213. Por los Cerros y la Campiña del Río Úrbel desde La Nuez de Arriba
near La Nuez de Arriba, Castilla y León (España)
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📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 42 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 239 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Todas las rutas que haces terminas adoptándolas. Se incorporan al propio bagaje como si fueran parte de ti. Porque lo son, después de pateár(te)las (‘patearlas’, no, que suena feo). Ahí se queda cada árbol, cada piedra: en tu carne y en tu mente. Así que a todas les tomas cariño.
Incluso aquellas rutas que se quedan escasas en satisfacer tus aspiraciones, alicortas, las cobijas bajo el paraguas general del apego. Casi más que a las otras; las sobrecompensas. Como al pollito canijo; o a la cría que se queda sin tetilla para mamar.
¿Que por qué digo aquí ‘estas cosas’ (tan ‘raras’)? ¿Porque la ruta de hoy es una de esas en las que pudieras encontrar menos aspectos sobresalientes de los que esperabas o habrías deseado? Tal vez; aunque todo depende de tus expectativas previas.
Antes de haberla concluido, sin haber marcado aún sus caminos con sudor (¿'sudor'?; ¿seguro?), tal vez habría dicho: --“Está muy bien para un paseo rápido”. Después, ahora: --“Ni se te ocurra restarle méritos”. (Y, como extra, una bonita anécdota).
Es una ruta sencilla, pero bien merece la pena. Además, mínima es la pena; poco es el esfuerzo. La verdad es que, a pesar de los titubeos iniciales, nuestra percepción de sus virtudes fue mejorando notablemente conforme avanzábamos.
La teníamos desde hacía un tiempo en la categoría de ‘Quiero ir’. Llegó su momento en primavera; probablemente, es el mejor para disfrutarla, dadas sus características.
LA RUTA
Comenzamos en La Nuez de Arriba (se puede, igualmente, en Úrbel del Castillo). Ascendemos cómodamente al cerro (km 2,1) por buen terreno. En el km 3,8 dejamos la pista paramera y nos introducimos en un monte, más bien dehesa, de encinas, hasta el km 5,7.
Desde allí hasta el inicio del descenso (km 8) a Úrbel, llevamos a un lado los campos de cereales y al otro el monte. Si nos salimos de la pista por el lado derecho, veremos desde arriba los entresijos del barranco de El Embid (lo hicimos en varias ocasiones).
Seguidamente, durante el descenso, a la izquierda nos entretiene el anillo rocoso de la lora de Úrbel. De frente va desvelándose el propio pueblo y su estandarte, el empingorotado torreón. En Úrbel del Castillo (km 9,2) también su iglesia (además del castillo) tiene interés (otra ruta: ver [*] debajo).
Nos embarcamos luego en un paseo por la exuberante campiña bañada por el río Úrbel (hasta el km 11,9). Allí, una alineación rocosa nos obliga a subir hasta la carretera BU-601 (km 12,4). Con amplios arcenes, en 300 metros nos deja a la entrada de La Nuez.
Posibles Dificultades:
Todo el trayecto se hace por caminos y pistas (y unos metros por asfalto) en buen estado. Si te aburres, puedes salirte de ellos en bastantes tramos. Es relativamente fácil orientarse. La exigencia física es, obviamente, baja, dado el leve desnivel.
Tras las lluvias, puedes encontrar alguna zona encharcada en la campiña. En particular, en el km 10,5, hay un arroyo junto al río Úrbel que pudiera suponer alguna dificultad (con mucha lluvia). Se nos mojaron únicamente las suelas de las botas.
DESTACADO
La ruta había sido algo poco especiada en su primera mitad. Vamos, que nos había parecido algo sosa. Mirando ahora hacia atrás, creo que esa impresión fue injusta.
Hacia el km 6, la ruta empezó a ofrecer más variedad y color. Acercándonos a Úrbel del Castillo, comenzamos ya a sincronizar aspiraciones y realidades, cabeza y piernas.
(1) La Nuez de Arriba y Úrbel del Castillo:
(a) El pequeño pueblo de La Nuez de Arriba (a más de 20 km de la Nuez de Abajo, por carretera) tiene el encanto austero de la comarca. Todos sus vecinos debían estar en la calle o faenando en los huertos. Fue inusual tanto saludo.
