Posición de la Pizarra Alta y búnkeres de Las Doscientas (Belalcázar)
near Belalcázar, Andalucía (España)
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Itinerary description
Ruta desde Belalcázar hasta el río Zújar (que marca el límite entre Andalucía y Extremadura hasta su desembocadura en el embalse de La Serena), para visitar algunos vestigios de nuestra Guerra Civil: la Posición de la Pizarra Alta y los búnkeres de Las Doscientas.
Desde Córdoba capital sigo la N-432 y luego la N-502 hasta Alcaracejos, tomando aquí la A-422 y dirigiéndome una vez en Belalcázar al oeste de la localidad, aparcando al inicio del Camino de Cabeza del Buey.
Salgo del pueblo por la Vereda de Castuera cruzando el arroyo de la Jarilla (bastante crecido hoy) por el Puente Romano de San Pedro, en el camino de la Mesta (por donde pasaba una calzada romana de carácter secundario que enlazaba con el Balneario romano de Santa María de la Selva, encontrándose restos arqueológicos en la finca de la Selva). Junto a un pozo abrevadero se bifurca el camino, continuando a la izquierda por la Vereda de Castuera, que dejo en la siguiente bifurcación por el Camino de la Selva, a la derecha. Sigo dirección noroeste encontrando una nueva bifurcación, recorridos unos 1800 metros de la anterior, continuando por el camino de la derecha (el de la Selva); más adelante hay un cruce de caminos, con una explotación ganadera al frente, sobre una loma: continúo por el de la izquierda, que sigue siendo el Camino de la Selva y que más adelante cruza el arroyo de Armijo, antes de subir a otra explotación ganadera, pasada la cual sigue a la derecha. Me interno ahora en terreno de Las Doscientas, que queda a mi derecha, girando rumbo norte, hacia la Pizarra Alta y el río Zújar.
Tras pasar varias cancelas, llego a la Casa de la Pizarra Alta: aquí hay una nueva cancela que puede abrirse, pues el camino es público, aunque la Posición de la Pizarra Alta queda sobre un altozano a unos metros del camino, ya en propiedad privada (por lo que se debe pedir permiso para visitarla). Estos lugares fueron escenario durante el verano de 1938 de una serie de operaciones militares ejecutadas con éxito por las tropas nacionales (partiendo desde el Valle de la Serena) para cruzar el río Zújar (frente que estaba defendido por el VIII Cuerpo de Ejército republicano), cortando la carretera de Belalcázar a Cabeza del Buey y pasando el río en la Estación de Belalcázar, mientras otra
columna franquista consiguió
ocupar Cabeza del Buey, Zarzacapilla y Almorchón; pocos días después la contraofensiva republicana recuperó algo del terreno perdido, aunque los franquistas conservaron Cabeza del Buey y la orilla sur del Zújar, fijándose la línea del frente, en septiembre de 1938, entre la ermita de la Virgen de Nuestra Señora de Gracia de las Alcantarillas y la loma de la Pizarra Alta. A lo largo de esta línea se levantaron varios búnkeres y un refugio: en concreto en esta posición un búnker (con inscripciones sobre su techo que atestiguan quienes lo construyeron) y un refugio aledaño, bien conservados, además de varias construcciones auxiliares en ruinas a sus espaldas, dominando el arroyo Malagón y el río Zújar.
Volviendo al camino, bajo por una pequeña senda hasta el río, a cuya vera pueden verse las ruinas de un molino harinero (llamado de la Culebra), con tres cárcavos y restos de una represa y del caz que conducía el agua hasta el molino. Este río es el
afluente más caudaloso del Guadiana por su margen izquierda.
Inicio la vuelta por el mismo camino hasta llegar a Las Doscientas; tras un primer intento -fallido- de llegar a esta otra posición del frente del Zújar entrando por la alambrada abierta, encuentro más adelante otro paso expedito, pasada la cota 483, subiendo a la 489, donde hay una mancha de encinar, quedando los dos búnkeres al otro lado de la malla. Siguiendo junto a la alambrada se puede llegar hasta el arroyo Malagón (salvando una angarilla baja), pero luego resulta dificultoso continuar junto a su ribera, por lo que vuelvo al camino principal.
Ya en el anterior cruce de caminos, dejo el de la Selva para seguir por otro que va paralelo al Malagón, teniendo que salvar una alambrada baja junto al arroyo (cerca de unas ruinas); luego tras dejar atrás un par de cancelas que pueden abrirse y un eucaliptal junto al arroyo, el camino se va separando del agua y termina en la Vereda de Cabeza del Buey, por la que recorro unos 1800 metros hasta llegar nuevamente al Puente de San Pedro.
La ruta transcurre en su mayor parte por caminos de tierra, estribando su dificultad solo en su kilometraje, aunque hoy, con los arroyuelos rebosantes (a Dios gracias), cuesta un poco vadearlos (es aconsejable disponer de otro par de calcetines y de zapatillas para cambiarse al final).
Desde Córdoba capital sigo la N-432 y luego la N-502 hasta Alcaracejos, tomando aquí la A-422 y dirigiéndome una vez en Belalcázar al oeste de la localidad, aparcando al inicio del Camino de Cabeza del Buey.
