Pobeña - Castro Urdiales

Desde Pobeña el Camino del Norte sigue la costa.
Nosotros hicimos el recorrido paralelo a éste, por una senda a la que nos enviaron las flechas amarillas. Posteriormente supimos que es el camino para los bicigrinos, que al ignorarlo nosotros y no estar indicado lo tomamos.
Por ello continuamos por la senda indicada entre prados muy cuidados y bastante ganado pastando.
A lo largo de esta senda no encontramos ningún camino que nos llevara a la costa.
Pasamos por La Cavila, Rompeolas y Mozocuadra desviándonos a la derecha por una pronunciada cuesta hasta recuperar el camino que viene por la costa.
En este punto cruzamos el arroyo de la Sequilla continuando hasta la pequeña población de El Hoyo.
A escasos metros pasamos a Cantabria. Desde aquí se ven las Puntas del Fraile y del Cobarón.
Nos llamó la atención el túnel del Piquillo, que tuvimos que atravesar, al estar apuntalado todo el interior. Es una extraña sensación pasar por él.
A la salida vemos a la derecha la ensenada de Ontón en el Cantábrico y descendemos hacia el cargadero del Piquillo donde nos detenemos para hacer unas fotos del mar.
Pasamos por debajo de la A-8, nos dirigimos hacia Ontón paralelos al viaducto de la autovía y por una senda muy empinada cruzamos el río Sabiote y llegamos a la población.
Aquí hay dos caminos para llegar a Castro Urdiales, uno corto por la costa, y otro largo por el interior (la diferencia es de 7 Km). Nosotros dudamos cual escoger, por lo que nos adentramos en Ontón en dirección al albergue. Pero un matrimonio nos dijo que fuéramos por el corto e insistieron en ello, por lo que les hicimos caso y elegimos éste.
Hablando con varias personas, al llegar a Castro, nos comentaron que para elegir el camino se tira una moneda al aire y se elige el corto o largo según caiga.
Una vez tomado el corto pasamos por la Iglesia de la Inmaculada Concepción y seguimos por la N-634. Continuar por este camino tiene la desventaja que caminas varios kilómetros por el asfalto de la carretera y se desvirtúa el Camino.
Siguiendo la carretera, pasamos de nuevo bajo la A-8 y llegamos a La Ponderosa que está en el acantilado de Saltacaballo. Por los nombres nos hizo recordar la serie de Bonanza.
Seguimos la carretera, que se hace pesada con tanta vuelta y revuelta hasta llegar a Mioño. Pasamos por un puente sobre el río del mismo nombre y llegamos a un parque en que hay un Monumento al Minero.
Aquí nos detuvimos a refrescarnos, pues el calor apretaba.
Hay dos caminos para seguir a Castro Urdiales, por la costa o por la vía verde. Nos recomendaron seguir por esta última ya que pasa por un túnel para el desaparecido tren minero y un bosque, al estar más sombreada. La elegimos debido al calor que hacía.
Seguimos las indicaciones que nos dieron, pasando al lado de unas naves industriales y un restaurante y accedimos a la vía verde que estaba muy concurrida con muchos senderistas paseando tranquilamente escapando del calor.
Cruzamos el túnel que pasa por el interior del Monte Mazanales, explotado por sus minas, y por una tupida arboleda llegamos a una zona industrial de Castro Urdiales y de nuevo a la N-634 que la seguimos de nuevo.
Nos dirigimos por avenidas hacia la ensenada de Brazomar, pasando por el puente del arroyo de Sámano.
Alcanzada la costa, nos encaminamos al puerto de Castro de Urdiales.
Seguimos por el paseo marítimo, dejando a la izquierda el Parque de la Barrera y numerosos edificios de este precioso pueblo de pescadores.
Llegamos al puerto deportivo y ascendimos al Castillo Faro, fortaleza defensiva de la población, dejando junto a los muelles del puerto la ermita de Santa Elena.
Después paseamos por las inmediaciones de la Iglesia de Santa María construida en el siglo XIII en estilo gótico a la que se llega por una monumental escalinata.
Finalizamos el recorrido en Plaza del Ayuntamiento donde comimos contemplando la casa de los Chelines y el majestuoso edificio del Ayuntamiento de Castro de Urdiales
Una bonita etapa con variantes:
Desde la salida de Pobeña: Una ruta por la costa para los peregrinos y otra más al interior para los bicigrinos, que fue la que seguimos nosotros.
Desde Ontón una ruta por el interior que son 7 km más que por la costa. El inconveniente de la corta es que se hacen muchos kilómetros por carretera.
Desde Mioño: Ruta por la costa o por la vía verde. La vía verde es más sombreada para los días de calor. En la de la costa se va al lado del mar, con mejores vistas.