Por AGIÑA y DOMIKO (Lesaka, Navarra)

**Desde Oiartzun, por la Gi 3420, en casi 8 km, tras pasar por el puerto y el túnel de Aritxulegi (436 m), la carretera se convierte en la Na 4000, por donde llegamos al Alto de Agiña (525 m), a 9 km de Lesaka.
**Primero vemos el cromlech Agiña Ipar (Agiña I), compuesto de una docena de pequeños crómlechs (‘corona de piedras’, en bretón), bastante mal conservados.
**Subimos al Monte Agiña (618 m), con vistas a Aiako Harria, al Kopakarri (602 m), a Lesaka y a la costa de Iparralde.
**Pasamos junto al dolmen de Agiña descubierto en 1958. Deteriorado y poco cuidado, y casi oculto, al estar cubierto de vegetación
**Encontramos la “Galería secreta de Arte” en un bunker de 1944 a 1948, uno de los del muro atlántico, o muro pirenaico, o “línea P” (Organización Defensiva del Pirineo). Este refugio militar antiaéreo es ahora una galería del arte de graffiti.
**Pasamos por el cromlech Agiña Erdi (sólo un crómlech, tal vez haya más ocultos entre el helechal)
**Llegamos a Agiña Hego (Agiña III), tres cromlech localizados en 1905 y descubiertos en 1957, situados al Sur del alto de Agiña, en el cordal que se eleva en dirección a la cumbre de Bianditz (840 m) dejando al Este la presa de Domiko. Dos de ellos tienen 3 m de diámetro, con 13 y 7 testigos, junto a la capilla, y otro de 4 m y 8 testigos. La cuarta estructura, alrededor del monumento de Oteiza, parece ser contemporánea
**En este alto (556 m) se encuentra desde 1959 el monumento dedicado al etnólogo y compositor musical de José Antonio Zulaika, el capuchino conocido como Padre Donostia (1886-1956), con una gran estela realizada por el escultor Jorge Oteiza (vandalizada desde siempre…) y una pequeña capilla obra de Luis Vallet de Montano. Se ve la unión entre escultura y arquitectura contemporánea, con restos megalíticos de la Edad del Bronce; arte moderno y protohistórico.
**Seguimos por la ancha pista de explotación forestal dirección Sur en cómoda bajada unos 2 km, para bordear el embalse Domiko (por la margen derecha), que fue terminado de construir en 1958, en el cauce del rio Endara (afluente del Bidasoa). En el camino de ida, pasamos junto a la gran secuoya (‘Sequoia sempervivens’) catalogada como Monumento Natural nº 36 de Navarra (bromeamos con ‘escatalogada’, ‘descatalogada’y ‘es catalogada’). Con 47 m de altura, es el árbol más alto de Navarra. Tiene 2,5 m de diámetro. Descansamos en la cabecera del embalse, y después, por sendero en la margen izquierda del embalse, con muchos árboles caídos, que dificultan la marcha, bajamos hasta el muro de la presa, desde donde iniciamos la vuelta.
**Hoy además tocaba lección práctica de botánica, centrada en las hojas de las coníferas así llamadas por los “conos” (piñas), y también vemos las diferencias entre ‘Sambucus’ (‘Sauco’ o ‘intsusa’) y ‘Salix’ (‘sauce’ o ‘sahatsa’, del que se obtenía AAS, es decir, aspirina)
**Vemos ejemplares de ‘Alerce’ (única conífera caducifolia), de ‘Abeto Douglas’, de ‘Falso ciprés Lawson’ (con la punta torcida, característica), de ‘Abeto normal’, de ‘Falso abeto (‘Picea abies’, el de Navidad).
**También hemos visto varios ‘Clathrus archeri’ (‘dedos del diablo’, ‘seta calamar’ o ‘estrella roja') de forma llamativa y vistoso color rojizo, con olor nauseabundo a gas o a carne en descomposición, que atrae a los insectos que transportan las esporas.
**En resumen, un muy interesante recorrido el de hoy, que incluye megalitismo, arte contemporáneo, botánica, y ‘algo’ de ejercicio físico, durante casi 9 km y +300 m, con Enrique, Jose Luis, Juanxo, Juanjo y Ramón, los seis, miembros de Urdaburu y participantes del Taller +55 de Sensibilización Medioambiental.