PR-MU 73 Sendero de la Sierra del Águila (El Rellano, Molina de Segura)
near Las Casicas, Murcia (España)
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Itinerary description
Lo importante que es escoger el día propicio para disfrutar de una buena ruta. Digo esto porque cuando realicé este sendero, allá por el verano de 2013, me gustó a medias. Pero claro, es que hacer rutas por aquí una tarde de julio no es lo más acertado.
El caso es que desde entonces he venido mucho a la Sierra de la Pila, e incluso toqué parte del trazado de hoy cuando hice el PR-MU 123 Sendero del Barranco del Mulo, con quien comparte sus buenos (casi) tres kilómetros. Total, que había que darle otra oportunidad y volver en una época del año mejor, y menudo acierto.
La ruta arranca y finaliza frente al Aula de Naturaleza de El Rellano, una pequeña y serrana pedanía de Molina de Segura. El cartel de inicio de ruta nos da pistas del estado de abandono de la señalización, sin revisar desde Dios sabe cuándo. Aquel verano de 2013 ya estaban los paneles y postes descascarillados, rotos y vandalizados.
No importa, en general es una ruta fácil de seguir, aunque es preferible llevar el track, ha muchos cruces en estos quince kilómetros.
Arrancamos bajo la soberbia silueta de la Sierra de Lúgar, otra sierra de la zona eclipsada por la Pila, pero que recomiendo visitar (buscar en mis rutas el PR-MU 130 Sendero de la Sierra de Lúgar).
Enseguida llegamos al punto de bifurcación donde se hace circular. Como la primera vez la hice en sentido contrario a las agujas del reloj, esta vez lo he invertido, así que en el cruce giro a la izquierda. Decir que este sendero es también un itinerario ecoturístico, aunque la mayoría de paneles informativos está tan deteriorado que resultan ilegibles. Es una pena que se haga una inversión en el trazado y señalización de una ruta para condenarla al olvido.
Junto a las últimas casas finaliza el asfalto. El camino de tierra nos irá descendiendo entre pinos, almendros y olivos hasta el lecho del Barranco del Mulo, aunque en este punto sólo lo cruzaremos.
Hace un día soleado y nítido, de esos días luminosos que lo embellecen todo, así que es una gozada contemplar los llanos, los barrancos y las lomas que nos rodean, prácticamente todo alfombrado de esparto. Liebres y perdices delatan su presencia casi a cada paso.
Nos llamarán la atención los vetustos olivos que contemplan nuestro caminar. Hay un pequeño cartel informativo, pero apenas se puede leer.
Salimos a un camino junto a una plantación de melocotoneros, girando a la derecha. En este entorno destacan, y mucho, dos moles rocosas: al frente el Cabezo de los Yesares, y a la derecha, un afilado cuchillo (sin nombre en el mapa) en el paraje de El Saltaor. Bajo él veremos un cartel informativo sobre la chova piquirroja, que anida en sus paredes.
Ahora sí que nos introducimos en el Barranco del Mulo, por el que andaremos algo más de kilómetro y medio. En un punto que he marcado con un waypoint habrá que hacer una pequeña trepada, pero es muy sencilla, escalonada y con buen agarre. Si hacéis la ruta en sentido contrario al mío tendréis que destrepar, pero tampoco supondrá un contratiempo, como digo, los agarres y apoyos son buenos.
Tras un recodo, las marcas nos sacan del lecho del barranco para seguir en paralelo por una senda entre viejas terrazas. El cauce aquí es accidentado, pero en trescientos metros estamos nuevamente pisando cantos rodados propios de suelos donde ha habido curso de agua.
La montaña que tenemos ahora enfrente es la del Viar. Al igual que el resto, está cubierta de esparto y trufada de pinos viejos. A la derecha emerge una mole de piedra: el Almorchón. Vigía de este sector del Barranco del Mulo, intimida con su tamaño imponente.
Aquí conectamos con el PR-MU 123, que viene de San Joy. Una cercana casa azul y blanca en alto sorprende en estos inhóspitos lugares. Es la Casa de el Coto, visiblemente cuidada.
En breve saldremos definitivamente del Barranco del Mulo por un camino que sube a la derecha y que nos permite rodear el Almorchón hasta el Collado de la Viña, donde comprobamos que esta cara del Almorchón es más amable, parece que accesible incluso a pie. Quizás en otra ocasión.
