Por Laias Contemplando El Río Miño

En esta ruta tenemos como compañero de fatigas al Río Miño. Damos comienzo en un área recreativa al pie de La Iglesia de Laias, románica del S. XII, en cuya portada podemos leer: “Esta es iglesia de refugio sagrado”, cerca del balneario.

Allí mismo tomamos contacto con el Miño que se nos muestra apacible y relajado. Inicialmente la senda es fácil adornada por diversos elementos vegetales. Estilizados árboles adornan el lugar y tapices de hojas secas se ofrecen a los pies del caminante.

El seco crujir al pisar sobre ellos compone la melodía de nuestro caminar. El cielo y el agua comparten colorido mientras silenciosas barcas descansan en la orilla.

Al llegar al área termal de Laias giramos a la izquierda, cruzamos la vía del tren y pasamos por debajo de la A 52. Así, casi sin darnos cuenta vamos ascendiendo sin prisas acompañados nuevamente por la música de la hojarasca.

La vegetación circundante cambia de elementos pero no de belleza. Y son varios los momentos en que los pinos nos rodean. Y también varios los momentos en que obtenemos una bonita visión del Miño algo lejano ya.

Descendemos paulatinamente para adentrarnos en tierras en donde priman las cepas del ribeiro alcanzando de nuevo las orillas del padre Miño.

Un práctico pantalán nos permite acercarnos a sus aguas y contemplarlas a placer.
Allí, Descansar y desconectar… ¡E incluso podemos llegar a tocar las aguas si así lo creemos oportuno! ¡Es un verdadero festín para los sentidos el poder estar allí viviendo ese momento!

Nuevos elementos vegetales, alcornoques ente ellos, e incluso el tren, se añaden a la ruta dándole más variedad.
¡Cada uno traza sus propias maravillas en el entorno en el que nos movemos! Nos lo tomamos con calma… ¡Hay que disfrutar del lugar!

Reseñar que la ruta tal cual nosotros la realizamos no está señalizada por lo que es necesaria la ayuda del GPS para seguirla. Los caminos y sendas se encontraban en perfecto estado para la práctica del senderismo.