Potes - Valmeo - Cascadas de Retumba - Maredes - PICO LA VIORNA - Carrascal de Volan - Potes

DISTANCIA: 10,5 Kms. TIEMPO DE SUBIDA: 2h.45m. TIEMPO DE BAJADA: 1h.15m. TIEMPO TOTAL: 4h. DESNIVELES: Subir y bajar 825 metros

Partimos de la Estación de Autobuses de Potes(295), acercándonos a los jardines donde está el monumento al médico rural, tomando el camino asfaltado que los bordea por la izquierda. Dicho camino nos aproxima a las orillas del río Quiviesa, formado por la confluencia de varios arroyos originados en la raya de la Cordillera Cantábrica, y vamos remontando su valle por la orilla izquierda, primero por camino asfaltado y 20 minutos después ya se continúa por una senda de ribera siempre próxima al río. Por la otra orilla discurre la carretera que sube para el Puerto de San Glorio, mientras que nuestra senda entra en prados de siega con servidumbre de paso que nos permiten llegar al pequeño pueblo de Valmeo(343) por caminos alternativos a su carretera de acceso en algo mas de media hora. Este pueblín se asienta en la confluencia de los ríos Quiviesa y su afluente el Retumba, cuyo valle vamos a remontar para conocer las cascadas que va formando el arroyo que lo recorre en su discurrir hasta confluir en el Quiviesa. Para ello se continúa por una senda que remonta este valle de laderas densamente forestadas, con predominio de la encina, yendo siempre próximos al cauce del arroyo, que la senda vadea en varias ocasiones; todo en un ambiente de naturaleza salvaje donde en ningún momento se aprecia que haya sido modificada para buscar algún aprovechamiento ganadero o forestal, con el aliciente añadido de las cascadas que forma el arroyo, que son muchas y de todo tipo, siendo la mas espectacular la última de ellas, que para verla bien hay que salirse de la senda unos pocos metros. A medida que ganamos altura los claros van ganando terreno y empezamos a pasar por prados cerrados, para enlazar poco después con una buena carretera, que caminando por ella unos doscientos metros nos lleva al pueblín de Maredes(855), en la base para subir al pico de La Viorna, que es la cumbre que pretendemos subir. Un cartel situado a la entrada del pueblo nos informa que hay dos maneras de alcanzar dicho pico: una de ellas subiendo por una pista de dos kilómetros y la otra opción es una senda de montaña que parte por lo alto del pueblo y con una longitud de un kilómetro, eligiendo nosotros esta última opción. A la salida del pueblo la senda sube por terrenos aterrazados que en su día fueron tierras de labor y tras rebasarlos entramos en un aclarado monte de encinas, que nos dan algo de sombra mientras remontamos los duros repechos de la ladera, donde el continuo caracoleo de la senda hace mas llevadera la subida. Tras dejar atrás la zona arbolada ya ganamos la cimera del cordal(1044), muy próximos al pico La Viorna, facilmente reconocible por la enorme cruz de hormigón situada en su cima, a la que llegamos en poco mas de cinco minutos. Desde ella tenemos una vista espectacular a los cuatro puntos cardinales y ahí van algunos nombres de montañas y lugares que reconocemos: Macizo Oriental, Peña Vieja, Coriscao, Peña Labra, Peña Sagra, Peña Prieta, Curavacas, Bistruey, Lezna, Peña Ventosa, la villa de Potes y multitud de pueblos de Liébana y comarcas adyacentes, etc. Para ver el Monasterio de Santo Toribio de Liébana hay que avanzar unos metros al norte y situarse sobre una peña. El descenso lo hacemos bajando por una senda que recorre la cimera de la arista entre aclarado encinar, que toma dirección este-noreste y que declina justo en Potes, que es adonde queremos llegar; a los 870 metros de altitud la senda se transforma en un camino-pista y sobre los 735 metros abandona la cimera, siguiendo nosotros por la arista cimera, ahora por señalado sendero que nos lleva a ladera que estuvo plantada de pinos y que en la actualidad está siendo reforestada con especies arbóreas autóctonas, por el medio de los cuales baja la senda algo desdibujada; mas abajo ya entramos en un cortafuegos por el que bajamos hasta enlazar con ancha pista terrera, que nos lleva a otra con el firme hormigonado, por la que alcanzamos el cementerio y desde aquí, ya por carretera asfaltada, entramos en Potes(295), cerrando el estupendo circuito de esta agradable y sencilla ruta.