(b) Nos sorprendió en La Nuez un rincón donde se aprietan la iglesia, el teleclub y bar, la escuela pública ‘de ambos sexos’, y el edificio de usos múltiples; como dándose compañía. Todo en 20 metros. Y a dos pasos, el hotel rural. Economía de espacio.
(c) Por Úrbel del Castillo, algo más grande, ya habíamos pasado en dos ocasiones, una bastante reciente. Su iglesia y el torreón-fortaleza, por separado, y, más aun, cuando los ves ‘encarados’ el uno al otro, son sus mayores atractivos.
(d) Y esa ‘ermita’ de San Esteban en el barrio de arriba de Úrbel. Con su espadaña, hueco de campanario con arco de medio punto, y campanillo y cadena. ¡Y, justo pegada a ellos, una antena de TV! ‘Original’…. Actualmente es una vivienda particular.
(e) En la última ocasión en Úrbel, el asalto al castillo nos había sacudido bien la badana [*] (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/urbel-del-castillo-la-piedra-y-el-portillo-mancella-130381489). Ahora, Úrbel nos enganchó con una bonita Anécdota humana (ver debajo).
(2) Los Paisajes:
(a) La primavera viste de colores todo; también el páramo. Aun así, he tratado de explicarme el porqué de la insatisfacción durante los primeros km: Vamos por una pista de zahorra ‘demasiado’ amplia, que te aleja de la naturaleza y desvirtúa su sabor.
(b) Luego, la propia dehesa, los campos cultivados, las laderas floridas de la lora de Úrbel, el barranco de El Embid (a un lado; hay que apartarse del camino; ver a continuación), la vaguada hacia el pueblo de Úrbel,…, todo ello te pone en sintonía natural.
(c) Desde que llegamos al páramo cultivado (km 5,7), y hasta que encaramos la bajada a Úrbel del Castillo (km 7,7), tenemos a nuestro lado derecho El Embid. Desde el camino, puede pasarnos desapercibido. Vale la pena acercarse a su borde.
(d) El Embid de Úrbel es un barranco con bordes rocosos y abundante vegetación en sus laderas y fondo. Se abre desde el páramo hasta la campiña. Por su agudo lecho discurre el arroyo del mismo nombre. Puede llevar agua en época de lluvias.
(e) Finalmente, una vez sobrepasado Úrbel del Castillo, nos queda la pletórica vega regada por el río. Es la parte más festiva, más extrovertida. A ello se añaden, por el flanco derecho, la desembocadura de El Embid y la alineación rocosa que cierra la campiña.
ANÉCDOTA
Cruzando Úrbel del Castillo, sólo a una persona vimos. Una señora mayor regaba y limpiaba sus flores. Macetas por todo alrededor de su casa. No menos de 20 (las suyas, porque luego hubo más).
Había algunas muy bonitas y se lo dijimos. Nos fue dando los nombres de las flores y datos de su procedencia (“pues ésta me la han traído de Vitoria…”, etc.). Estaba, comprensible y merecidamente, orgullosa de ellas, de su buen aspecto.
Hice tres o cuatro fotos rápidas y me quedé con ganas de más. No podíamos abusar, dando a la buena mujer la impresión de que sólo nos interesaran sus flores (para ‘llevárnoslas’ digitalmente), más que ella misma.
--“No sólo me encargo de mis flores, sino también de las de las vecinas, cuando no están”, nos dijo. Y nos llevó a verlas a las casas adyacentes. Fue como una ruta dentro de la otra.
--“Dan trabajo, aunque me dejan preparados unos bidones de agua cerca (allí estaban). Que, si no, ya me canso”. Pues parecía ‘tener correa’ para eso y mucho más, la señora.
--“El granizo reciente ha ‘gibado’ las flores que estaban menos resguardadas bajo los aleros”, añadió cuando llegamos a algunas macetas con flores estropeadas.
¡Ay, señora mía! Ahí sí que me ha ‘gibado’ Vd., a base de bien, pensé. Me ha transportado a otro tiempo; a otro mundo. Pasados ambos. Y decía el poeta que “…a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor…”.
Hacía ‘siglos’ que no oía esa palabra. Así que, si aquél tiempo/mundo en el que se usaba esa voz era mejor (que éste), entonces me ha ‘gibado’ Vd., al recordármelo.
Pensaba que ‘gibar’ era un localismo extinguido. Pero no. Consultada la RAE, me alegra ver que (en su acepción coloquial) tiene el significado de fastidiar.
