Ponte Ledesma a Ponte-Ulla (por Illas de Gres, Fervenza de Donas, do Pontillón y de Codeso y Mirador de Gundián)

Cogimos el autobús desde Santiago a Ponte Ledesma, en concreto a la gasolinera de Gres, tras pasar el puente. Visitamos las islas de Gres, que están interconectadas con pasarelas y poldras. Es un área recreativa muy agradable. Cruzamos al otro lado del puente y comenzamos a caminar con el río a nuestra izquierda. Es un paseo muy tranquilo, con el río a un lado y campos al otro. Es la Ruta de los Pescadores, que termina en la localidad de Donas. Allí hay que tomar la carretera local para visitar la fervenza de su mismo nombre, tomando un pequeño desvío a la derecha. Es un entorno muy bonito pero la cascada apenas llevaba agua. Es el río Pontillón antes de que éste desemboque en en Ulla. Seguro que en época de lluvias resulta mucho más bonita. A partir de aquí nos dirigimos hasta la Fervenza de Pontillón. El camino es al principio siguiendo la misma carretera para tomar después un desvío a la izquierda entre viñedos. Llegamos a un punto en que ya no distinguimos por dónde seguía el camino pues estaba lleno de maleza así que rodeando un campo de viñas, subimos hasta la carretera por un terraplén (trabajo nos costó!). Podríamos haber dado la vuelta para retomar por la carretera pero era un buen pedazo. Una vez en la carretera, a unos pocos metros, hay un sendero muy estrecho y empinado que nos lleva hasta el pie de la cascada. A veces podría estar cubierto de maleza. Esta cascada resulta bastante impresionante. Se encuentra debajo de un espeso bosque de ribera, lo que provoca que no tengamos una idea general del sitio. El agua discurre con mucha fuerza entre enormes piedras. En época de lluvias imagino que recorrer el sendero puede ser complicado porque seguramente estará muy resbaladizo y por momentos es bastante pendiente. Volvemos sobre nuestros pasos y unos metros más arriba, por la carretera, hay otro senderito que comienza en el molido de Caldelas. Discurre junto a un canal de agua. Unos 300 metros más adelante se llega a un entorno espectacular, con una cascada de 15 metros, un pequeño lago a sus pies y una pasarela y molino unos metros más allá. Es la Fervenza y molino de Codeso. Es en el río Grande, afluente del Ulla, que nace en el Pico Sacro. De las tres cascadas es la más bonita y espectacular de todas sobre todo porque está en un sitio muy cómodo para poder observarla, hacer un descanso .... Hay también un acceso a la parte superior del salto de agua a través de unas escaleras de madera. Aunque fuimos en una época de pocas lluvias, llevaba bastante agua, así que imagino que tras llover debe ser impresionante, aunque supongo que el sendero también estará bastante anegado. Volvimos sobre nuestros pasos y retomamos nuestro camino por carreteras locales hasta llegar al mirador de Gundián, a un kilómetro aproximadamente. Es un mirador espectacular entre el viaducto más alto de Galicia , de 108 metros y el antiguo viaducto del tren, de 93, que sigue en funcionamiento. Desde este mirador hay unas preciosas vistas del río Ulla. Y desde allí recorrimos la primera parte del sendero de San Xoán da Cova, que ya recorrimos en anteriores ocasiones, hasta Ponte Ulla, dónde cogimos el autobús de vuelta a Santiago. Una ruta espectacular que volvería a hacer sin duda