PR-AS4: Cabo Busto

Había ganas de calzarse otra vez las botas y la previsión no era demasiado buena, así que me volví a ir con mis padres a caminar, a algo sencillito, y buscando encontré la Senda del Cabo Busto (PR AS4) en las inmediaciones de Canero, a algo más de media hora de casa, y para allí que nos fuimos. Fue un sorpresón de ruta, muy cuidada y con unos miradores preciosos que poco le pueden pedir a cualquiera de los más famosos de España y Europa. Sin duda muy poco conocida para lo que en realidad es, si bien no deja de ser un paseo llano para hacer en menos de dos horas. La ruta la realizamos el sábado 11 de abril y pese a lo dicho por el tiempo nos hizo una temperatura muy agradable, nada de viento e incluso salió el sol al final, y como se agradeció.

COMO LLEGAR
La ruta arranca en el pueblo de Busto, es muy fácil llegar. En la A-8 está ya indicado, y simplemente entramos al pueblo hasta la iglesia (es bastante intuitivo llegar) donde hay plazas de aparcamiento pintadas y todo



DATOS TÉCNICOS

Distancia: 6 kms
Dificultad: Baja
Desnivel positivo: 25 metros
Cota máxima: Busto (76 metros)
Itinerario: Circular
Niños: Sí, es una perfecta ruta para los que no están de caminar, es fácil y les encantará. Para los más montañeros es ideal para hacer en una mañana de invierno, aunque no sea ningún pico seguro que les gustará.
Señalización: Carteles y marcas por todo el recorrido, sin pérdida.



LA RUTA

La ruta la empezamos en el pueblo de Busto, hay una variante más larga desde Querúas pero decidimos hacerlo así. Aparcamos junto a la bonita iglesia y ahí empezamos a caminar (aquí cometimos el error del día, la ruta se alarga 1 kilómetro cruzando el pueblo hacia el Oeste para ver la preciosa Playa de la Cueva, pero al llevar un track desde Querúas decidimos caminar en dirección al faro y al enlazar con la ruta ya nos lo pasamos, una pena)


Además junto a la iglesia es el punto de salida de la ruta, con su cartel indicativo y explicativo.


Caminamos unos metros por carretera antes de desviarnos, y ya empezamos a tener vistas de las sierras bajas del interior tras los pastos. He de decir que las vistas son prominentemente marinas, viendo de montes solo sierras menores.


Y rapidamente dejamos atrás el pueblo de Busto internándonos en la ruta marcada.


Alcanzamos rapidamente la costa y desde un primer mirador tenemos la vista de una playa justo en la desembocadura del Río Canero (se vería mejor desde el mirador que dejamos atrás)


Y al poco alcanzamos un área recreativa con unas vistas inmejorables, donde nos comemos un pincho que llevábamos de casa.


Las vistas de la costa hacia Occidente son mejores desde el Cabo, pero aquí vemos la costa luarquina y tras ella la zona de Adrao y Ariestébano, que separa Valdés de Tineo y por donde surca el Esva en sus famoses foces.


Y mirando hacia el Este, y ya muy cercano, el objetivo del día, el Cabo Busto, con su faro.


Adosado a él hay otra bonita área recreativa, aunque pasamos de largo y llegamos hasta el mismo Cabo Busto, habilitado como mirador. En él hacemos la foto del objetivo del día, el Faro.


Y empezamos a admirarnos del paisaje. Por primera vez vemos costa hacia Oriente, una gran línea costera bastante acantilada entre Valdés y Cudillero hasta el Cabo Vidio


Bajo nosotros el mar tranquilo, en un día que empezaba a ser soleado y sin apenas viento.


Y hacia Occidente toda la costa hasta Punta Romanellas, ya en Navia y que protege el precioso Puerto de Vega.



Seguimos caminando bordeando el cabo, que tiene unos acantilados totalmente verticales, bastante similares a los archiconocidos de Moher en Irlanda, solo que un poco menos altos, en cualquier caso muy espectaculares y sin mucho que pedir a las rutas costeras más bonitas y conocidas. Está muy cuidada y como se puede ver hay miradores cada poco.



Seguimos caminando y nos fijamos con detalle en el Cabo Vidio, que aparece lejano entre la bruma, perfectamente reconocible gracias al Islote Chouzano.


Y conforme caminamos vamos poniéndonos más paralelos a la costa, quedando estampas impresionantes.


Y tirando de zoom vemos los molinos de viento de las Sierras de las Aves, coronada por el Cuetu y el Llan de Cubel.


Y en un paseo que se nos pasó volando con las increibles vistas volvemos a aparecer por el pueblo de Busto, con mucha ganadería.


Alcanzamos rapidamente y nos vamos a casa con una sonrisa de oreja a oreja y con la sensación de haber recorrido un rincón bastante desconocido del Paraíso, pero precioso y muy cuidado. Una ruta increible y que os recomiendo encarecidamente, os encantará sin ninguna duda a poco que el tiempo acompañe e idónea para hacer en familia incluso con críos. Es uno de los muchos tesoros que nos ofrece nuestra región.