Gracias, señora, por su léxico; por deleitarme con ‘gibar’.
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 42 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 239 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Todas las rutas que haces terminas adoptándolas. Se incorporan al propio bagaje como si fueran parte de ti. Porque lo son, después de pateár(te)las (‘patearlas’, no, que suena feo). Ahí se queda cada árbol, cada piedra: en tu carne y en tu mente. Así que a todas les tomas cariño.
Incluso aquellas rutas que se quedan escasas en satisfacer tus aspiraciones, alicortas, las cobijas bajo el paraguas general del apego. Casi más que a las otras; las sobrecompensas. Como al pollito canijo; o a la cría que se queda sin tetilla para mamar.
¿Que por qué digo aquí ‘estas cosas’ (tan ‘raras’)? ¿Porque la ruta de hoy es una de esas en las que pudieras encontrar menos aspectos sobresalientes de los que esperabas o habrías deseado? Tal vez; aunque todo depende de tus expectativas previas.
Antes de haberla concluido, sin haber marcado aún sus caminos con sudor (¿'sudor'?; ¿seguro?), tal vez habría dicho: --“Está muy bien para un paseo rápido”. Después, ahora: --“Ni se te ocurra restarle méritos”. (Y, como extra, una bonita anécdota).
Es una ruta sencilla, pero bien merece la pena. Además, mínima es la pena; poco es el esfuerzo. La verdad es que, a pesar de los titubeos iniciales, nuestra percepción de sus virtudes fue mejorando notablemente conforme avanzábamos.
La teníamos desde hacía un tiempo en la categoría de ‘Quiero ir’. Llegó su momento en primavera; probablemente, es el mejor para disfrutarla, dadas sus características.
LA RUTA
Comenzamos en La Nuez de Arriba (se puede, igualmente, en Úrbel del Castillo). Ascendemos cómodamente al cerro (km 2,1) por buen terreno. En el km 3,8 dejamos la pista paramera y nos introducimos en un monte, más bien dehesa, de encinas, hasta el km 5,7.
Desde allí hasta el inicio del descenso (km 8) a Úrbel, llevamos a un lado los campos de cereales y al otro el monte. Si nos salimos de la pista por el lado derecho, veremos desde arriba los entresijos del barranco de El Embid (lo hicimos en varias ocasiones).
Seguidamente, durante el descenso, a la izquierda nos entretiene el anillo rocoso de la lora de Úrbel. De frente va desvelándose el propio pueblo y su estandarte, el empingorotado torreón. En Úrbel del Castillo (km 9,2) también su iglesia (además del castillo) tiene interés (otra ruta: ver [*] debajo).
Nos embarcamos luego en un paseo por la exuberante campiña bañada por el río Úrbel (hasta el km 11,9). Allí, una alineación rocosa nos obliga a subir hasta la carretera BU-601 (km 12,4). Con amplios arcenes, en 300 metros nos deja a la entrada de La Nuez.
Posibles Dificultades:
Todo el trayecto se hace por caminos y pistas (y unos metros por asfalto) en buen estado. Si te aburres, puedes salirte de ellos en bastantes tramos. Es relativamente fácil orientarse. La exigencia física es, obviamente, baja, dado el leve desnivel.
Tras las lluvias, puedes encontrar alguna zona encharcada en la campiña. En particular, en el km 10,5, hay un arroyo junto al río Úrbel que pudiera suponer alguna dificultad (con mucha lluvia). Se nos mojaron únicamente las suelas de las botas.
DESTACADO
La ruta había sido algo poco especiada en su primera mitad. Vamos, que nos había parecido algo sosa. Mirando ahora hacia atrás, creo que esa impresión fue injusta.
Hacia el km 6, la ruta empezó a ofrecer más variedad y color. Acercándonos a Úrbel del Castillo, comenzamos ya a sincronizar aspiraciones y realidades, cabeza y piernas.
(1) La Nuez de Arriba y Úrbel del Castillo:
(a) El pequeño pueblo de La Nuez de Arriba (a más de 20 km de la Nuez de Abajo, por carretera) tiene el encanto austero de la comarca. Todos sus vecinos debían estar en la calle o faenando en los huertos. Fue inusual tanto saludo.
(b) Nos sorprendió en La Nuez un rincón donde se aprietan la iglesia, el teleclub y bar, la escuela pública ‘de ambos sexos’, y el edificio de usos múltiples; como dándose compañía. Todo en 20 metros. Y a dos pasos, el hotel rural. Economía de espacio.
