PR-CU 49 Ruta del Valle de las Dehesillas y el Alto de la Nava (Valdecabras)

Otra bonita ruta por tierras conquenses. Esta vez nos vamos a Valdecabras, una pequeña aldea de montaña muy cerca de la capital y a escasos nueve kilómetros de la Ciudad Encantada.

Subimos al entramado urbano y pasamos junto a la iglesia, un edificio recio y sobrio, carente de toda ornamentación externa. Sólo destaca la espadaña, que alberga tres campanas.

Salimos de la población por la carretera de Buenache de la Sierra hasta que la dejamos para bajar por una senda a la izquierda. Cruzaremos el río de Valdecabras en varias ocasiones, yendo el sendero en paralelo al mismo. Una derivación nos conduce a la Fuente de la Morisca, un sencillo y recoleto rincón que vale la pena visitar.

Las vistas durante este tramo, en mitad de la sierra, son preciosas. Cuando vadeamos el río por última vez cambiamos de ambiente y entramos en dehesa. Entre prados, pinos y encinas descubrimos varios grupos de vacas, bien pastando, bien sentadas al fresco. Aunque su tamaño impone, lo normal es que estén tranquilas y podemos pasar junto a ellas sin problema, eso sí, no molestándolas de ninguna forma.

El camino acaba cruzando la carretera a Buenache por la que salimos de Valdecabras. Nuestra ruta va por el camino de enfrente, y enseguida vemos el poste direccional que señala la derivación al Alto de la Nava, a donde enfilamos nuestros pasos. Vale la pena llegar hasta aquí, una planicie muy bella.

Regresamos al cruce y continuamos con el PR. Enseguida giramos a la derecha, ya en suave descenso. Entramos a un bosque abierto en el que florecen piedras de formas singulares. Se nota que estamos muy cerca de la Ciudad Encantada. Nos sorprenderán varias rocas y el aprovechamiento que se ha hecho de ellas para adosarles corrales.

Al fin llegamos al Puntal de la Marimorena, visible de lejos debido a una antena aquí instalada. En este lugar arranca el descenso a Valdecabras por un sendero sensiblemente más empinado que el resto del itinerario. No es técnico y se baja con facilidad.

En este tramo encontraremos dos miradores: uno artificial (aunque desvencijado) y otro natural, conocido como Picón de la Buitrera. La senda serpentea hasta unas terrazas de cultivo antes de desembocar en una de las calles altas de Valdecabras, que venimos admirando desde hace un rato.

Sólo hay que desandar los primeros pasos para poner punto final a esta bonita ruta por la Serranía de Cuenca.