PR-MU 12 El Collado Portazgo (deshomologado) (Cieza)

Repito esta ruta casi una década después de la primera vez que la hice, en noviembre de 2013. Aquella vez estaba más fuerte, y no sólo subí hasta el vértice geodésico, sino que a la vuelta, al llegar a la Ermita del Buen Suceso, subí al castillo. Pesan los años… Pero vamos a la ruta, que es de lo que se trata.

Al igual que sus primos, los PR-MU 11 y 13, éste también arranca en el Molino Teodoro, donde encontramos zona de aparcamiento para ocho o diez coches. Lo primero que debemos advertir es que el sendero está deshomologado, así que para poder recorrerlo es imprescindible llevar mapa o track, ya que apenas encontraremos señales de PR, sólo algunas estacas, ya en la Sierra del Oro.

Nos dirigimos por el lateral del molino, en dirección contraria al río Segura. Subimos por la Cuesta de las Cabras a las espaldas del molino y llegamos a un cruce junto a una especie de nave o granja. Seguimos recto en subida, y antes de salir a la carretera giramos 180° a la izquierda por un sendero que asciende al principio y enseguida llanea, ofreciendo excelentes vistas de Cieza.

Confluimos con otras sendas y giramos a la derecha para seguir subiendo en zigzag por este sendero, muy popular entre los ciezanos. Arriba alcanzamos la explanada bajo la Ermita del Buen Suceso, a cuya ermita nos acercamos. También nos asomamos al mirador para disfrutar de las vistas.

Continuamos por la carretera, llevando a la derecha la mole de la Atalaya. Pasamos por una zona de escalada. Si os asomáis a la oquedad podréis ver la chimenea natural que ha formado la roca, e incluso entrar en ella.

Enseguida dejaremos de pisar asfalto para girar a la izquierda. Encontraremos un par de señales obsoletas de GR, ya que actualmente no pasa por aquí.

Salimos a un camino de tierra. El PR-MU 11 se va a la izquierda, nosotros giramos a la derecha, pero escogemos la senda de la izquierda, que nos lleva a otra carretera, la que lleva a las canteras. Giramos por ella a la derecha y la soltamos muy pronto, en cuanto aparece el primer camino de tierra a la izquierda.

Desde ahora no habrá más cruces conflictivos, simplemente seguiremos el camino ignorando los cruces y sendas que aparezcan.

Desde el Collado del Molinero obtendremos unas vistas fabulosas de la cara norte de la Sierra del Oro, de gran densidad forestal. También veremos algunas ruinas que nos indican que tiempo atrás hubo vida en el lugar.

El camino de las canteras que tomamos abajo desemboca a continuación a nuestra izquierda, pero seguimos rectos, fieles a nuestro camino. De repente nos flanquean vallas y cercados. Carteles diversos nos informan de que es propiedad privada y que no se permite salirse del camino, ni siquiera para buscar caracoles. La finca tiene olivos y almendros, y parecen estar en producción.

Tras otros dos cruces, nuestro camino llega a una bifurcación en T. Estamos en el Camino Forestal de la Sierra del Oro, y hemos de optar por girar a la derecha (a la izquierda la pista se dirige al Mirador de la Cruz y a ka solana de la sierra). Ahora ya sí, definitivamente hemos de seguir por esta pista hasta su fin.

Desde que salimos del asfalto de la carretera de las canteras habremos notado que la pendiente se incrementa. Ahora se hace más patente. Se nota que ya estamos andando por la sierra, aunque hemos de decir que esta ruta en ningún momento presenta rampas muy pronunciadas y se asciende progresiva y largamente.

La primera senda que obviamos es la Senda de la Umbría, que a la izquierda sube sin tregua hasta la línea de cumbres, muy cerca del vértice geodésico. Recomendable para otra visita a la zona, pero hoy no toca.

Poco después sale a la derecha otro sendero muy seductor: el de la Fuente del Madroñal. Un poste lo indicaba, pero ha perdido el cartel que tuvo. Esta senda baja primero al nacimiento del Madroñal, y más abajo llega a la fuente y a la casa del mismo nombre, pasando por un antiguo pozo de nieve.

Por último, un camino saldrá a nuestra derecha en paralelo a la pista. Este camino conduce a lo que fue un refugio, y del que hoy sólo quedan cascotes y escombros.

La sierra es su parte alta se torna abrupta y de aspecto hostil. A medida que avanzamos la pendiente se hace mayor, aunque siempre llevadera.

Un par de requiebros anteceden al Collado del Portazgo, al que llegamos al fin después de haber caminado más de doce kilómetros y setecientos metros de desnivel. Al frente se abre la ventana al Campo y a la Sierra de Ricote.

El camino finaliza aquí, y el regreso lo haré desandando el itinerario de ida, pero para quienes tengan ganas de más pueden seguir por el camino de la izquierda y subir hasta el vértice geodésico Oro. Esto sumará un kilómetro y medio de distancia y casi cien metros de desnivel. Otra opción desde el Collado del Portazgo es ascender a la derecha hasta la Cumbre del Oro, bastante más cercana, y que es el punto a mayor altitud de toda la Sierra del Oro.

Por mi parte, he tenido bastante por hoy, así que emprendo mi vuelta tranquilamente, disfrutando de las vistas y de esta sierra tranquila y relativamente poco visitada.