(c) Por Úrbel del Castillo, algo más grande, ya habíamos pasado en dos ocasiones, una bastante reciente. Su iglesia y el torreón-fortaleza, por separado, y, más aun, cuando los ves ‘encarados’ el uno al otro, son sus mayores atractivos.
(d) Y esa ‘ermita’ de San Esteban en el barrio de arriba de Úrbel. Con su espadaña, hueco de campanario con arco de medio punto, y campanillo y cadena. ¡Y, justo pegada a ellos, una antena de TV! ‘Original’…. Actualmente es una vivienda particular.
(e) En la última ocasión en Úrbel, el asalto al castillo nos había sacudido bien la badana [*] (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/urbel-del-castillo-la-piedra-y-el-portillo-mancella-130381489). Ahora, Úrbel nos enganchó con una bonita Anécdota humana (ver debajo).
(2) Los Paisajes:
(a) La primavera viste de colores todo; también el páramo. Aun así, he tratado de explicarme el porqué de la insatisfacción durante los primeros km: Vamos por una pista de zahorra ‘demasiado’ amplia, que te aleja de la naturaleza y desvirtúa su sabor.
(b) Luego, la propia dehesa, los campos cultivados, las laderas floridas de la lora de Úrbel, el barranco de El Embid (a un lado; hay que apartarse del camino; ver a continuación), la vaguada hacia el pueblo de Úrbel,…, todo ello te pone en sintonía natural.
(c) Desde que llegamos al páramo cultivado (km 5,7), y hasta que encaramos la bajada a Úrbel del Castillo (km 7,7), tenemos a nuestro lado derecho El Embid. Desde el camino, puede pasarnos desapercibido. Vale la pena acercarse a su borde.
(d) El Embid de Úrbel es un barranco con bordes rocosos y abundante vegetación en sus laderas y fondo. Se abre desde el páramo hasta la campiña. Por su agudo lecho discurre el arroyo del mismo nombre. Puede llevar agua en época de lluvias.
(e) Finalmente, una vez sobrepasado Úrbel del Castillo, nos queda la pletórica vega regada por el río. Es la parte más festiva, más extrovertida. A ello se añaden, por el flanco derecho, la desembocadura de El Embid y la alineación rocosa que cierra la campiña.
ANÉCDOTA
Cruzando Úrbel del Castillo, sólo a una persona vimos. Una señora mayor regaba y limpiaba sus flores. Macetas por todo alrededor de su casa. No menos de 20 (las suyas, porque luego hubo más).
Había algunas muy bonitas y se lo dijimos. Nos fue dando los nombres de las flores y datos de su procedencia (“pues ésta me la han traído de Vitoria…”, etc.). Estaba, comprensible y merecidamente, orgullosa de ellas, de su buen aspecto.
Hice tres o cuatro fotos rápidas y me quedé con ganas de más. No podíamos abusar, dando a la buena mujer la impresión de que sólo nos interesaran sus flores (para ‘llevárnoslas’ digitalmente), más que ella misma.
--“No sólo me encargo de mis flores, sino también de las de las vecinas, cuando no están”, nos dijo. Y nos llevó a verlas a las casas adyacentes. Fue como una ruta dentro de la otra.
--“Dan trabajo, aunque me dejan preparados unos bidones de agua cerca (allí estaban). Que, si no, ya me canso”. Pues parecía ‘tener correa’ para eso y mucho más, la señora.
--“El granizo reciente ha ‘gibado’ las flores que estaban menos resguardadas bajo los aleros”, añadió cuando llegamos a algunas macetas con flores estropeadas.
¡Ay, señora mía! Ahí sí que me ha ‘gibado’ Vd., a base de bien, pensé. Me ha transportado a otro tiempo; a otro mundo. Pasados ambos. Y decía el poeta que “…a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor…”.
Hacía ‘siglos’ que no oía esa palabra. Así que, si aquél tiempo/mundo en el que se usaba esa voz era mejor (que éste), entonces me ha ‘gibado’ Vd., al recordármelo.
Pensaba que ‘gibar’ era un localismo extinguido. Pero no. Consultada la RAE, me alegra ver que (en su acepción coloquial) tiene el significado de fastidiar.
Gracias, señora, por su léxico; por deleitarme con ‘gibar’.
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