PR-MU 13 Ruta de la Presa (deshomologado) (Cieza)

Llevo ya un tiempo repitiendo muchas de las rutas que hice una década atrás, allá por 2012 y 2013, y que recuerdo con más o menos detalle. Este PR es una de esas. La hice una sola vez en octubre de 2013, recuerdo que un día laborable y fue a mediodía. No me dejó un gran sabor de boca, la verdad.

Seguramente por eso hoy me ha gustado más de lo que esperaba. Y es que, como se suele decir: si quieres disfrutar de algo, rebaja tus expectativas.

A ver, la ruta no es de las memorables, pero sí que acaba resultando un paseo muy agradable y tranquilo, salvo por dos tramos de carretera con tráfico. Y es que el 95% de ese itinerario va por asfalto.

Al igual que los PR-MU 11 y 12, arrancamos en el Molino de Teodoro, pegaditos al río Segura en su abrazo a Cieza. Nos vamos por el lateral del molino, la Cuesta de las Cabras, y en el cruce de la Casa del Argaz continuamos recto hasta desembocar en la carretera de Mula. Este es el tramo en el que hay que ir con más cuidado, ya que hay bastante tráfico. Lo bueno es que es una recta con mucha visibilidad, y en caso de necesidad nos podemos apartar de la calzada, el espacio es estrecho pero suficiente.

Al pasar la Venta Maripinar giramos a la izquierda en pronunciado descenso. Es el Camino de los Losares, que nos baja en curvas cerradas entre casas de huerta hasta vadear el Barranco de Meco y volver a subir hacia el Paraje de La Brujilla, entre olivos, pero sobre todo melocotoneros (evidentemente).

En todo este camino no me he cruzado con ningún vehículo, así que he andado muy relajado y disfrutando de las vistas, que son bastante interesantes, con la umbría de la Sierra del Oro en primer término, y a la derecha el Almorchón y un paisaje abierto y extenso.

De nuevo salimos a la carretera de Mula, pero aquí sí que tenemos bastante sitio, así que no hay peligro. No obstante, apenas doscientos metros más adelante volvemos a desviarnos a la derecha, en dirección a los pantanos del Cárabo y de Alfonso XIII.

Es esta carretera el otro punto problemático porque aquí sí hay tráfico y el arcén es escaso. De todos modos, no suelen haber tantos coches como para que en los quinientos metros de carretera tengamos aprieto, en cuyo caso, aunque incómodo, siempre queda espacio a un lado. Yo no he tenido el menor inconveniente.

El primer camino a la derecha nos saca de allí. Veremos indicaciones de la Hospedería Rural Casa de la Campana a un kilómetro y medio. El océano de melocotoneros en el que estamos deja sitio a manchas de pinar y a otros frutales, albaricoqueros sobre todo. De nuevo andamos bajo la tranquilidad del entorno y la belleza de las vistas a media distancia.

La Casa de la Campana es donde finaliza el asfalto. Rodeamos la finca por la derecha, siguiendo un sugerente camino de tierra que se adentra en un umbroso pinar en el que también hay una alameda. Viejas casas siguen a la de la Campana, y no tardamos en volver a pisar asfalto, justo el lado de la Acequia de Don Gonzalo.

Tomamos a la derecha, y ya no tendremos más cruces hasta la llegada al Molino de Teodoro. En cuanto el camino gira a la derecha, hacia el Este, sabremos que estamos al lado del río Segura, aunque el cañal nos lo va a tapar y al principio sólo lo veremos fugazmente.

No desaprovecharemos la primera ocasión de verlo en condiciones al acercarnos hasta su misma orilla por una senda hacia unos álamos. Entra el Segura en Cieza hecho un auténtico galán.

A la derecha se suceden las parcelas agrícolas, con la Atalaya de fondo. Así llegamos al área recreativa de La Presa, paraje que da nombre a la ruta. Un puente de madera permite cruzar al otro lado del río. Aquí es donde el club de piragüismo de Cieza hacía sus actividades, no sé si seguirán en activo y si continúan aquí, aunque tengo mis dudas, ya que el lugar es también utilizado como playa fluvial.

Estamos ya muy próximos a Cieza. Desde La Presa está habilitado todo el paseo fluvial para caminar con seguridad, y es mucha la gente que pasea por las dos márgenes del río. La del otro lado es el PR-MU 80, que también podéis encontrar entre mis rutas.

Cruzamos la carretera entre el Puente de Hierro y el Puente de los Nueve Ojos, y apenas trescientos metros después alcanzamos el Molino de Teodoro, cerrando el círculo de esta bonita y tranquila ruta.