PR-MU 17 Las Fuentes - Nevazo (PR 1 Caravaca) (deshomologado) (Caravaca de la Cruz)

A finales del pasado siglo se homologaron cuatro senderos de pequeño recorrido en Caravaca de la Cruz (conservo con cariño el folleto desplegable con el mapa y una brevísima explicación de cada ruta). Hoy todos están deshomologados, y es que los trazados tienen un componente mucho más montañero que senderista. Cada una de las cuatro rutas son un pequeño gran reto físico, y, sobre todo, auténticas joyas por unos parajes naturales espectaculares.

La primera vez que vine a Caravaca a hacer senderismo hice este PR-MU 17. Es una ruta exigente pero verdaderamente preciosa, aunque admito que el final lo variaría, como explicaré más adelante.

Partimos desde las Fuentes del Marqués, uno de los rincones más exuberantes de la Región de Murcia. Pasamos ante el Torreón de los Templarios y acompañamos el río de aguas cristalinas.

Encontraremos algunas marcas de PR en este primer tramo, pero lo mejor es seguir el track. El camino pasa junto a la asociación APCOM y sale a la urbanización Buenavista. Subimos por la trasera de unas casas y llegamos a un depósito de agua.

Aquí comienza la Senda de los Montadores, un camino empedrado tosco, recio y ancho por la Peña del Gato. Las primeras panorámicas interesantes las tendremos en este tramo: a nuestra espalda, la ciudad de Caravaca, a la izquierda la densa masa forestal, al frente la Peñarrubia, y a la derecha el Cerro Gordo.

Saldremos al camino asfaltado de La Barquilla (o Alberquilla), tomando el ramal de la izquierda. Seguiremos por él, ignorando la seductora senda que parte a la izquierda. Tras una curva encontraremos el desvío a la derecha por sendero.

Es un tramo llano, una tregua antes de iniciar la ascensión más pronunciada, que arranca en las proximidades de los Cortijos de Peñarrubia. Al inicio de este sendero veremos un viejo cartel de fauna de interior. Me encanta que estos vestigios aguanten el paso de años y décadas.

El sendero tiene tramos empinados y otros más suaves. También salva varios barrancos y en algún punto se estrecha y puede tener cierto patio, aunque a mí, que las alturas me dan bastante miedo, no me ha inquietado.

Vamos ganando altitud y cada vez quedan más cerca las paredes rojas de la Peñarrubia y sus frailes. Los Frailes de Peñarrubia son unas piedras verticales más o menos aisladas y en punta que figurarían a unos religiosos con su hábito. Desde el senderismo apenas los vislumbraremos.

Al fin llegamos a un claro bajo las grandes paredes. Es un lugar mágico. Tendremos que hacer una pequeña y fácil trepada antes de cruzar el barranco y ascender los últimos metros de senda que desemboca en el huerto de nogales del Área Recreativa Nevazo de Arriba.

Es el sitio perfecto para descansar unos minutos, ahora que hemos salvado la mayor acumulación de desnivel.

Seguimos la pista entre pinsapos y visitamos el pozo de la nieve. A la derecha, de porte señorial, se alza el Cortijo del Nevazo de Arriba a los pies de la cima del Buitre. Estamos entre suelo caravaqueño y moratallero.

En la bifurcación subimos a la izquierda. La pista conduce y finaliza en la garita de vi de incendios del Calar de Ortega, pero antes de llegar nos desviaremos a la izquierda por un camino menor que lleva a la explanada de la Peñarrubia.
Aunque es más que recomendable acercarse a la cumbre, yo no lo he hecho esta vez y he empezado el descenso, que al principio es bastante empinado. Poco después se suaviza y caminamos un rato con la mayor comodidad. Eso sí, deberemos salvar otra corta pero muy pronunciada bajada por terreno pedregoso, aunque es evitable por un sendero paralelo.

Desembocamos en el Collado del Reventón, punto final de acceso libre a vehículos motorizados. A la derecha la carretera lleva a la Barquilla, pero nosotros continuamos de frente por camino de tierra.

Y aquí es donde empieza el tramo final y más complicado de la ruta, el de el cerro de Los Montadores. En este punto yo preferiría tomar la senda que, a la izquierda, se dirige en sentido Caravaca y que no es otra que aquella que nos seducía a la subida.

Si nos empeñamos en hacer el trazado del PR, sabed que lo que viene es una caminata farragosa por el tipo de suelo cortante típico del lapiaz. Además, la señalización aquí es más que deficiente, si bien es intuitivo.

Las vistas son extraordinarias. Caminaremos en llano antes de iniciar un descenso progresivo. Tened en cuenta que nos quedan unos cuatrocientos metros de desnivel por bajar.

Encontraremos algunas estacas metálicas y de madera, y las tablillas de coto de caza nos servirán también ocasionalmente. Aquí la app me ha jugado una mala pasada, y de repente se ha comido medio kilómetro que ha borrado (kilómetro 14'14).

No importa, el track aquí es secundario, hay que ir buscando la siguiente estaca de PR, y aun así nunca iremos exactamente por el trazado oficial.

Después de un buen rato de lento avance, al fin llegamos a zona arbolada. Pero aquí nos espera el descenso más empinado de todos. Los últimos cien metros de desnivel son delicados por esa piedrecilla suelta tan traicionera en una pendiente tan vertical.

Sin embargo, siempre encontraremos el lugar adecuado para poner el pie, y antes de lo que parece habremos salido, por fin, al ansiado y seguro camino de tierra.

Girando a la izquierda, en breve conectamos con el cruce por donde pasamos a la subida, cerca de Buenavista, y ya desde aquí desandamos el último kilómetro y medio, pasando nuevamente por las Fuentes del Marqués.

Una ruta dura, que me ha castigado más por el descenso de Los Montadores que por todo lo demás.