PR-A 420 Miradores y Acantilados de Torrenueva (Costa Tropical)
near Torrenueva, Andalucía (España)
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Itinerary description
Sencilla ruta recorriendo el PR-A 420 (circular, comenzando desde la Torre Vigía de Torrenueva), sendero homologado por la Federación Andaluza de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo (FADMES) en junio de 2021 y elegido en 2023 (en el segundo certamen) Mejor Sendero Homologado de España.
Tomando la salida 889 de la A-7, me dirijo por la N-340 hacia Torrenueva Costa y aparco en las cercanías de la Torre Vigía, que dio nombre a la localidad y que es donde se inicia el sendero. Construida reinando Felipe V, durante un período de reorganización del sistema defensivo del litoral granadino, se levantó en un punto estratégico, controlando el punto muerto existente entre el castillo del Varadero de Motril (derribado a finales del siglo XIX para construir en su solar la fábrica de azúcar San José) y el Castillo de Carchuna, a la vista de la Torre del Varadero (al oeste) y de la Torre del Chucho (al este), también ya desaparecidas; poseía dos cañones para la defensa de la costa.
Cruzando la N-340, enfrente del parque de la Torre Vigía, se encuentra la Plaza Paterna, cuyo nombre nos remite a la Batarna romana, fondeadero que quedó colmatado y alejado de la línea de costa por los aluviones y acumulación de sedimentos de las ramblas; aquí existían una alfarería y las salinas de Trafalcacis, de las que se abastecía Sexi (Almuñécar) para sus salazones (algunas fuentes también ubican en la zona una explotación minera de atutía -óxido de cinc-, de uso en la alfarería, en la fábrica de latón y con fines medicinales). En la plaza se encuentra un antiguo aljibe construido a principios del siglo XX (como una prolongación de las canalizaciones de regadío que procedentes del Tajo de los Vados llevaban las aguas del río Guadalfeo hacia el paraje del Maraute); consta de una nave con dos cuerpos separados por una pared con dos aperturas y hoy se ha convertido en un museo.
Subo por la calle Mirador de la Bahía, por la que abandono el casco urbano continuando entre campos de aguacates y chirimoyos en dirección al complejo deportivo Cañada Vargas y Cabo Sacratif, por el camino del canal dirección a Cañada Real del Conjuro y Carchuna. Más adelante, dejo a la izquierda el camino hacia Cañada Vargas y sigo hacia el Cabo Sacratif, cambiando la pista asfaltada por un camino de tierra que rodea el pinar; luego vira hacia el este, pasando junto al Mirador del Maraute (acondicionado con bancos y mesas) y continuando por la solana del monte (en verano este tramo puede hacerse algo arduo, aunque compensa por las vistas marinas). Tras algo más de 2 kilómetros por pista terriza se llega a un mirador con buenas vistas sobre el Faro de Sacratif, ya cercano. El sendero baja hasta la carretera N-340, siguiendo unos metros por una senda paralela a la misma, antes de continuar por su otro margen, al pie del faro. Subo hasta el mismo (construido en el siglo XIX sobre los cimientos de una torre de vigía anterior, es el principal de la costa granadina) y lo rodeo por su frente y lateral antes de proseguir camino, ahora por los acantilados. Esta parte del sendero ha sido muy bien acondicionada con elementos de protección, miradores y una pasarela colgante (que se ha hermanado con la malagueña de Canillas de Aceituno).
El sendero baja más adelante entre dos fincas hasta un aparcamiento frente al Cortijo de la Joya, al que rodea subiendo una escalinata antes de pasar sobre la bonita playa naturista de la Joya (a la que se puede acceder por una escalera). Después sube hasta el Mirador El Hondurón, a 58 msnm, construido sobre un aljibe de regadío en desuso; los pescadores locales dieron el nombre de “hondurón” al profundo (con cotas de hasta 350 metros de profundidad), largo y estrecho desfiladero submarino que se adentra en el Mar de Alborán y se extiende desde las cercanías del peñón hasta la playa de Carchuna, surcado por una serie de cañones submarinos entre los que destaca el Cañón de Jolúcar: este cañón, uno de los más importantes de la Costa Tropical, ha ido modificando la morfología de las playas al atrapar los sedimentos e impedir que regresen a la orilla, formando pequeñas calas. Desde aquí podemos admirar las cristalinas aguas color turquesa, las cavidades en la base del acantilado que ha creado el oleaje, los pequeños archipiélagos rocosos…
Sigo hasta el Peñón de Jolúcar, donde se cruza por una pasarela colgante (la primera junto a la costa mediterránea española) suspendida a 35 metros sobre el mar, aunque se puede continuar alternativamente por tierra firme si se padece de vértigo; de lo contrario, es estimulante pasar sus 60 metros de longitud sobre los tablones de madera de Iroko (obtenida del árbol africano milicia excelsa) y especialmente sobre una zona central acristalada que permite ver el abismo bajo nuestros pies.
Desciendo por una escalinata (pasando junto al Mirador de la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores) hasta llegar a la playa de Torrenueva, que recorro hasta el inicio de la ruta, no sin ponerle antes la guinda degustando un rico pescaíto frito en alguno de los bares-restaurantes que jalonan el Paseo Marítimo.
