Por Aguiño: Costa y Molinos de Amendo
near Aguiño, Galicia (España)
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Itinerary description
Cielos y mares azules nos acompañan en esta ruta por el Litoral Atlántico Gallego que comenzamos en la localidad de Aguiño, cerca del Monumento al Quijote y de la gigante aguja del dedicado a Las Redeiras o Atadoras.
Ambas próximas al Puerto en donde algunas barcas descansaban tranquilamente.
No falta la escultura dedicada a Los Pescadores lanzando las redes. Nos llamó la atención la blancura del Monumento a Los Percebeiros de Gonzalo Sarasquete.
En seguida tomamos contacto con la costa abrupta y sinuosa. El día estaba radiante y el mar se nos mostraba reluciente y azul.
Alguna vez nos deslizamos sobre pasarelas de madera. Al tiempo que nos encontramos coquetas calitas que nos invitan a un refrescante chapuzón.
La vegetación que nos acompaña en estos primeros km es propia de la zona de costa con la presencia de los rumorosos pinos y matorral bajo.
No paséis por alto Los Lavaderos de Penisqueira emergiendo de la roca sobre la que se asientan, allí al lado mismo del rugiente océano que va horadando la costa a cuyas rocas no dudamos en encaramarnos.
En el entorno todo es silencio, solo perturbado por el rumor del Océano Atlántico rozando continuamente sobre el acantilado en donde las flores silvestres se van mustiando por el calor de la jornada.
El senderista tampoco duda en bajarse a la arena y caminar sobre La Playa de Couso en donde se nota la mano escultora de la inmensidad salada.
Y es que estamos en Punta Falcoeiro y por todas partes se ve la asombrosa capacidad artística de La Madre Naturaleza.
¡Y qué decir de la fina y blanca arena de las playas de estos parajes! ¡Fantástica!
Momentos hay de pisar senderos algo más alejados del líquido elemento, en donde es una delicia vislumbrar el vegetal manto colorido salpicado aquí y allá por curiosas formaciones rocosas.
Pero en seguida volvemos a ver la azul llanura del mar, en cuyas aguas, intrépidos pescadores lanzan su caña y prueban fortuna.
A pesar de que algunos gusanos de su cebo se escaparon y ahora, junto con otros animales, forman ya parte del paisaje deslumbrante bajo un cielo celeste y luminoso que compite con las azules aguas del océano sin desmerecer todo lo que rodea al caminante.
Brisa tenue, olor a mar y sol radiante es lo que siente quien por aquí camina viendo en la lontananza poblaciones y montañas cercanas.
La vista y todos los sentidos se recrean oteando la media luna de La Playa de Anguieira cuya arena besan las olas.
Y en donde desagua sin prisa pero sin pausa La Laguna de Vixán, de agua dulce, que durante el invierno acoge gran variedad de aves acuáticas.
Va alejándose el caminante de la costa, inicialmente, por un sendero tapizado de hierba.
Para después seguir la estela de un muro de piedra que nos lleva por Los Campos de Amendo a un paraje desde donde se puede contemplar la laguna y la costa.
Siguiendo el sendero desembocamos en El Arroyo de Amendo. En una de sus orillas nos acoge El Molino de Inasia, actualmente restaurado. Muy cerquita visitamos también otro molino, éste, anónimo.
Continuamos teniendo vistas sobre la laguna de Amendo, como también se llama, y las tierras de alrededor.
Vamos cerrando el círculo pasando por lugares habitados, observando los hórreos típicos de esta zona de Galicia y asombrándonos con la belleza de la flor de la chumbera.
No dejamos atrás La Capilla Da Nosa Señora da Guía construida en Época Medieval por monjes mendicantes, en pleno Camino a Santiago desde El Barbanza, “A Orixe”.
Nos vamos aproximando de nuevo a la costa y lo hacemos cruzando El Arroyo de Listres por un puente y pasarela de madera. En sus aguas se refresca una familia de patos.
Nos recibe la Playa de Areeiros tendida al sol de mediodía.
El senderista camina paralelo a ella por una providencial pasarela de madera que de vez en cuando nos facilita el pisar la blanca arena.
Hay habilitada una senda que permite ir siempre sobre la arena de las Playas Do castro y Da Tasca. Nosotros intercambiábamos de vez en cuando con la pasarela, sobre todo por la rapidez al caminar. Dando así por finalizada una ruta preciosa con sabor a mar y a sal.
Reseñar que es una ruta NO SEÑALIZADA, fácil de caminar y muy bonita. Los caminos y senderos, en tiempos de su realización se encontraban en buen estado para el caminante.
