Polaciones: Pejanda, cueto de Tresabuela, Lombraña

ADVERTENCIA: la marcha tiene algunas dificultades al principio. Lee.

Pretendíamos hacer la marcha de Busquiel id=19347388 con una modificación: subir a lo alto del cueto de Tresabuela desviándonos de su ruta por camino que figura en los mapas del IGN, que supuestamente uniría nuestros waypoints 5-12-11-10-9-8. Pero las circunstancias nos obligaron a modificar el plan inicial.

Empezamos encontrando que el camino que nos dio Busquiel es intransitable: embarrado, cubierto de maleza y cortado por vallas. Optamos por penetrar en los prados adyacentes, aprovechando que no hay hierba en esta época. Llegamos al río, donde hay senderos de pescadores o ganado que nos obligan a cruzarlo; en esta época es fácil. Andar junto al río es molesto y varias veces estuvimos a punto de abandonar; no lo hicimos porque el río ofrece lugares con mucho encanto.

Buscamos inútilmente el camino mencionado que debería subirnos del waypoint 5 al 12, etc., camino que figura como amplia pista en el mapa 1:50.000 y ya como sendero en el 1:25.000. La realidad es que hoy es peor que inservible.

Retornamos, pues, a la ruta de Busquiel, y de pronto, en el waypoint 6, se nos aparece un camino que nos lleva por magnífico bosque de hayas umbrío hasta el waypoint 7. A trechos se cubre de escobas y a trechos, de jóvenes escajos, pero es agradable de transitar. En el punto 7 llegamos al camino Tresabuela-Santa Eulalia, amplia pista sin encanto, polvorienta.

Enseguida, en el waypoint 8, encontramos el otro extremo del camino que buscábamos inútilmente en el waypoint 5, y entonces decidimos subir al cueto de Tresabuela por la retaguardia. Esta parte del camino es estupenda, sube lentamente por la umbría sin obstáculo alguno. Así llegamos a la cumbre.

El cueto de Tresabuela tiene el mismo privilegio del punto central del 5 en el dado: alejado de todos los demás, da vistas a todos ellos: Peña Sagra; la cordillera desde el Coriscao hasta Peña Labra; y el collado de la Fuente del Chivo y el cueto de La Concilla; y luego el cueto del Haya que tapa el mar, que se avistaría por el cañón del río Nansa a su paso por La Cohilla.

El el cueto de Tresabuela decidimos continuar por el camino de la cumbre, ya inexistente, entre los waypoints 10, 11 y 12. Entre el 10 y el 11 el terreno está limpio pero brutalmente empinado. En el 11 recibimos un sobresalto: hay un pastor eléctrico y el bosque cambia súbitamente de haya a roble, y con él, el suelo cambia de limpio a cubierto de pequeños robles, brezos, escajos y zarzas que nos zancadillean. Tenemos, además, que cruzar una vieja alambrada en el waypoint 12. Vamos monte a través con mucho temor de que la vegetación más abajo nos corte el paso. Afortunadamente no sucede así sino que alcanzamos una pista en el waypoint 13 que nos lleva en seguida al 14, sobre el camino Tresabuela-Pejanda.

(Una vez en casa, vemos en la fotografía aérea que desde el punto más bajo de la cumbre del cueto podríamos haber alcanzado ese mismo camino 13-14 más arriba, andando muy poco trecho campo a través. Nos habría ahorrado la incertidumbre que nos amargaba entre 12 y 13 de si acabaríamos entre la maleza como el carnero de Isaac.)

Lo demás ya es obvio: retrocedemos a Lombraña, waypoint 15, para visitar este magnífico pueblo, muy animado este día de verano. Y luego, vuelta por la pista 15-14-16-1 a Pejanda. Es relevante el hecho de que todos los pueblos de la remota Polaciones sobrevivan con muy buena salud, sus casas, casonas y palacios muy bien conservados. Nos llama la atención (con desagrado) que junto a la vieja iglesia de Lombraña se haya levantado una construcción moderna, fruto de la licencia especial para desentonar que sólo ostentan los arquitectos “oficiales”. ¿Qué importante uso tiene tal construcción? Nunca lo imaginarías, querido lector; y para excitar más tu curiosidad, no te lo decimos aquí sino al pie de la foto.