Por Labruja: Pasadizos y Molinos de Várzea, Ribeira de São João y Alrededores
near Labruja, Viana do Castelo (Portugal)
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Itinerary description
Hoy os dejamos una ruta por los Pasadizos y Molinos de Várzea en la Ribeira de São João, y alrededores.
Los descubrimos en una ruta que iniciamos al pie de la Iglesia de São Cristovão en Labruja, Portugal. Cuyo origen se cree en un Monasterio Benedictino del S. XI.
Ascendemos los pasos de una escalera y en su atrio nos encontramos varias cruces del S. XVIII. Y muy cerquita un peto de ánimas.
Pisamos después sobre un tramo del Camino Central Portugués a Santiago recibiendo con regocijo el reencuentro con una vieja conocida: La Fuente “Das Tres Bicas”.
Por allí se desliza un pequeño y caudaloso regato cuyas aguas nos ofrecen una pequeña cascada que nos llena de bullicio y sonoridad.
El camino nos lleva inicialmente por entre fincas cultivadas con su pozo de riego, y algunos viñedos.
Para a los pocos pasos entrar ya en zona boscosa con muros cubiertos de verde musgo.
Y tenemos ya un pequeño contacto con El Río de São João. Cuyas aguas saltarinas nos ofrecen todo un espectáculo pasando bajo un pétreo puente a la vera de un molino.
Dejamos atrás el río y caminamos ya sobre pista más ancha entre altos y estilizados árboles con la sorpresa de las anchas y verdes hojas de una bananera, con sus racimos de plátanos y todo.
Y pian pianito arribamos al enclave en donde se encuentra El Santuario do Señor do Socorro cuya majestuosidad vamos viendo ya desde la distancia.
Descendemos la impresionante escalinata lateral trasera de fuerte efecto escénico con estatuas y pináculos ornamentales.
Construido en el S. XVIII presenta una sola nave fachada rococó con dos torres campanario.
El recinto está ornamentado con varias estatuas religiosas y, en la escalinata central, estatuas de ángeles tocando la trompeta. En su interior sobresale un deslumbrante conjunto de talla dorada de la última fase del Rococó.
Continuando la ruta nos fijamos en curiosos detalles que dan encanto a la ruta. Para volver a adentrarnos en el bosque escoltados de nuevo por muros verdes de musgo.
Encontrándonos de vez en cuando con algunas ruinas en cuyas paredes campa a sus anchas la frondosa y trepadora vegetación del lugar.
Antes y después de La Capilla da Señora de Guadalupe allí resistiendo los embates del tiempo y del olvido.
Enseguida escuchamos el acuoso deslizar del Río Mestre, también llamado Río Labruja en cuyas orillas reposan unos, ahora, abandonados molinos.
A los que llegamos cruzando un oportuno puente de piedra bajo el cual las aguas corren raudas y veloces bajo la atenta mirada de la flora del lugar.
Después de haber formado un fantástico dique en donde las aguas juegan saltarinas.
Seguimos el curso del río para conocer un nuevo molino y la vegetación circundante.
Llegamos así al llamado Pozo do Pé do Negro, un bonito espacio natural formado gracias a las limpias y cristalinas aguas del Río Mestre que aquí se nos muestra en todo su esplendor.
Y ya vamos retornando al punto de inicio. Y es así cómo reencontramos el Ribeiro de São João ofreciéndonos un maravilloso espectáculo junto con los llamados molinos da Várzea recientemente restaurados.
Es una delicia estar allí en medio entre el líquido elemento con sus alegres cascadas, y todo lo que lo circunda que contribuye a embellecer todavía más si cabe el paisaje.
Podemos extasiarnos contemplando un trecho de su bullicioso recorrido con pasarelas, miradores y puentes colgantes construidos para tal efecto.
Un lugar especial en donde es posible dejarse envolver por la magia que la naturaleza supo imprimir e este rincón, contando también con la mano sabia y artesana del ser humano.
Que sabe utilizar los recursos para superar y aprovechar la fuerza de las aguas.
En fin, por éstos y muchos otros detalles que se quedan en el tintero es una ruta espectacular con mucha belleza concentrada en pocos y fáciles kilómetros.
RESEÑAR que es una ruta fácil de caminar PERO QUE NO ESTÁ SEÑALIZADA. Por la zona existen marcas y señales de otras rutas que por Allí pasan, pero, Si se quiere seguir la ruta tal y como nosotros la hicimos hay que prestar atención y seguir el track fielmente y NO FIARSE PARA NADA DE LAS SEÑALES EXISTENTES, YA QUE, COMO DIGO, PERTENECEN A OTRAS RUTAS.
También señalar que en la zona del pozo DO PÉ DO NEGRO Hay poldras para pasar el río cuando éste lo permite, sólo es cruzarlas y continuar con la ruta. PERO, EN ÉPOCAS EN QUE EL RÍO LLEVA MUCHO CAUDAL, ES IMPOSIBLE CRUZARLO, por lo que hay que dar la vuelta, regresar al waypoint "Puente y Molino" y continuar la ruta.
