Por el Desfiladero de Mataviejas desde Ura
near Ura, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta bonita ruta que hemos realizado mi pareja Carol y yo hoy domingo 30/01/22, comienza en el aparcamiento del pueblo de Ura, en la actualidad, una pedanía de la localidad de Covarrubias.
Su emplazamiento es aislado y pintoresco, ya que está rodeado de fuertes paredes graníticas talladas por el paso del río Mataviejas que discurre encajonado en su mayor parte desde su nacimiento en la Peña Carazo hasta su desembocadura en el Arlanza, cerca de Puentedura.
Iniciamos la ruta atravesando el pueblo por la calle principal hasta un punto donde nos encontramos un cartel que señala hacia Covarrubias 6´5 km. a la izquierda, y hacia Castroceniza 2´5 km. a la derecha, que es la que decidimos tomar.
Esta ruta es una variante del recorrido entre esta localidad y el pueblo de Castroceniza, que están unidos por un desfiladero zigzagueante entre riscos y desniveles que sólo se puede recorrer a pie. Abajo a nuestra derecha, queda el río Mataviejas siempre. La senda es en todo momento perfectamente asequible a todos los caminantes, incluidos niños y nos permite disfrutar del paisaje.
En poco tiempo, llegamos a Castroceniza, una pequeña aldea, en gran parte deshabitada, pero que aún mantiene una espléndida iglesia en su parte alta que sorprende al visitante.
Entramos por un extremo del pueblo y admiramos su arquitectura tradicional, aún bastante inalterada pese al extremo abandono al que ha sido sometido.
Cruzamos el rio por el puente y seguimos el camino que nos llevará a una especie de ermita que vemos en un alto, nosotros tomamos un camino a la izquierda entre campos de cultivo, llegando el camino a morir a una tierra de cultivo que traspasamos para encontrarnos con una senda paralela al río con bastante dificultad y desnivel para seguirla, pero llegamos al pequeño puentecito de hormigón que nos lleva al viejo molino que para nuestra sorpresa, se ha rehabilitado y convertido en varias construcciones modernas y acogedoras, donde decidimos tomar nuestro pequeño tentempié.
Reanudamos la marcha y nos dirigimos a la entrada del recinto que ha sido vallado recientemente, salimos por la puerta del vallado hacia el camino que nos llevará a la carretera que va al pueblo, nosotros caminaremos unos 700 metros hasta tomar un camino a nuestra derecha y que va en pronunciado ascenso hacia el Monte de Escalerillas entre Sabinas y Encinas. Llegados al final de la subida, tomaremos el camino de la izquierda que desciende suavemente hasta encontrarnos por un camino a nuestra derecha que tomaremos para afrontar la última subida del día más cómoda que la anterior, al llegar arriba tomaremos por al camino de nuestra izquierda hasta encontrarnos con otro camino con varios carteles que tomaremos y ya solo nos queda bajar hasta el pueblo de Ura donde está el cartel de las dos direcciones., continuamos por el pueblo hasta llegar de nuevo al aparcamiento, que fue nuestro punto de partida.
Leyenda
Cuenta la leyenda que en época del Cid Campeador regresaba éste de una de su incursiones cuando, tras obligada parada en el Monasterio de Silos, antiguamente llamado de San Sebastián, haciéndose ya casi de noche, dos extrañas ancianas con pinta de oscuras hechiceras salieron al paso de su huestes. Éstas convencieron con sus artes a Rodrigo para hacer noche en un acogedor paraje que ellas conocían, lo que desconocía el Cid era que estas ancianas en verdad eran aliadas de los infieles y se ocupaban de engañar a los cristianos que por allí pasaban conduciéndolos a una emboscada morisca, En la calma del crepúsculo el campamento de las tropas del Cid fue atacado por sorpresa por una horda de infieles blandiendo sus espadas sarracenas, los cristianos se batieron en singular batalla contra un ejército que les doblaba en número. Cuando ya parecía todo perdido, de la angostura del desfiladero surgió una luz cegadora que iluminó el campo de batalla, temerosos los moriscos huyeron despavoridos abandonando a su suerte a las dos ancianas que salieron a toda prisa perseguidas por el Cid y sus hombres. la oscuridad volvió a cernirse sobre el paraje impidiendo a las hechiceras ver que iban directas a precipitarse al río donde encontraron su final, de ahí el nombre de río Mataviejas.
