Pontón Alto, Miravete, Los Centenares, las Huelgas, Espumaderas (Sierra de Segura)

Recorrido que realizamos con la idea de celebrar la última ruta del año para casi todos los miembros del grupo y que mejor lugar que éste, al que le tenemos un especial cariño, al menos yo estoy profundamente enamorado de éste rincón de la Sierra de Segura.
Un paseo en el tiempo, recorriendo algunas de las más bellas aldeas expropiadas y abandonadas para crear el Coto Nacional de Caza; el paraíso robado, lugares que rezuman historia, recuerdos, lucha y sufrimiento.
Parece mentira que inmersos en la profunda soledad que invade éstos parajes hoy, hace no tanto tiempo los perdidos caminos y senderos, los bancales invadidos por jóvenes pinos y las ruinosas casas, a veces solo unas tapuelas estaban llenas del bullicio de gentes con sus cotidianos quehaceres . De existencias duras y penosas, pues sin duda ésta tierra es dura , a veces ingrata, pero a la que ellos sabían sacar todo su jugo y a la que se aferraban con fuerza, pues al fin y al cabo era su tierra , la de sus padres y la de sus abuelos. Pero la administración no entiende de apegos, ni de raíces, solo entiende de los caprichos de los señoritos, de los poderosos y echaron a veces de forma cruel y violenta a éstas gentes de su “paraíso”.
Hoy al pasear por éstos rincones, uno no puede evitar el intentar imaginarse esos tiempos, es verdad que con un halo de romanticismo muy alejado quizá de la cruel realidad y que nos embargue una cierta nostalgia por su abandono.

Llevábamos una idea preconcebida de la ruta que queríamos hacer; una circular que partiera desde Pontones y que recorriera el Miravete , Los Centenares, Las Huelgas y las Espumaderas de Abajo y Arriba y que no fuera ni demasiado larga ni “cañera”, pues queríamos estar un buen rato en Los Centenares con nuestro particular “cotillón” de fin de año. Nuestro amigo y anfitrión de lujo Pedro Castillo Patón, afincado temporalmente por aquí y gran conocedor de la zona le dio forma a ésta magnífica ruta.
¡Gracias Perico!

