Poyotello - Piedra Dionisia - Poyos de La Toba, Puerto Marchena - Puntal Canteros - Miller

Travesía exigente por la distancia pero muy cómoda por caminos espectaculares la oficial del Club Deportivo Montañeros de La Loma de Septiembre. El día 19 sábado comenzamos caminata desde la aldea de Poyotello, donde tras apenas 200 metros de caminata desperezamos a más de 30 buitres que levanta el vuelo pesados. Tras la involuntaria “molestia” nos dirigimos a la Risca de las Buitreras que nos da la primera visión de vértigo del Valle del Segura, realzado con las nubes y los resquicios por donde cuela algún rayo de sol. Rápidamente alcanzamos Piedra Dionísia y la casa forestal de La Campana, y ya desde aquí buscamos la carretera de Despiernacaballos. Al cruzar pensamos en cambiar la idea original para acceder al Puntal de las buitreras, pero a la altura del Cerro del Gamonar nos damos cuenta de que es un terreno fatigoso y vamos muy expuestos al aire, al agua o al sol, que el día está extraño, por lo que buscamos en ese momento el trazado original. Resulta ser un completo acierto, ya que se trata de un viejo camino con un trazado perfecto para el senderismo. Aunque con algún derrumbe se mantienen los recalzos de piedra en numerosos tramos. El camino en su sentido lineal no tiene pérdida posible, aunque se le cruzan un acceso desde La Toba y una subida hacia el Puntal de las Buitreras. Todo el trayecto se hace sin más dificultad y permite siempre vistas hacia el valle y hacia los tremendos paredones. En estas llegamos a Puerto Marchena y desde aquí iniciamos un suave descenso hacia el Puntal de Los Canteros
El punto clave del día es sin duda el Puntal de los Canteros, mirador de auténtico lujo sobre el Valle del Segura desde donde podemos ver en la distancia la Risca de Las Buitreras, lugar sobre Poyotello desde donde iniciamos ruta. En línea recta debe haber unos 17 km, y bueno todo lo que queda en medio de esta línea visual, desde el Puntal de la misa y los dientes de la Vieja a la derecha, el Calar del Pino a continuación y abajo el precioso Anchuricas y los Poyos de La Toba, y ya a la izquierda, es decir, al este El Puntal de las Buitreras, que se nos queda en el tintero, pero servirá como excusa para otro trazado por esta zona espectacular, que realmente no parece de estas latitudes. La masa forestal, el agua y los escarpes nos podrían situar en lugares mucho más al norte. El último tramo nos conduce a la preciosa aldea de Miller, exuberante. Parece un lugar del paraíso.
Finalmente, y ya que para una ruta así hemos tenido que contratar minibus “escoba”, la regamos en la Hospedería del Zumeta con una buena parrillada. Un auténtico lujazo de remate con un espléndido grupo de andarines.