Por Los Pilones De La Garganta De Los Infiernos

Esta primavera hemos estado admirando La Garganta de los Infiernos, formada sobre las cristalinas aguas del Río Jerte.

Comenzamos la ruta cerca del Centro de Interpretación de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Allí tenemos carteles anunciando la ruta y también contándonos sobre la fauna y flora del lugar. Ya allí nos encontramos con las aguas del Jerte saliéndonos al encuentro.

En seguida vamos ascendiendo paulatinamente por un retorcido sendero marcado en blanco y amarillo. Caminamos entre un paisaje rocoso no exento de belleza y deslizándonos, siempre siguiendo las señales, sobre escaleras escarbadas en el terreno.

Arboleda de hoja caduca, como los robles melojo, y tronco estilizado acompaña a los caminantes amparándolos de los rayos del sol.

Tiene el senderista momentos para contemplar el valle besado por las aguas del Jerte,
para deleitarse con el color y el aroma de las flores primaverales Y otros en que las piedras del camino invitan al descanso.

Aunque lo que predomina es el verde del bosque en donde si observamos detenidamente descubriremos algún elemento que nos llame la atención. Las piedras que nos rodean también piden su protagonismo y momento de gloria.

Y como estamos en El valle del Jerte algún que otro cerezo encontramos en nuestro caminar.

La tierra que pisan nuestros pies en un determinado punto es sustituida por una calzada empedrada sobre la que resuenan con fuerza los cascos de los caballos que por allí trotan y que nos conduce a un área recreativa, signo de que nuestro principal objetivo está muy cerca.

Se trata de La Garganta del Infierno, que se abre entre las montañas cayendo su torrente de agua en una sucesión de cascadas que son una maravilla.

Cruzamos un providencial puente sobre la fantasía líquida. Y nos adentramos en un trocito de paraíso en forma de pilones o marmitas naturales donde fluyen las revoltosas aguas del Jerte.

Les llaman Los Pilones o Las Marmitas del Gigante, y son el resultado del efecto que ha producido la caída tumultuosa del agua sobre las rocas de granito a lo largo de los tiempos.

Hay habilitado un corredor para poder transitar y contemplar con calma esa manifestación poderosa de la naturaleza escuchando el murmullo de las aguas. Se puede incluso tocar las frescas aguas y remojarse en estas piscinas naturales que atraen a su vera.

Una pequeña fuente mana tranquila al lado de la vertiginosa sonoridad acuosa.

Después de este relajante paraje continúa el senderista su periplo para arribar al Mirador Chorrero De La Virgen desde donde admirar una panorámica del valle y, si hay suerte, de la magnífica Cascada Del Manto de La Virgen.

Iniciamos el retorno y lo hacemos por una pista en donde inicialmente nos rodean los melojos para dar paso después a unos estilizados castaños que, desprovistos de sus ropajes, permitían pinceladas azules en el paisaje.

Inolvidable caminata admirando las piscinas naturales esculpidas por el Jerte en su valle.

Reseñar que al principio la ruta es ascendente pero se lleva bien y paulatinamente se llega hasta la, a veces abarrotada zona de Los Pilones, por eso, si se puede es mejor acudir temprano y en días en que no haya mucha afluencia de público para poder admirar mejor el paraje.