Por Tierras de Covelo

En esta ocasión la caminata nos lleva por tierras de Covelo de cuyo centro salimos para ya al poco encontrarnos con bonitas muestras de lo que se nos ofrecería por los alrededores a lo largo de la jornada.

Un pequeño pontón sobre El Regato Refusio, afluente del Río Tea, nos conecta con La Vía Mariana, un itinerario de peregrinación que, pasando por Santiago, une tierras de Portugal con el Santuario de A Virxe da Barca en Muxía, Galicia, a su paso por estos parajes.

A su vez pequeños riachuelos donan sus aguas al Refusio también llamado De Coveliño.

Iniciamos una ligera subida por senderos adornados con la frondosidad de árboles autóctonos destacando los fuertes robles. El verde lo impregna todo: las hojas de los árboles, los troncos, los muros,...

A continuación una etapa de transición nos lleva por espacios abiertos con miras más allá del horizonte en donde la vegetación cambia bruscamente.

No faltan los estilizados pinos elevándose hacia las alturas, mezclados con otros elementos vegetales ofreciéndonos una paleta multicolor.

Una pequeña área recreativa poblada de castaños nos depara un momento de descanso.

Y continúa el senderista siempre rodeado de belleza.

De resaltar la parte que nos lleva sobre una antigua levada pisando sobre el verde del musgo que tapiza suelo, muros y árboles. Os llamarán la atención varios agujeros en la ruta. Si os detenéis veréis el agua del Regato Verdego, que ahora discurre semi-escondida y parece que quiere salir a respirar.

Un encanto especial tienen los momentos en que pasamos por lugares con sus casas y hórreos ahora en ruinas devastados por la soledad y el olvido. Con sus paredes sin techo paradas en el tiempo sin visitas, sólo recibiendo la verde e inexorable pátina del discurrir de los días. Al igual que las piedras que cercan las fincas ahora sin cosecha que ofrecer.

Nos detuvimos algún tiempo en El Santuario de La Santa Cruz de Baldomar en donde se venera una Reliquia de la Vera Cruz y por Semana Santa se representa La Ceremonia del Desenclavo. Entrad y fijaos en su Baldaquino Barroco.

Y no pasamos por alto La Iglesia de Santa Mariña con su Casa Rectoral, Un Vía Crucis rodeándola y un Cruceiro de Ánimas en el exterior.

Prosigue el caminante descendiendo por un camino empedrado que le lleva de nuevo a orillas del Regato De Coveliño fluyendo entre retorcidos cantos rodados, y que cruza con la ayuda de un rústico pontón.

Ascendiendo arribamos ya al centro de Covelo donde visitamos La Iglesia de Santiago y El Cruceiro de Los Afligidos, obra del Maestro Cerviño, con una decoración iconográfica exquisita y sorprendente, una verdadera joya del arte en piedra.

Todo ésto y mucho más en una ruta para llenar el alma de entusiasmo, serenidad y energía para estos momentos turbulentos que nos ha tocado vivir.

Reseñar que es una ruta no señalizada con lo que se precisa de la ayuda del GPS para seguirla. Los caminos y senderos, cuando nosotros la realizamos se encontraban en perfectas condiciones para la práctica del senderismo.