Los descubrimos en una ruta que iniciamos al pie de la Iglesia de São Cristovão en Labruja, Portugal. Cuyo origen se cree en un Monasterio Benedictino del S. XI.
Ascendemos los pasos de una escalera y en su atrio nos encontramos varias cruces del S. XVIII. Y muy cerquita un peto de ánimas.
Pisamos después sobre un tramo del Camino Central Portugués a Santiago recibiendo con regocijo el reencuentro con una vieja conocida: La Fuente “Das Tres Bicas”.
Por allí se desliza un pequeño y caudaloso regato cuyas aguas nos ofrecen una pequeña cascada que nos llena de bullicio y sonoridad.
El camino nos lleva inicialmente por entre fincas cultivadas con su pozo de riego, y algunos viñedos.
Para a los pocos pasos entrar ya en zona boscosa con muros cubiertos de verde musgo.
Y tenemos ya un pequeño contacto con El Río de São João. Cuyas aguas saltarinas nos ofrecen todo un espectáculo pasando bajo un pétreo puente a la vera de un molino.
Dejamos atrás el río y caminamos ya sobre pista más ancha entre altos y estilizados árboles con la sorpresa de las anchas y verdes hojas de una bananera, con sus racimos de plátanos y todo.
Y pian pianito arribamos al enclave en donde se encuentra El Santuario do Señor do Socorro cuya majestuosidad vamos viendo ya desde la distancia.
Descendemos la impresionante escalinata lateral trasera de fuerte efecto escénico con estatuas y pináculos ornamentales.
Construido en el S. XVIII presenta una sola nave fachada rococó con dos torres campanario.
El recinto está ornamentado con varias estatuas religiosas y, en la escalinata central, estatuas de ángeles tocando la trompeta. En su interior sobresale un deslumbrante conjunto de talla dorada de la última fase del Rococó.
Continuando la ruta nos fijamos en curiosos detalles que dan encanto a la ruta. Para volver a adentrarnos en el bosque escoltados de nuevo por muros verdes de musgo.
Encontrándonos de vez en cuando con algunas ruinas en cuyas paredes campa a sus anchas la frondosa y trepadora vegetación del lugar.
Antes y después de La Capilla da Señora de Guadalupe allí resistiendo los embates del tiempo y del olvido.
Enseguida escuchamos el acuoso deslizar del Río Mestre, también llamado Río Labruja en cuyas orillas reposan unos, ahora, abandonados molinos.
A los que llegamos cruzando un oportuno puente de piedra bajo el cual las aguas corren raudas y veloces bajo la atenta mirada de la flora del lugar.
Después de haber formado un fantástico dique en donde las aguas juegan saltarinas.
Seguimos el curso del río para conocer un nuevo molino y la vegetación circundante.
Llegamos así al llamado Pozo do Pé do Negro, un bonito espacio natural formado gracias a las limpias y cristalinas aguas del Río Mestre que aquí se nos muestra en todo su esplendor.
Y ya vamos retornando al punto de inicio. Y es así cómo reencontramos el Ribeiro de São João ofreciéndonos un maravilloso espectáculo junto con los llamados molinos da Várzea recientemente restaurados.
Es una delicia estar allí en medio entre el líquido elemento con sus alegres cascadas, y todo lo que lo circunda que contribuye a embellecer todavía más si cabe el paisaje.
Podemos extasiarnos contemplando un trecho de su bullicioso recorrido con pasarelas, miradores y puentes colgantes construidos para tal efecto.
Un lugar especial en donde es posible dejarse envolver por la magia que la naturaleza supo imprimir e este rincón, contando también con la mano sabia y artesana del ser humano.
Que sabe utilizar los recursos para superar y aprovechar la fuerza de las aguas.
En fin, por éstos y muchos otros detalles que se quedan en el tintero es una ruta espectacular con mucha belleza concentrada en pocos y fáciles kilómetros.
RESEÑAR que es una ruta fácil de caminar PERO QUE NO ESTÁ SEÑALIZADA. Por la zona existen marcas y señales de otras rutas que por Allí pasan, pero, Si se quiere seguir la ruta tal y como nosotros la hicimos hay que prestar atención y seguir el track fielmente y NO FIARSE PARA NADA DE LAS SEÑALES EXISTENTES, YA QUE, COMO DIGO, PERTENECEN A OTRAS RUTAS.
También señalar que en la zona del pozo DO PÉ DO NEGRO Hay poldras para pasar el río cuando éste lo permite, sólo es cruzarlas y continuar con la ruta. PERO, EN ÉPOCAS EN QUE EL RÍO LLEVA MUCHO CAUDAL, ES IMPOSIBLE CRUZARLO, por lo que hay que dar la vuelta, regresar al waypoint "Puente y Molino" y continuar la ruta.
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