Su emplazamiento es aislado y pintoresco, ya que está rodeado de fuertes paredes graníticas talladas por el paso del río Mataviejas que discurre encajonado en su mayor parte desde su nacimiento en la Peña Carazo hasta su desembocadura en el Arlanza, cerca de Puentedura.
Iniciamos la ruta atravesando el pueblo por la calle principal hasta un punto donde nos encontramos un cartel que señala hacia Covarrubias 6´5 km. a la izquierda, y hacia Castroceniza 2´5 km. a la derecha, que es la que decidimos tomar.
Esta ruta es una variante del recorrido entre esta localidad y el pueblo de Castroceniza, que están unidos por un desfiladero zigzagueante entre riscos y desniveles que sólo se puede recorrer a pie. Abajo a nuestra derecha, queda el río Mataviejas siempre. La senda es en todo momento perfectamente asequible a todos los caminantes, incluidos niños y nos permite disfrutar del paisaje.
En poco tiempo, llegamos a Castroceniza, una pequeña aldea, en gran parte deshabitada, pero que aún mantiene una espléndida iglesia en su parte alta que sorprende al visitante.
Entramos por un extremo del pueblo y admiramos su arquitectura tradicional, aún bastante inalterada pese al extremo abandono al que ha sido sometido.
Cruzamos el rio por el puente y seguimos el camino que nos llevará a una especie de ermita que vemos en un alto, nosotros tomamos un camino a la izquierda entre campos de cultivo, llegando el camino a morir a una tierra de cultivo que traspasamos para encontrarnos con una senda paralela al río con bastante dificultad y desnivel para seguirla, pero llegamos al pequeño puentecito de hormigón que nos lleva al viejo molino que para nuestra sorpresa, se ha rehabilitado y convertido en varias construcciones modernas y acogedoras, donde decidimos tomar nuestro pequeño tentempié.
Reanudamos la marcha y nos dirigimos a la entrada del recinto que ha sido vallado recientemente, salimos por la puerta del vallado hacia el camino que nos llevará a la carretera que va al pueblo, nosotros caminaremos unos 700 metros hasta tomar un camino a nuestra derecha y que va en pronunciado ascenso hacia el Monte de Escalerillas entre Sabinas y Encinas. Llegados al final de la subida, tomaremos el camino de la izquierda que desciende suavemente hasta encontrarnos por un camino a nuestra derecha que tomaremos para afrontar la última subida del día más cómoda que la anterior, al llegar arriba tomaremos por al camino de nuestra izquierda hasta encontrarnos con otro camino con varios carteles que tomaremos y ya solo nos queda bajar hasta el pueblo de Ura donde está el cartel de las dos direcciones., continuamos por el pueblo hasta llegar de nuevo al aparcamiento, que fue nuestro punto de partida.
Leyenda
Cuenta la leyenda que en época del Cid Campeador regresaba éste de una de su incursiones cuando, tras obligada parada en el Monasterio de Silos, antiguamente llamado de San Sebastián, haciéndose ya casi de noche, dos extrañas ancianas con pinta de oscuras hechiceras salieron al paso de su huestes. Éstas convencieron con sus artes a Rodrigo para hacer noche en un acogedor paraje que ellas conocían, lo que desconocía el Cid era que estas ancianas en verdad eran aliadas de los infieles y se ocupaban de engañar a los cristianos que por allí pasaban conduciéndolos a una emboscada morisca, En la calma del crepúsculo el campamento de las tropas del Cid fue atacado por sorpresa por una horda de infieles blandiendo sus espadas sarracenas, los cristianos se batieron en singular batalla contra un ejército que les doblaba en número. Cuando ya parecía todo perdido, de la angostura del desfiladero surgió una luz cegadora que iluminó el campo de batalla, temerosos los moriscos huyeron despavoridos abandonando a su suerte a las dos ancianas que salieron a toda prisa perseguidas por el Cid y sus hombres. la oscuridad volvió a cernirse sobre el paraje impidiendo a las hechiceras ver que iban directas a precipitarse al río donde encontraron su final, de ahí el nombre de río Mataviejas.
Waypoints
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