Salgo del pueblo por la Vereda de Castuera cruzando el arroyo de la Jarilla (bastante crecido hoy) por el Puente Romano de San Pedro, en el camino de la Mesta (por donde pasaba una calzada romana de carácter secundario que enlazaba con el Balneario romano de Santa María de la Selva, encontrándose restos arqueológicos en la finca de la Selva). Junto a un pozo abrevadero se bifurca el camino, continuando a la izquierda por la Vereda de Castuera, que dejo en la siguiente bifurcación por el Camino de la Selva, a la derecha. Sigo dirección noroeste encontrando una nueva bifurcación, recorridos unos 1800 metros de la anterior, continuando por el camino de la derecha (el de la Selva); más adelante hay un cruce de caminos, con una explotación ganadera al frente, sobre una loma: continúo por el de la izquierda, que sigue siendo el Camino de la Selva y que más adelante cruza el arroyo de Armijo, antes de subir a otra explotación ganadera, pasada la cual sigue a la derecha. Me interno ahora en terreno de Las Doscientas, que queda a mi derecha, girando rumbo norte, hacia la Pizarra Alta y el río Zújar.
Tras pasar varias cancelas, llego a la Casa de la Pizarra Alta: aquí hay una nueva cancela que puede abrirse, pues el camino es público, aunque la Posición de la Pizarra Alta queda sobre un altozano a unos metros del camino, ya en propiedad privada (por lo que se debe pedir permiso para visitarla). Estos lugares fueron escenario durante el verano de 1938 de una serie de operaciones militares ejecutadas con éxito por las tropas nacionales (partiendo desde el Valle de la Serena) para cruzar el río Zújar (frente que estaba defendido por el VIII Cuerpo de Ejército republicano), cortando la carretera de Belalcázar a Cabeza del Buey y pasando el río en la Estación de Belalcázar, mientras otra
columna franquista consiguió
ocupar Cabeza del Buey, Zarzacapilla y Almorchón; pocos días después la contraofensiva republicana recuperó algo del terreno perdido, aunque los franquistas conservaron Cabeza del Buey y la orilla sur del Zújar, fijándose la línea del frente, en septiembre de 1938, entre la ermita de la Virgen de Nuestra Señora de Gracia de las Alcantarillas y la loma de la Pizarra Alta. A lo largo de esta línea se levantaron varios búnkeres y un refugio: en concreto en esta posición un búnker (con inscripciones sobre su techo que atestiguan quienes lo construyeron) y un refugio aledaño, bien conservados, además de varias construcciones auxiliares en ruinas a sus espaldas, dominando el arroyo Malagón y el río Zújar.
Volviendo al camino, bajo por una pequeña senda hasta el río, a cuya vera pueden verse las ruinas de un molino harinero (llamado de la Culebra), con tres cárcavos y restos de una represa y del caz que conducía el agua hasta el molino. Este río es el
afluente más caudaloso del Guadiana por su margen izquierda.
Inicio la vuelta por el mismo camino hasta llegar a Las Doscientas; tras un primer intento -fallido- de llegar a esta otra posición del frente del Zújar entrando por la alambrada abierta, encuentro más adelante otro paso expedito, pasada la cota 483, subiendo a la 489, donde hay una mancha de encinar, quedando los dos búnkeres al otro lado de la malla. Siguiendo junto a la alambrada se puede llegar hasta el arroyo Malagón (salvando una angarilla baja), pero luego resulta dificultoso continuar junto a su ribera, por lo que vuelvo al camino principal.
Ya en el anterior cruce de caminos, dejo el de la Selva para seguir por otro que va paralelo al Malagón, teniendo que salvar una alambrada baja junto al arroyo (cerca de unas ruinas); luego tras dejar atrás un par de cancelas que pueden abrirse y un eucaliptal junto al arroyo, el camino se va separando del agua y termina en la Vereda de Cabeza del Buey, por la que recorro unos 1800 metros hasta llegar nuevamente al Puente de San Pedro.
La ruta transcurre en su mayor parte por caminos de tierra, estribando su dificultad solo en su kilometraje, aunque hoy, con los arroyuelos rebosantes (a Dios gracias), cuesta un poco vadearlos (es aconsejable disponer de otro par de calcetines y de zapatillas para cambiarse al final).
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Comments (3)
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Fabulosa descripción de una ruta preciosa. Has estado muy cerquita del término de El Viso, mi querido pueblo, aunque vi la luz en Alcaracejos, término viseño que es el más septentrional de Andalucía, lindero con Extremadura y Castilla la Mancha, donde me queda pendiente visitar el castillo de Madroñiz. Recuerdo a mis tíos relatar el pánico que tenían cuando oían rugir las hélices de los aviones franquistas que bombardeaban el pueblo, y se refugiaban en los refugios subterráneos que hay en la plaza del pueblo, visitables y que merece la pena ver.
Gracias, Paco, siempre es un placer visitar los Pedroches. Hoy la dehesa estaba espectacular
Da gusto ver la dehesa con tanta agua, con todos los arroyos corriendo, plena de verdor. Seguro que te habrás tropezado con algún buitre negro, hay bastantes por esa zona, y quizá con algún águila imperial. Y quizá hayas visto las últimas grullas, que ya han tomado camino a sus cuarteles de verano, en centro y norte de Europa. Y con un poco de suerte alguna avutarda, ya iniciando la parada nupcial. Maravilloso paraje.