Ambas próximas al Puerto en donde algunas barcas descansaban tranquilamente.
No falta la escultura dedicada a Los Pescadores lanzando las redes. Nos llamó la atención la blancura del Monumento a Los Percebeiros de Gonzalo Sarasquete.
En seguida tomamos contacto con la costa abrupta y sinuosa. El día estaba radiante y el mar se nos mostraba reluciente y azul.
Alguna vez nos deslizamos sobre pasarelas de madera. Al tiempo que nos encontramos coquetas calitas que nos invitan a un refrescante chapuzón.
La vegetación que nos acompaña en estos primeros km es propia de la zona de costa con la presencia de los rumorosos pinos y matorral bajo.
No paséis por alto Los Lavaderos de Penisqueira emergiendo de la roca sobre la que se asientan, allí al lado mismo del rugiente océano que va horadando la costa a cuyas rocas no dudamos en encaramarnos.
En el entorno todo es silencio, solo perturbado por el rumor del Océano Atlántico rozando continuamente sobre el acantilado en donde las flores silvestres se van mustiando por el calor de la jornada.
El senderista tampoco duda en bajarse a la arena y caminar sobre La Playa de Couso en donde se nota la mano escultora de la inmensidad salada.
Y es que estamos en Punta Falcoeiro y por todas partes se ve la asombrosa capacidad artística de La Madre Naturaleza.
¡Y qué decir de la fina y blanca arena de las playas de estos parajes! ¡Fantástica!
Momentos hay de pisar senderos algo más alejados del líquido elemento, en donde es una delicia vislumbrar el vegetal manto colorido salpicado aquí y allá por curiosas formaciones rocosas.
Pero en seguida volvemos a ver la azul llanura del mar, en cuyas aguas, intrépidos pescadores lanzan su caña y prueban fortuna.
A pesar de que algunos gusanos de su cebo se escaparon y ahora, junto con otros animales, forman ya parte del paisaje deslumbrante bajo un cielo celeste y luminoso que compite con las azules aguas del océano sin desmerecer todo lo que rodea al caminante.
Brisa tenue, olor a mar y sol radiante es lo que siente quien por aquí camina viendo en la lontananza poblaciones y montañas cercanas.
La vista y todos los sentidos se recrean oteando la media luna de La Playa de Anguieira cuya arena besan las olas.
Y en donde desagua sin prisa pero sin pausa La Laguna de Vixán, de agua dulce, que durante el invierno acoge gran variedad de aves acuáticas.
Va alejándose el caminante de la costa, inicialmente, por un sendero tapizado de hierba.
Para después seguir la estela de un muro de piedra que nos lleva por Los Campos de Amendo a un paraje desde donde se puede contemplar la laguna y la costa.
Siguiendo el sendero desembocamos en El Arroyo de Amendo. En una de sus orillas nos acoge El Molino de Inasia, actualmente restaurado. Muy cerquita visitamos también otro molino, éste, anónimo.
Continuamos teniendo vistas sobre la laguna de Amendo, como también se llama, y las tierras de alrededor.
Vamos cerrando el círculo pasando por lugares habitados, observando los hórreos típicos de esta zona de Galicia y asombrándonos con la belleza de la flor de la chumbera.
No dejamos atrás La Capilla Da Nosa Señora da Guía construida en Época Medieval por monjes mendicantes, en pleno Camino a Santiago desde El Barbanza, “A Orixe”.
Nos vamos aproximando de nuevo a la costa y lo hacemos cruzando El Arroyo de Listres por un puente y pasarela de madera. En sus aguas se refresca una familia de patos.
Nos recibe la Playa de Areeiros tendida al sol de mediodía.
El senderista camina paralelo a ella por una providencial pasarela de madera que de vez en cuando nos facilita el pisar la blanca arena.
Hay habilitada una senda que permite ir siempre sobre la arena de las Playas Do castro y Da Tasca. Nosotros intercambiábamos de vez en cuando con la pasarela, sobre todo por la rapidez al caminar. Dando así por finalizada una ruta preciosa con sabor a mar y a sal.
Reseñar que es una ruta NO SEÑALIZADA, fácil de caminar y muy bonita. Los caminos y senderos, en tiempos de su realización se encontraban en buen estado para el caminante.
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GRUPO DE ANDAINAS RÍAS BAIXAS
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Easy to follow
Scenery
Easy
Unha bonita e facil ruta pola beira do mar en Aguiño 👌