Partimos desde Pontón Alto, nosotros estacionamos los vehículos junto a la “Quesería Artesanal Cumbres del Segura”. Seguimos la pista que sale del pueblo hacia el SO, junto al río Segura. Una gran helada ha vuelto el paisaje que nos rodea de color blanco , el frío es formidable ,lo que hace que avivemos nuestros pasos. Tras pasar por el Cortijo de la Veguilla la pista lleva hasta los Cortijos de Fuente Segura de Abajo, pero nosotros un poco antes de llegar a los mismos seguimos la misma dirección que llevábamos (SO), alejandonos del río por un carril de menor entidad.
El carril termina y empezamos a ascender por la bonita cañada por la que vamos hasta llegar a la amplia meseta que separa el río Segura de los arroyos que tributan al Guadalquivir, la Hoya de Poyo Serbal, según Alpina. Caminamos por ésta meseta , ascendiendo de forma suave y eligiendo los lugares menos rocosos y cómodos ,en una dirección más o menos SO. Pasamos junto a una sima y un redil construido en un abrigo rocoso. Las vistas empiezan a ser espectaculares y aún no hemos llegado a los imponentes miradores que tiene toda la cara NO de ésta larga meseta.
Llegamos al gran anfiteatro que forma la Umbría de Parra, un embudo gigante. Estamos en unos privilegiados miradores naturales, desde los que divisamos gran parte de éste Parque Natural y por su puesto de las aldeas que vamos a recorrer. Caminamos por el borde de éste “embudo” hacia el Este , hasta que al llegar al centro más o menos del mismo encontramos una gran flecha en el suelo realizada con piedras. Ésta flecha nos señala el inicio del sendero que desciende al Miravete.
Descendemos por éste precioso y zigzagueante sendero hacia el SO por la Vertiente de la Tinada de Antonio, inmersos en el interior del “embudo”, entre impresionantes formaciones rocosas y un denso bosque de laricios.
En un suspiro estamos en la aldea del Miravete, donde nos tomamos un respiro entre sus muros.
Descendemos al Arroyo de los Centenares o Barranco del Lobo y tras cruzarlo ascendemos hasta cerca de unas ruinas que vemos, el Cortijo de Cayetano. Hasta aquí llega un carril que viene de los Centenares y el cual tomamos hacia el SO, Sur. De forma cómoda pero con varias rampas ascendentes muy fuertes llegamos a la aldea de los Centenares.
En ésta aldea solo queda una casa acondicionada y cerrada, la casa de los Correos y que dispone de una fuente, una quintana y una mesa junto a la misma. Al lado de ésta hay otra casa abandonada y que aún sirve para vivaquear; tiene la chimenea en buen estado y hay algunas sillas y pequeñas mesas. También hay algunos utensilios de cocina, velas, especias y algunos alimentos que los que pasan por aquí van dejando para quien les puedan ser de utilidad.
Así que que mejor lugar que éste para pegarnos un homenaje con todas las comodidades del mundo. Y que decir de las vistas de tan insólito restaurante, simplemente espectaculares, sin duda un lugar dotado de una magia y duende especial.
Tenemos que desandar camino hasta el mismo punto donde cruzamos el arroyo de los Centenares, pero en vez de hacerlo por el mismo lugar decidimos hacer una pequeña circular y seguir por un camino que vimos sobre mapa pero que no conocíamos. Éste camino sale desde la Casa de los Correos hacia el SE para ir girando hacia el Norte y descender de forma mucho más corta y directa al arroyo. Una vez en los bancales del arroyo de los Centenares seguimos hacia el norte por las veredas que los van comunicando.
Pasamos por el punto donde antes de llegar a los Centenares cruzamos el arroyo y volvemos a cruzarlo, ahora en dirección opuesta, aunque ésta vez seguimos su cauce hacia el norte, introduciendonos en una cerrada. Ahora caminamos por un sendero muy marcado, entre densos bojes. Pasamos junto a una pequeña cascada, a la que algunos denominan de los Centenares.
Casi sin darnos cuenta nos encontramos bajo unos bellísimos y altos cortados y formaciones pétreas que nos avisan de que estamos llegando a otra de las aldeas, las Huelgas. Antes de llegar a la misma pasamos por otra pequeña y bonita cascada. Éste paraje es increíblemente bello, varios arroyos se juntan entre grandes formaciones rocosas rodeados de choperas y desaguando por la formidable Cerrada de Parrate.
Hacia el NO del núcleo principal de casas de las Huelgas se hayan los restos de la Casa Forestal y aquí comienza el sendero que nos lleva por un lado al Artuñedo pasando por Peña Amusgo y por el otro a las Espumaderas y Pontón Alto.
Seguimos dicho sendero hacia el NE en acusado ascenso, llegamos a una bifurcación y tomamos el ramal de la derecha (el de la izquierda es el que lleva a Peña Amusgo y el Artuñedo),caminado sobre el cañón del arroyo de las Espumaderas y a cierta altura sobre el mismo. El sendero va virando hacia el norte y acercandose cada vez más a un arroyo que tributa al de las Espumaderas, llegando a los restos de la aldea de las Espumaderas de Abajo.
Hasta aquí llega un carril, el cual seguimos hacia el NE remontando el valle de las Espumaderas en suave ascenso y entre jóvenes pinares de repoblación. Pasamos por las ruinas de la última aldea del día, las Espumaderas de Arriba y llegamos a un gran llano, Las Eras.
Podemos seguir éste carril que sale a la pista que lleva a Pontón Alto, pero nosotros decidimos hacerlo campo a través hacia el Este para acortar distancia, sin demasiadas dificultades pero de forma más incómoda.

Ruta muy recomendable para conocer éste idílico rincón de la Sierra de Segura y sus viejas aldeas, sin ser demasiado larga ni dura por el desnivel acumulado y el terreno que pisamos. Eso sí, en épocas de lluvias copiosas cruzar los arroyos puede ser un problema.