Por el valle del río Guares (Abiada)
near Abiada, Cantabria (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta circular, con inicio y fin en el pueblo campurriano de Abiada.
Remontamos el valle del río Guares, que nace allí cerquita, en la Sierra del Cordel, no por el PR - S81, sino por el camino del Maroquil, antiguo camino carretal usado para bajar la hierba y la leña hasta el pueblo.
El camino, al principio en buen estado de conservación, se va desdibujando e incluso perdiendo en ocasiones, invadido por la vegetación, por falta de su uso original, lo que dificulta transitar por él.
En la ascensión pasaremos por unas impresionantes praderas y nos internaremos en el espectacular Acebal de Abiada, lugar mágico en el que es fácil echar a volar la imaginación y evocar la presencia de los seres mitológicos que siempre acompañaron a los habitantes de los pueblos de montaña, donde la vida era tan dura.
La caminata, en su subida hacia Brañavieja, cada vez se complica más: hay que cruzar varias veces el río (y baja con bastante agua), hay que pelear con la vegetación y la cuesta se hace más pindia.
Además, en nuestro caso, en la última parte de la subida nos topamos con la nieve dura, lo que nos obligó a dar un rodeo para evitarla, pues no llevábamos crampones.
Una vez en la parte alta, en vez de dirigirnos hacia Brañavieja acortamos por una instalación ganadera con forma de tubo alargado, para llegar a la cabaña de Caomonte.
Desde aquí regresamos a Abiada bajando por el camino Brañizo, aunque durante un buen rato se hacía difícil localizarlo, pues la abundante nieve (más fácil de caminar, pues el terreno es llano) ocultaba cualquier punto de referencia.
Cuando el camino se adentra en el abedular ya es más fácil de seguir; de todos modos, entre la cabaña del Brañizo y la cabaña de Calamuco, la vegetación y el paso de los animales hacen que aparezcan múltiples sendas, que pueden despistarnos en nuestra marcha.
Tras bordear un robledal, con hermosos ejemplares, entre los que se mezclan muchos acebos, damos con un amplio camino, de buen firme, que nos llevará hasta Abiada tras pasar por el Pozo de la Ureña.
Unas cervezas y un buen cocido montañés en el restaurante La Cotera nos servirán para reponer las fuerzas. ¡Nos lo habíamos ganado!
Nosotros hemos hecho esta ruta en invierno, siguiendo el track de la que subió a Wikiloc Ecco 2208, que la hizo en otoño, y eso la hace un poco más dificultosa.
Remontamos el valle del río Guares, que nace allí cerquita, en la Sierra del Cordel, no por el PR - S81, sino por el camino del Maroquil, antiguo camino carretal usado para bajar la hierba y la leña hasta el pueblo.
El camino, al principio en buen estado de conservación, se va desdibujando e incluso perdiendo en ocasiones, invadido por la vegetación, por falta de su uso original, lo que dificulta transitar por él.
En la ascensión pasaremos por unas impresionantes praderas y nos internaremos en el espectacular Acebal de Abiada, lugar mágico en el que es fácil echar a volar la imaginación y evocar la presencia de los seres mitológicos que siempre acompañaron a los habitantes de los pueblos de montaña, donde la vida era tan dura.
La caminata, en su subida hacia Brañavieja, cada vez se complica más: hay que cruzar varias veces el río (y baja con bastante agua), hay que pelear con la vegetación y la cuesta se hace más pindia.
Además, en nuestro caso, en la última parte de la subida nos topamos con la nieve dura, lo que nos obligó a dar un rodeo para evitarla, pues no llevábamos crampones.
Una vez en la parte alta, en vez de dirigirnos hacia Brañavieja acortamos por una instalación ganadera con forma de tubo alargado, para llegar a la cabaña de Caomonte.
Desde aquí regresamos a Abiada bajando por el camino Brañizo, aunque durante un buen rato se hacía difícil localizarlo, pues la abundante nieve (más fácil de caminar, pues el terreno es llano) ocultaba cualquier punto de referencia.
Cuando el camino se adentra en el abedular ya es más fácil de seguir; de todos modos, entre la cabaña del Brañizo y la cabaña de Calamuco, la vegetación y el paso de los animales hacen que aparezcan múltiples sendas, que pueden despistarnos en nuestra marcha.
Tras bordear un robledal, con hermosos ejemplares, entre los que se mezclan muchos acebos, damos con un amplio camino, de buen firme, que nos llevará hasta Abiada tras pasar por el Pozo de la Ureña.
Unas cervezas y un buen cocido montañés en el restaurante La Cotera nos servirán para reponer las fuerzas. ¡Nos lo habíamos ganado!
Nosotros hemos hecho esta ruta en invierno, siguiendo el track de la que subió a Wikiloc Ecco 2208, que la hizo en otoño, y eso la hace un poco más dificultosa.
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