Las vistas desde el collado son fantásticas. Después de caminar por el barranco se agradece un paisaje abierto, y la ventana que se abre entre el Almorchón y la Loma de Planes nos muestra parte del valle que se extiende hasta las lejanas sierras de Carrascoy y Espuña.
El camino que ahora seguimos discurre bajo la Sierra del Águila, la que da título a esta ruta. A nuestra derecha, al otro lado de la Rambla de la Cerverosa, vemos la oscura umbría de la Loma de Planes, cuna cresta ofrece una singular silueta dentada, más llamativa aún desde su cara sur. También en este sector de la ruta obtendremos unas vistas excelentes de la solana de la Sierra de la Pila, reina indiscutible de toda esta zona.
La pista forestal es cómoda, diáfana, y la seguiremos un rato, hasta que un poste (caído a fecha de hoy) nos indica que el PR-MU 123 continúa recto, mientras que nosotros tomaremos a la derecha. Conectaremos con el Itinerario ecoturístico Los Cordeles y llegaremos a la Casa y Almazara de La Hortichuela, del siglo XVII y aún propiedad del Conde de Roche.
Hace ya rato que le dimos la espalda a la Sierra del Águila, y nuevamente se aparece a nuestro frente la de Lúgar, que nos acompañará hasta nuestra llegada a El Rellano.
Justo antes de pisar el asfalto de la carretera de El Rellano a Las Casicas giramos a la derecha por una senda paralela que baja entre terrazas abandonadas hasta desembocar en un camino de tierra que nos conduce al vado de la Rambla del Chorrillo. Este lugar ofrece una bonita estampa, presidida por una esbelta palmera. El humilde caño de agua hace honor al nombre de la rambla.
Estamos llegando al final del recorrido, porque en poco tiempo saldremos a la carretera, a escasos metros de la bifurcación inicial y del Aula de Naturaleza, tras varias horas recorriendo un entorno de secano con más de una sorpresa.
El caso es que desde entonces he venido mucho a la Sierra de la Pila, e incluso toqué parte del trazado de hoy cuando hice el PR-MU 123 Sendero del Barranco del Mulo, con quien comparte sus buenos (casi) tres kilómetros. Total, que había que darle otra oportunidad y volver en una época del año mejor, y menudo acierto.
La ruta arranca y finaliza frente al Aula de Naturaleza de El Rellano, una pequeña y serrana pedanía de Molina de Segura. El cartel de inicio de ruta nos da pistas del estado de abandono de la señalización, sin revisar desde Dios sabe cuándo. Aquel verano de 2013 ya estaban los paneles y postes descascarillados, rotos y vandalizados.
No importa, en general es una ruta fácil de seguir, aunque es preferible llevar el track, ha muchos cruces en estos quince kilómetros.
Arrancamos bajo la soberbia silueta de la Sierra de Lúgar, otra sierra de la zona eclipsada por la Pila, pero que recomiendo visitar (buscar en mis rutas el PR-MU 130 Sendero de la Sierra de Lúgar).
Enseguida llegamos al punto de bifurcación donde se hace circular. Como la primera vez la hice en sentido contrario a las agujas del reloj, esta vez lo he invertido, así que en el cruce giro a la izquierda. Decir que este sendero es también un itinerario ecoturístico, aunque la mayoría de paneles informativos está tan deteriorado que resultan ilegibles. Es una pena que se haga una inversión en el trazado y señalización de una ruta para condenarla al olvido.
Junto a las últimas casas finaliza el asfalto. El camino de tierra nos irá descendiendo entre pinos, almendros y olivos hasta el lecho del Barranco del Mulo, aunque en este punto sólo lo cruzaremos.
Hace un día soleado y nítido, de esos días luminosos que lo embellecen todo, así que es una gozada contemplar los llanos, los barrancos y las lomas que nos rodean, prácticamente todo alfombrado de esparto. Liebres y perdices delatan su presencia casi a cada paso.
Nos llamarán la atención los vetustos olivos que contemplan nuestro caminar. Hay un pequeño cartel informativo, pero apenas se puede leer.
