Plentzia, playas Muriola y Barrika, cimas Bustintza y Kurtziomendi. Vuelta: Goierri, Musurieta (Landakotxo), Txipio, y Plentzia.
near Musaurieta, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
Recorrido circular que parte de la estación de metro de Plentzia, donde toma la pasarela paralela a la ría de Plentzia, gira a la derecha por la GR 123, pasa por las playas Muriola y Barrika y llega a las cimas menores Bustintza y Kurtziomendi, esta última sin acceso hasta el final por lo cerrada que está la vegetación.
Hasta aquí el recorrido es costero por sendas un poco estrechas y sinuosas, a ratos
con firme irregular.
A partir de aquí comienza la vuelta, deja la costa y por un sendero a la izquierda se dirige al interior, hacia los barrios de Barrika.
Se llega a la carretera, se cruza con cuidado (a partir de aquí el recorrido es por carreteras vecinales), y se dirige a los barrios de Goierri y Musurieta donde se encuentra el caserío donde un artista, Iñaki Aguinaga, con su proyecto Landakotxo, ha creado árboles animados y otras llamativas obras (*).
De aquí al barrio de Txipio, y de nuevo a la estación de metro de Plentzia, principio y fin de la bonita ruta.
Información adicional:
(*): Iñaki Aguinaga Pascual posee esa capacidad casi mágica de visualizar arte en los residuos. Él no ve una soga vieja, ve una cobra; él no ve una cafetera antigua, ve un elefante; él no ve un alzador de coche para niños, ve una araña. Él no ve un bidón, ve una cara. Y ¡qué decir cuando observa los árboles! En este caso, primero los siente desnudos y luego ya se los imagina con un simpático rostro con ojos de corcho y sonrisa de plástico. Quizás alguno está más enfadado, otro tiene el pelo de paja alborotado o un poco tieso por el alambre... Eso es lo que hace este vecino de Barrika en la zona de Musurieta: creaciones con basura que se encuentra y que recoge, sobre todo, del mar. Están en su jardín y en el camino de este bello sitio y también en Instagram (Landakotxo). Es arte reciclado. Es dar otra vida a lo que fue rechazado -y tantas veces, depositado donde no debía. Es la expresividad máxima con lo mínimo: palos, garrafas, boyas, bidones, ruedas de juguete, sillín de bici, piezas de vete a saber qué, trozos de yo qué sé... Iñaki, el chico de la campa, Landakotxo, los coge y hace diseños inverosímiles que asombran y encantan. “A mí me gusta mucho ir a la playa de Barrika, a la de las escaleras. Desde txiki he ido con mi aita, que él ya cogía boyas, cuerdas y ese tipo de cosas para la huerta y al final yo he salido igual y cuando voy a la playa me gusta limpiar: vengo con la mochila cargada de 20.000 cosas. ¿Qué pasa? Que parece que tengo síndrome de Diógenes”, bromea este vecino de Barrika, que nació y creció en Lutxana-Erandio. Es cierto, acumula multitud de material apilado al que va dando salida de forma creativa. Fue al inicio de la pandemia cuando empezó a exhibir sus peculiares obras. A partir de ese momento en el que se podía salir un poco del aislamiento, con el cronómetro activado, esta zona de Musurieta se llenó de caminantes. Hoy en día, los fines de semana, sigue siendo un recorrido muy apetecible para muchos y desde que es un itinerario animado, mucho más. “Empecé para alegrar un poco a los críos que pasaban. Con la primera figura que puse pretendía protestar por la cantidad de dinero que se dejan en esculturas, monumentos, etc. para rotondas... Encontré una bola de un seto que habían podado, me bajé con la carretilla e hice una araña, mi propia tarántula. Los niños me preguntaban: ¿Vas a poner algo más?”, sonríe. Después, su mujer le insufló más motivación y hasta le sugirió que se pusiera un nombre, que colocara algún cartel... “Y ella creó la página de Instagram”, reconoce Iñaki.
Así que la campa que está junto a su baserri es el jardín de la alegría y el antiguo camino -ahora lo sustituye una carretera para coches- es una nueva versión del bosque de Oma, es el lugar donde los árboles tienen identidad, gracias a este artista que está abierto a colaboraciones, a vender sus obras, a exponerlas, a confeccionar encargos para jardines...
