Por Fermoselle: Río Duero y Mirador de Las Escaleras

El Río Duero es el gran protagonista de la caminata que iniciamos en Fermoselle, localidad de La Provincia de Zamora, que descansa sobre grandes bloques de granito y declarada Conjunto Histórico Artístico en 1974.

Nos recibe su Plaza Mayor de gran encanto y verdadero centro de la villa. En ella destacan el Ayuntamiento, La Oficina de Turismo y otros emblemáticos edificios de piedra.

A un pasito encontramos La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción con orígenes en El S. XIII y primitivamente de Estilo Románico aunque con muchas modificaciones posteriores.

Sí son románicas sus dos portadas principales: la occidental, de estilo transición románico gótico, sobre finas columnas rematadas con capiteles vegetales avolutados, despliega tres arquivoltas apuntadas y molduradas con rosetas.

La meridional, cobijada por un pórtico posterior, presenta tres arquivoltas abrazadas por una chambrana en la que se disponen diecisiete cabecitas humanas.

La torre del campanario, del S. XVI y cinco cuerpos, destaca por encima del caserío fermosellano.

Proseguimos por angostas calles fijándonos en sus antiguas casas y cruceros. No faltan miradores en ciertos puntos estratégicos para disfrutar de diferentes panorámicas, tanto del pueblo como del Duero. También los Arribes con sus bancales, formaciones graníticas y las casas colgantes.

La Fuente del Penao ofrece su agua en medio del sendero que nos va llevando por tierras cultivadas y viñas con los sarmientos recién podados. No faltan ejemplares de olivos y otras elementos vegetales.

De vez en cuando en las fincas divisamos algunos chozos, construcciones que servían de abrigo a los pastores en su delicada tarea a la intemperie. Algunos se muestran con buen aspecto y otros ya pasaron por mejores momentos.

Nos acercamos hasta el enclave en el que se encuentra La Ermita de Santa Cruz también llamada Ermita del Cristo del Pino. De construcción sencilla muestra sobre su puerta una inscripción gótica "por la señal de la Cruz líbranos de nuestros enemigos", acompañada de varios escudos.

Desde su emplazamiento contemplamos la belleza de todo el entorno, así como de Fermoselle a lo lejos.

Poco a poco nos vamos acercando a nuestro principal objetivo. Nos lo predicen las piedras del paisaje, y las ruinas de La Casa de Los Carabineros. Antiguo punto de vigilancia para detectar y combatir la práctica del estraperlo por la cual fermosellanos y portugueses cruzaban el Duero para realizar intercambios de bienes saltándose los controles de la aduana.

Y es que arribamos por fin al Mirador de Las Escaleras. Un paraje realmente espectacular en donde podremos admirar la inmensidad de las aguas del Duero llenando el cauce de los Arribes.

El senderista, exultante, recrea la vista en una variedad de verdes y azules extendida por la bella inmensidad que aquí nos ofrece La Madre Naturaleza. El mirador es amplio, se puede permanecer en calma, entre sus rochedos y vegetación característica de estos pagos sin nada que perturbe el espíritu.

Poniendo la guinda al pastel de esta ruta en donde además podemos dejarnos arrullar por las buenas temperatura y la luz radiante de la tarde.
Reseñar que es una ruta que NO ESTÁ SEÑALIZADA por lo que es necesario algún medio de ayuda para llegar hasta El principal mirador, El de Las Escaleras.