PR- A 52 Ítrabo- La Guindalera- Castaño de Jurite

El Sendero Ítrabo - La Guindalera - PR-A 52 recorre parte de la Sierra de los Guájares o de Jurite, con una ascensión desde la localidad de Ítrabo hasta el vértice geodésico de la cima de La Guindalera (1072 m.) pasando por el que podría ser monumento natural, El Castaño de Jurite. Ese sendero por su peculiar ubicación está dotado de un microclima continental pero con fuertes influencias mediterráneas, único para el cultivo de la vid. Recibe más de 3.000 horas de sol anuales con una temperatura media de entre 14 y 16 grados.

Comenzaremos el itinerario en la Avenida de Salobreña de la población de Ítrabo y nos dirigiremos al Ayuntamiento; junto a él se encuentra la Iglesia. Ascenderemos por La Calle Era admirando las intrincadas callejuelas de estilo claramente morisco y pasaremos por dos fuentes que componen parte de la ruta de los Rumores del Agua. Concretamente la fuente de la Era y la del Pilar cuya agua fresca y cristalina nos anima a beber abundantemente.

Pasado el polideportivo encontramos el primer poste informativo de la ruta; nos indica que a unos 500 m se encuentra la Ermita de la Virgen de la Salud con un jardín morisco; pero nosotros nos desviaremos a la izquierda, paseando entre las numerosas huertas de cultivos tropicales (chirimoyas, aguacates, nísperos…) que componen el paraje de la Vega Alta.

Seguimos por el Camino Antiguo de Guaja que va paralelo al Arroyo Nacimiento que forma un barranco muy pintoresco. Este camino pasa junto al Área Recreativa del Nacimiento donde encontramos una fuente de que trae sus aguas pasando por rocas carbonatadas; de ahí su sabor. Se trata de una sencilla fuente rural adosada a un muro de piedras, cuenta con un solo caño que vierte a una pila rectangular.

Numerosas especies de pájaros encuentran alimento y cobijo en estos parajes. La pista que recorremos es amplia y de una pendiente moderada, permitiéndonos disfrutar de bellas vistas del Barranco del Río Nacimiento y de la propia localidad. Nos adentraremos en una vegetación de monte bajo con distintas especies de matorral y arbustos.Encontraremos cultivos tradicionales de almendros y olivar, mezclados con algunos ejemplares de algarrobo.

Con preciosas vistas de la Costa Tropical: el Mar Mediterráneo, la Vega, la Salobreña Nazarí y Motril. Plantas de Azulema y ejemplares de Sauce acompañan nuestros pasos hasta encontrarnos con las viñas de las que sale el valorado Vino de Ítrabo. Al final de la Cuesta tenemos vistas espectaculares de la Sierra de los Guájares, de la Sierra de la Almijara y de la Sierra de las Albuñuelas.

Seguimos por el Camino de la Cuesta y tras varias intersecciones llegaremos junto al Cortijo de Jurite; desviándonos del PR-A para ir a ver el Castaño Centenario de Jurite. Este castaño, auténtico dinosaurio arbóreo, se encuentra en la zona de Jurite, al norte de la Sierra del Chaparral, al pie de la Guindalera, zona de cultivos de castaños, cerezos y viñas. Su tronco tiene aproximadamente un diámetro de 6 metros y una copa de 30 metros, necesitándose 5 personas cogidas por la mano, para poder rodearlo. Por lo que calculamos una edad entorno a 350 años. Tiene un gran valor natural y también sentimental para los lugareños.

Ya eran visibles los primeros anuncios de primavera. No sólo estaban florecidos los almendros y las aulagas sino que en un acelerado calendario, vimos incluso algunas flores de jara, más propias de abril y mayo. Eran indicios falsos y traicioneros. Al llegar a los altos y pasar a la vertiente contraria, la umbría, la que da al norte y a Sierra Nevada, el invierno volvió a dar la cara, pasando de manga corta a ponernos hasta guantes.

En este punto las nubes a modo de niebla se nos echaron encima. Tras regresar sobre nuestros pasos al sendero oficial, haremos un último esfuerzo para llegar al vértice geodésico de la cima de La Guindalera (1072 m.). Desgraciadamente y debido a las nubes las vistas que deben ser espectaculares: serranías y playas, montaña y mar, no las pudimos ver. Fue una pena porque una de las gracias de la excursión son las vistas.

También advertir que el vértice se encuentra dentro de una propiedad particular y no se puede acceder ni a él, ni al mirador que hay al lado. No sabíamos que una propiedad del gobierno podía ubicarse en una finca particular. Junto al vértice se encuentra una escultura a modo de dolmen, con una gran piedra esférica encima. ¿Será esta la guinda de la Guindalera? La vegetación ha vuelto a cambiar y ahora encontramos castaños, cerezos y viñas.

Comenzamos el descenso que da un gran rodeo que nos lleva hasta el precioso mirador de Ítrabo, desde él, disfrutaremos de unas buenas panorámicas aunque el nublado lo seguimos teniendo encima. Más abajo enlazaremos con el camino de ascenso; ya solo queda desandar lo andado hasta el punto de partida.

La comida la hacemos en la cercana Salobreña, debajo del castillo y a la vista del Peñón, en la playa, con el ritmo hipnótico de las olas. 15 grados, tarde tibia y nublada, ahora tranquila, casi sin viento y con una puesta de sol preciosa.