un rato en uno de los bancos que hay al lado y luego seguí a por el siguiente objetivo, los restos de los bunkers y baterías de costa situados a pie del cabo Billano.
Para ello, desciendo por un estrecho, empinado y resbaladizo sendero (ojo durante la bajada, no me pegué un ostión de milagro) hasta llegar al primero de 3 niveles que constan dichos bunkers.
Para seguir bajando al segundo y tercer nivel, entro por un túnel y desciendo unas escaleras (recomendable usar la linterna del móvil). Es en el tercero cuando encuentro la mayor recompensa; un cañón Vicker de la II Guerra Mundial (saboteado con múltiples grafitis). Fueron construidos en 1941 por el régimen franquista, para albergar 3 de éstos cañones, con la intención de proteger la costa de una posible invasión de las tropas aliadas.
Detrás, hacia arriba, se ve de nuevo el faro. Delante, hacia el mar, se distinguen varios de los acantilados que rodean el cabo.
Vuelvo hasta la base del faro y prosigo la marcha sendero arriba, acompañando a un amplio grupo de senderistas casi hasta el final de la ruta. Aquí hago caso a un letrero que indica mi siguiente objetivo, el monte Ermua o Ermuamendi.
En los primeros metros del ascenso, en un lateral, distingo otro bunker, pero en esta ocasión no se puede acceder al interior.
La subida es cómoda y sencilla de principio a fin. Sin penas barro ni pendiente, y con vistas muy parecidas a las iniciales, con el añadido de ver la isla de Billano por la izquierda.
Mas adelante, supero una valla y continúo atravesando una pradera. Desde aquí se abría otra magnífica panorámica. Mi sorpresa fue poder ver desde la distancia las lejanas sierras de Anboto y Gorbea.
Sigo sendero arriba, ahora yendo por un denso bosque que me ayuda a protegerme de los intensos rayos del sol.
Pocos minutos después, escondido en una esquina, se encuentra el doble buzón (uno oxidado, y el otro, una replica en miniatura del faro de Gorliz, roto por la parte de arriba) de la antecima del Ermuamendi (292m).
Las vistas desde lo alto son casi nulas, apenas se puede apreciar el propio faro y el cabo de Billano, la primera de las praderas y varios montes situados en la lejanía, por la provincia de Cantabria.
Unos metros mas adelante de la cima oficial del monte Ermua, en el cual se encuentra un geodésico apoyando sobre una especie de cabaña.
Ahora, pongo rumbo hacia mi destino, el pequeño barrio costero de Armintza, perteneciente al municipio de Lemoiz.
Para ello, según llego a un cruce, tengo 2 opciones: o girar a la derecha, haciendo caso de unas marcas GR roja y blanca, o girar a la izquierda, donde esta indicado con una cruz a modo de error (no es que sea un error, simplemente dicho sendero no pertenece al GR).
Decido ir por la izquierda por una sencilla razón; añadir mas km a la ruta, ya que yendo por la derecha acortaría bastante terreno, y en una ruta ya de por sí corta, no me apetecía tomar atajos. Así pues, el grupo de senderistas fue por la derecha, y yo por la izquierda. Curiosamente nos volvimos a ver en un cruce, donde se unían ambos senderos.
El descenso por dicho camino se podría dividir en 3 partes. La primera (desde los waypoints "izquierda" hasta "vista"), una mierda pinchada en un palo, estrecho y lleno de barro y un fino hilo de agua fluyendo por el medio, lo mejor era avanzar por los laterales como se pudiera. La segunda (desde los waypoints "vista" hasta "recto"), el paraíso, ningún defecto, sendero perfecto para avanzar cómoda y rápidamente. La tercera (desde waypoints "recto" hasta llegar a Armintza)... ni fu ni fa, no es mala pero tampoco buena, el camino es de gravilla al principio y tierra algo húmeda y embarrada después. Esto ha sido debido a la reciente tala de árboles, cuyo paso de maquinaria pesada ha dañado el sendero.
La parte "positiva" de esta tala es que me ha permitido ver una vista desde lo alto de Armintza, de varios montes que lo rodean y del mar.
Como dije antes, poco antes de llegar a Armintza, cuando los 2 senderos, tanto del GR como por el que fui se juntaron, casualidades de la vida nos volvimos a ver el grupo de senderistas y yo. Ellos me dijeron que el camino por el GR tampoco es que fuese una maravilla, que también había mucho barro. Conclusión, que cada uno valla por donde quiera.
Por último, quise aprovechar el maravilloso día que hizo hoy para terminar a lo grande, dando un paseo por todo el barrio de Armintza, desde el puerto hasta la playa, acabando esta sencilla y magnífica ruta en el centro, en la parada de bus de Armintzekalde.
Waypoints
Comments (6)
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Una muy buena ruta para recorrer y disfrutar de unos bonitos paisajes, Gracias Jon por compartir el trazado.
Una muy buena ruta para recorrer y disfrutar de unos bonitos paisajes, Gracias Jon por compartir el trazado.
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Fabuloso, unas vistas preciosas, por cierto, pero el sendero desde Gorliz en el alto, era boscoso complicado, húmedo y resbaladizo. Fuimos ayer, hacia un día precioso de sol, mucho calor, había muchas familias con niños pequeños, ancianos y todos quejaban de lo mismo, de la situación del sendero. Unas escaleras de hormigón que se encuentran en mal estado y peligrosas, lamentable para los senderistas ya que le faltaban bastantes trozos de peldaños y resbaladizo, que no se olvide. Hemos ido hasta el Faro de Gorliz, después bajamos la vía asfaltada. Dejamos Armintza para otro día. Gracias por compartir la ruta Jon, pero dejo mi pequeña observación. Agur!!!
Hola morenalinda, pues si, creo que yo en mi descripción ya lo comenté, pero la subida que va desde la playa de Gorliz hasta las ruinas del fortín, la bajada del faro hasta los búnkeres y la primera parte del descenso desde la cima del Ermuamendi hacia Armintza son bastante complejas si se realizan en mojado, y estos últimos días precisamente ha hecho muy mal tiempo, así que la zona debe de estar hecho una mierda. No he puesto dificultad MODERADA porque a nivel general, no me ha parecido una ruta técnicamente dificil o muy exigente, simplemente hay que andar con un poquito de precaución en los mencionados lugares.
Es una buena opción el ir solo hasta el faro y volver a Gorliz por la pista asfaltada, o en caso de ir hasta Armintza, buscar otro sendero más asequible, si es que lo hay, que lo desconozco.
Aún así, como en todas las zonas de monte y bosque cuando ha llovido, como tu bien mencionas, yendo con el equipo adecuado (botas más bastones) y con la debida cautela, se puede avanzar sin mayores contratiempos.
Por lo demás, es una zona con unos paisajes y entorno que merece la pena ver y visitar.
Un saludo y gracias por tu comentario y valoración.
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Para repetir en familia o con amigos
Me alegro que te haya gustado la ruta romerocarlitos.
Un saludo, y gracias por tu valoración.