Por el Cañón del Ebro desde Villaescusa hasta Orbaneja, subida al Castillo y vuelta por la ruta de los Chozos

Puente de Villaescusa de Ebro

La ruta comienza en un amplio aparcamiento en la orilla norte del Ebro. Desde ahí cruzamos el puente y atravesamos el pequeño casco urbano de Villaescusa para tomar, sin pérdida posible, el GR-99 o sendero del Ebro que nos conducirá hasta Orbaneja.

Cascada del Tobazo

A menos de un kilómetro de Villaescusa aparece a la derecha la espectacular Cascada del Tobazo. Al parecer en época seca lleva poca o ningún agua, pero después de las últimas lluvias está imponente. Más aún en una mañana heladora de -7ºC: el contraste de temperatura hace que del agua surja un masa impresionante de vapor. Todo está helado excepto por donde arroya la corriente con fuerza. Dificilísimo acercarse y alguna caída. Una experiencia sugerente.

En el Cañón del Ebro

El sendero por el Cañón se recorre con toda facilidad, salvo por el riego de resbalón debido al hielo. El bosque de invierno está espectacular, y poco a poco el solo se abre camino hasta el fondo del cañón.

Puente de Orbaneja

Al Puente de Orbaneja se llega en menos de dos horas desde Villaescusa, incluida la parada en la Cascada del Tobazo. Aquí empezará la ruta de vuelta, pero primero hay que subir a la Peña del Castillo.

Subida al Castillo de Orbaneja

Para subir a la Peña del Castillo hay que rodearla completamente, ya que en su cara oeste, la que da al pueblo, es inaccesible. Seguiremos primero la senda principal que continua hacia Escalada, pero enseguida surge un sendero que sube suavemente a la derecha y que primero se eleva poco a poco. Una vez rodeada la peña empieza a subir con más ganas, y en un momento dado hay una pequeña trepada sin dificultad. Pero en conjunto hay que tener cuidado en estas fechas, porque en la sombre el suelo está helado, y donde da el sol, lo contrario, húmedo y resbaloso. En todo momento hay grandes vistas sobre el Cañón del Ebro.

En el Castillo de Orbaneja

Desde luego la subida a la peña de Castillo de Orbaneja compensa con creces el esfuerzo, que no es tanto. La vista sobre el lado oeste, a pico sobre el pueblo, las perspectivas del Cañón por ambos lados y en particular del "Risco de los Camellos", y el encantador paisaje de la cumbre.

Cascada de Orbaneja del Castillo

A la Cascada de Orbaneja hay que llegar por la mañana, porque luego queda en sombra, y arrecian masas de turistas.

Plaza de Orbaneja

Mirador sobre Orbaneja

Desde la Plaza de Orbaneja se sigue la calle de La Cuesta, hasta encontrar las señales de la ruta de los chozos, que nos harán subir en zig zag por encima del pueblo, hasta un magnífico mirador. A partir de ahí entramos en el páramo, donde el paisaje cambia por completo.

Chozos de Orbaneja

Los Chozos de Orbaneja componen un conjunto singular de arquitectura tradicional, de la que en unas décadas quedará poco si no se remedia. La dureza de la piedra contribuye a su duración aunque ya estén completamente sin uso. El paisaje del páramo es impresionante en su silencio y austeridad en pleno invierno.

Monte entre Orbaneja y Espinosa

Superadas las zonas de pastos se entra en un precioso monte de quercíneas que se divide entre los términos de Orbaneja y Villaescusa. Hay que estar atentos para no despistarse porque la densa vegetación y el escaso relieve pueden generar confusión en los cruces de sendas.

Montecoza

Bajando hacia Villaescusa desde el páramo, el pequeño valle lateral de Montecoza nos regala paisajes de gran belleza invernal.

Colegiata de San Martín de Elines

Ya fuera de la ruta, una parada en la maravillosa colegiata de San Martín de Elines, aprovechando la coincidencia con su limitado horario de visitas (a las 12.00 y a las 16.00 en sábados, domingos y festivos).