Salimos a un camino junto a una plantación de melocotoneros, girando a la derecha. En este entorno destacan, y mucho, dos moles rocosas: al frente el Cabezo de los Yesares, y a la derecha, un afilado cuchillo (sin nombre en el mapa) en el paraje de El Saltaor. Bajo él veremos un cartel informativo sobre la chova piquirroja, que anida en sus paredes.
Ahora sí que nos introducimos en el Barranco del Mulo, por el que andaremos algo más de kilómetro y medio. En un punto que he marcado con un waypoint habrá que hacer una pequeña trepada, pero es muy sencilla, escalonada y con buen agarre. Si hacéis la ruta en sentido contrario al mío tendréis que destrepar, pero tampoco supondrá un contratiempo, como digo, los agarres y apoyos son buenos.
Tras un recodo, las marcas nos sacan del lecho del barranco para seguir en paralelo por una senda entre viejas terrazas. El cauce aquí es accidentado, pero en trescientos metros estamos nuevamente pisando cantos rodados propios de suelos donde ha habido curso de agua.
La montaña que tenemos ahora enfrente es la del Viar. Al igual que el resto, está cubierta de esparto y trufada de pinos viejos. A la derecha emerge una mole de piedra: el Almorchón. Vigía de este sector del Barranco del Mulo, intimida con su tamaño imponente.
Aquí conectamos con el PR-MU 123, que viene de San Joy. Una cercana casa azul y blanca en alto sorprende en estos inhóspitos lugares. Es la Casa de el Coto, visiblemente cuidada.
En breve saldremos definitivamente del Barranco del Mulo por un camino que sube a la derecha y que nos permite rodear el Almorchón hasta el Collado de la Viña, donde comprobamos que esta cara del Almorchón es más amable, parece que accesible incluso a pie. Quizás en otra ocasión.
Las vistas desde el collado son fantásticas. Después de caminar por el barranco se agradece un paisaje abierto, y la ventana que se abre entre el Almorchón y la Loma de Planes nos muestra parte del valle que se extiende hasta las lejanas sierras de Carrascoy y Espuña.
El camino que ahora seguimos discurre bajo la Sierra del Águila, la que da título a esta ruta. A nuestra derecha, al otro lado de la Rambla de la Cerverosa, vemos la oscura umbría de la Loma de Planes, cuna cresta ofrece una singular silueta dentada, más llamativa aún desde su cara sur. También en este sector de la ruta obtendremos unas vistas excelentes de la solana de la Sierra de la Pila, reina indiscutible de toda esta zona.
La pista forestal es cómoda, diáfana, y la seguiremos un rato, hasta que un poste (caído a fecha de hoy) nos indica que el PR-MU 123 continúa recto, mientras que nosotros tomaremos a la derecha. Conectaremos con el Itinerario ecoturístico Los Cordeles y llegaremos a la Casa y Almazara de La Hortichuela, del siglo XVII y aún propiedad del Conde de Roche.
Hace ya rato que le dimos la espalda a la Sierra del Águila, y nuevamente se aparece a nuestro frente la de Lúgar, que nos acompañará hasta nuestra llegada a El Rellano.
Justo antes de pisar el asfalto de la carretera de El Rellano a Las Casicas giramos a la derecha por una senda paralela que baja entre terrazas abandonadas hasta desembocar en un camino de tierra que nos conduce al vado de la Rambla del Chorrillo. Este lugar ofrece una bonita estampa, presidida por una esbelta palmera. El humilde caño de agua hace honor al nombre de la rambla.
Estamos llegando al final del recorrido, porque en poco tiempo saldremos a la carretera, a escasos metros de la bifurcación inicial y del Aula de Naturaleza, tras varias horas recorriendo un entorno de secano con más de una sorpresa.
Waypoints
Comments (4)
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Hola Caminador!
Leo en tus apuntes que hay alguna pequeña trepada. ¿Crees que se pueden hacer con peques (10/12 años)?
Sí, sin problemas. Piensa que yo soy el tío más torpón del mundo, así que si yo pude hacerlo es porque no tiene complicaciones reales, jeje.
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
La ruta está muy bien, la pena que en estas fechas esté tan seco.
Hola, llamasramblijos. La verdad es que sí, es una zona ya de por sí bastante árida y que ve más bien poca agua.