Hasta aquí el recorrido es costero por sendas un poco estrechas y sinuosas, a ratos
con firme irregular.
A partir de aquí comienza la vuelta, deja la costa y por un sendero a la izquierda se dirige al interior, hacia los barrios de Barrika.
Se llega a la carretera, se cruza con cuidado (a partir de aquí el recorrido es por carreteras vecinales), y se dirige a los barrios de Goierri y Musurieta donde se encuentra el caserío donde un artista, Iñaki Aguinaga, con su proyecto Landakotxo, ha creado árboles animados y otras llamativas obras (*).
De aquí al barrio de Txipio, y de nuevo a la estación de metro de Plentzia, principio y fin de la bonita ruta.
Información adicional:
(*): Iñaki Aguinaga Pascual posee esa capacidad casi mágica de visualizar arte en los residuos. Él no ve una soga vieja, ve una cobra; él no ve una cafetera antigua, ve un elefante; él no ve un alzador de coche para niños, ve una araña. Él no ve un bidón, ve una cara. Y ¡qué decir cuando observa los árboles! En este caso, primero los siente desnudos y luego ya se los imagina con un simpático rostro con ojos de corcho y sonrisa de plástico. Quizás alguno está más enfadado, otro tiene el pelo de paja alborotado o un poco tieso por el alambre... Eso es lo que hace este vecino de Barrika en la zona de Musurieta: creaciones con basura que se encuentra y que recoge, sobre todo, del mar. Están en su jardín y en el camino de este bello sitio y también en Instagram (Landakotxo). Es arte reciclado. Es dar otra vida a lo que fue rechazado -y tantas veces, depositado donde no debía. Es la expresividad máxima con lo mínimo: palos, garrafas, boyas, bidones, ruedas de juguete, sillín de bici, piezas de vete a saber qué, trozos de yo qué sé... Iñaki, el chico de la campa, Landakotxo, los coge y hace diseños inverosímiles que asombran y encantan. “A mí me gusta mucho ir a la playa de Barrika, a la de las escaleras. Desde txiki he ido con mi aita, que él ya cogía boyas, cuerdas y ese tipo de cosas para la huerta y al final yo he salido igual y cuando voy a la playa me gusta limpiar: vengo con la mochila cargada de 20.000 cosas. ¿Qué pasa? Que parece que tengo síndrome de Diógenes”, bromea este vecino de Barrika, que nació y creció en Lutxana-Erandio. Es cierto, acumula multitud de material apilado al que va dando salida de forma creativa. Fue al inicio de la pandemia cuando empezó a exhibir sus peculiares obras. A partir de ese momento en el que se podía salir un poco del aislamiento, con el cronómetro activado, esta zona de Musurieta se llenó de caminantes. Hoy en día, los fines de semana, sigue siendo un recorrido muy apetecible para muchos y desde que es un itinerario animado, mucho más. “Empecé para alegrar un poco a los críos que pasaban. Con la primera figura que puse pretendía protestar por la cantidad de dinero que se dejan en esculturas, monumentos, etc. para rotondas... Encontré una bola de un seto que habían podado, me bajé con la carretilla e hice una araña, mi propia tarántula. Los niños me preguntaban: ¿Vas a poner algo más?”, sonríe. Después, su mujer le insufló más motivación y hasta le sugirió que se pusiera un nombre, que colocara algún cartel... “Y ella creó la página de Instagram”, reconoce Iñaki.
Así que la campa que está junto a su baserri es el jardín de la alegría y el antiguo camino -ahora lo sustituye una carretera para coches- es una nueva versión del bosque de Oma, es el lugar donde los árboles tienen identidad, gracias a este artista que está abierto a colaboraciones, a vender sus obras, a exponerlas, a confeccionar encargos para jardines...
Waypoints
Intersection
64 ft
Izquierda.
Intersection
185 ft
Izquierda, siguiendo GR 123.
Beach
225 ft
Mirador y fuente de la Playa de Barrika. Abajo por las escaleras a las playa de Barrika.
Risk
352 ft
Cruzar carretera.
Intersection
404 ft
Izquierda.
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