Por Freixo de Numão: Ruinas de Zimbro II, Rumansil y Complejo Arqueológico de Prazo

En esta ruta conoceremos El Circuito Arqueológico de Freixo de Numão, Portugal.

Comenzamos a caminar en El Parque largo da Devesa en el mismo Freixo de Numão en donde somos recibidos por unas preciosas máquinas acompañando un obelisco con el escudo de Portugal.

Callejeando arribamos a una placita con La Iglesia Matriz dedicada a San Pedro y un imponente “pelourinho”, o picota, ambos del S. XVIII.

Nos gustó la capillita de Santa Bárbara, en una roca muy soleada en donde secaba al viento la colada de las vecinas.

En seguida nos vemos caminando sobre una calzada romana realmente muy bien conservada. Modernas ruinas, y “O Banco do Rei” la contemplan curiosos.

Estas tierras son predominante agrícolas encontrándonos fincas cultivadas y “eiras” dedicadas al secado y almacenamiento del grano y fruto recogido.

En el lugar de Regadas nos damos de bruces, en pleno camino con los restos de lo que fue en sus tiempos una “Mansio Romana” también con su correspondiente calzada.
No os perdáis el molino de cubo y el Ribeiro de Murça corriendo en sus inmediaciones.

Continuando nuestro caminar, enseguida damos con el yacimiento de Zimbro II que habría estado ocupado desde el S. I a. C. hasta el IV d. C. ¡Emociona pensar los acontecimientos que por aquí pueden haber ocurrido!

Es primavera y eso se nota en el ambiente. A nuestra vera los olivos, almendros, viñedos y otros cultivos se van alternando para hacernos compañía.

Acercándonos a Murça vamos ascendiendo paulatinamente y llega el momento de encontrarnos con las montañas y los famosos socalcos que las caracterizan. El azul del cielo allá arriba semeja al alcance de la mano. Algunas rocas y flores silvestres se suman al cuadro pintado por la naturaleza.

El sendero nos va conduciendo hasta Rumansil, ruinas de una Villa Rústica constituida por edificios de arquitectura civil e infraestructuras agrícolas e industriales de La Era Romana. Del S. III d. C., se encuentra en la parte más alta de la caminata, pero llegar hasta allí realmente merece la pena.

Todavía en trance por tal maravilla el senderista continúa su camino para encontrarse con la réplica de un posible dolmen.

La senda que viene a continuación está bordeada de almendros tan cuidadosamente cultivados por estos parajes y nos va acercando hasta la guinda de la jornada: La Estación Arqueológica de Prazo.

Con ocupación humana desde el Paleolítico hasta el S. XIII se nos presenta en dos alturas. La superior conserva restos ligados al almacenaje, secado y molienda de cereales. En la inferior se pueden observar los restos de una villa romana y un templo medieval. Todo este complejo también es conocido como "O Machu Picchu Português".

Antes, en sus cercanías, os llamará la atención La capilla de São João do Prazo construida a partir de una inscripción en la roca de la que forma parte.

Y entre muros de piedras antiguas y fuentes en que las ranas y los sapos son protagonistas, va el caminante terminando su periplo que le lleva nuevamente a las calles y edificios solariegos de Freixo de Numão sumergida entre lo medieval y lo moderno. Allí todavía tenemos tiempo para " O Museu Da Casa Grande" y los restos romanos anexos a él.

Reseñar que para seguir esta ruta es necesaria la ayuda del GPS ya que aunque hay señales de rutas que nos llevan a algunos de los restos arqueológicos, nosotros no hemos seguido la señalización oficial por ser sólo lineal. Al hacerla circular se puede realizar en cualquier sentido. Nosotros preferimos realizarla en sentido antihorario para no encontrarnos la subida al final y también porque quisimos dejar el complejo de Prazo como la guinda de la ruta, después de haber visitado las otras ruinas.