Tomando la salida 889 de la A-7, me dirijo por la N-340 hacia Torrenueva Costa y aparco en las cercanías de la Torre Vigía, que dio nombre a la localidad y que es donde se inicia el sendero. Construida reinando Felipe V, durante un período de reorganización del sistema defensivo del litoral granadino, se levantó en un punto estratégico, controlando el punto muerto existente entre el castillo del Varadero de Motril (derribado a finales del siglo XIX para construir en su solar la fábrica de azúcar San José) y el Castillo de Carchuna, a la vista de la Torre del Varadero (al oeste) y de la Torre del Chucho (al este), también ya desaparecidas; poseía dos cañones para la defensa de la costa.
Cruzando la N-340, enfrente del parque de la Torre Vigía, se encuentra la Plaza Paterna, cuyo nombre nos remite a la Batarna romana, fondeadero que quedó colmatado y alejado de la línea de costa por los aluviones y acumulación de sedimentos de las ramblas; aquí existían una alfarería y las salinas de Trafalcacis, de las que se abastecía Sexi (Almuñécar) para sus salazones (algunas fuentes también ubican en la zona una explotación minera de atutía -óxido de cinc-, de uso en la alfarería, en la fábrica de latón y con fines medicinales). En la plaza se encuentra un antiguo aljibe construido a principios del siglo XX (como una prolongación de las canalizaciones de regadío que procedentes del Tajo de los Vados llevaban las aguas del río Guadalfeo hacia el paraje del Maraute); consta de una nave con dos cuerpos separados por una pared con dos aperturas y hoy se ha convertido en un museo.
Subo por la calle Mirador de la Bahía, por la que abandono el casco urbano continuando entre campos de aguacates y chirimoyos en dirección al complejo deportivo Cañada Vargas y Cabo Sacratif, por el camino del canal dirección a Cañada Real del Conjuro y Carchuna. Más adelante, dejo a la izquierda el camino hacia Cañada Vargas y sigo hacia el Cabo Sacratif, cambiando la pista asfaltada por un camino de tierra que rodea el pinar; luego vira hacia el este, pasando junto al Mirador del Maraute (acondicionado con bancos y mesas) y continuando por la solana del monte (en verano este tramo puede hacerse algo arduo, aunque compensa por las vistas marinas). Tras algo más de 2 kilómetros por pista terriza se llega a un mirador con buenas vistas sobre el Faro de Sacratif, ya cercano. El sendero baja hasta la carretera N-340, siguiendo unos metros por una senda paralela a la misma, antes de continuar por su otro margen, al pie del faro. Subo hasta el mismo (construido en el siglo XIX sobre los cimientos de una torre de vigía anterior, es el principal de la costa granadina) y lo rodeo por su frente y lateral antes de proseguir camino, ahora por los acantilados. Esta parte del sendero ha sido muy bien acondicionada con elementos de protección, miradores y una pasarela colgante (que se ha hermanado con la malagueña de Canillas de Aceituno).
El sendero baja más adelante entre dos fincas hasta un aparcamiento frente al Cortijo de la Joya, al que rodea subiendo una escalinata antes de pasar sobre la bonita playa naturista de la Joya (a la que se puede acceder por una escalera). Después sube hasta el Mirador El Hondurón, a 58 msnm, construido sobre un aljibe de regadío en desuso; los pescadores locales dieron el nombre de “hondurón” al profundo (con cotas de hasta 350 metros de profundidad), largo y estrecho desfiladero submarino que se adentra en el Mar de Alborán y se extiende desde las cercanías del peñón hasta la playa de Carchuna, surcado por una serie de cañones submarinos entre los que destaca el Cañón de Jolúcar: este cañón, uno de los más importantes de la Costa Tropical, ha ido modificando la morfología de las playas al atrapar los sedimentos e impedir que regresen a la orilla, formando pequeñas calas. Desde aquí podemos admirar las cristalinas aguas color turquesa, las cavidades en la base del acantilado que ha creado el oleaje, los pequeños archipiélagos rocosos…
Sigo hasta el Peñón de Jolúcar, donde se cruza por una pasarela colgante (la primera junto a la costa mediterránea española) suspendida a 35 metros sobre el mar, aunque se puede continuar alternativamente por tierra firme si se padece de vértigo; de lo contrario, es estimulante pasar sus 60 metros de longitud sobre los tablones de madera de Iroko (obtenida del árbol africano milicia excelsa) y especialmente sobre una zona central acristalada que permite ver el abismo bajo nuestros pies.
Desciendo por una escalinata (pasando junto al Mirador de la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores) hasta llegar a la playa de Torrenueva, que recorro hasta el inicio de la ruta, no sin ponerle antes la guinda degustando un rico pescaíto frito en alguno de los bares-restaurantes que jalonan el Paseo Marítimo.
Waypoints
Castle
33 ft
Torre Vigía (ss. XVII-XVIII)
De planta circular con un desarrollo ligeramente troncocónico (en su base mide 5.78 metros de diámetro y 4.6 en su parte superior) y casi 11 metros de altura (y con cimientos de más de 2 metros de profundidad), construida en mampostería con lajas de piedra y mortero de cal y arena; la rodeaba un profundo foso circular de 6.8 metros de diámetro
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