PR-MU 81 Sendero de Alguazas ''¡¡Despacico, que no llego!!''

Ruta de atractivo desigual. La parte del río Segura, con los sotos y la huerta, las acequias y la Torre Vieja es muy interesante, pero el tramo por la Vía Verde del Noroeste y su salida por un erial hasta salir a un horrible polígono industrial (pasando antes por un punto lleno de basura) da bastante bajón.

La ruta comienza en la puerta del ayuntamiento, donde veremos el cartelón informativo. Siguiendo los postes direccionales y las pegatinas con las marcas de PR llegaremos a la estación de tren. Aquí confluimos con el Camino Natural Vía Verde del Noroeste, que aquí también es GR 250 Camino del Apóstol.

Cruzamos las vías por una sólida pasarela y seguimos las marcas de GR, PR y Camino Natural. Enseguida cruzamos un puente y ya pisamos el trazado original de la antigua línea Murcia - Caravaca. Seguiremos por la Vía Verde unos tres kilómetros.

Tras pasar bajo dos puentes encontraremos un poste que nos informa de que debemos girar a la izquierda. A la izquierda hay un empinado talud por el que es posible subir (preferiblemente en seco), pero me resulta incomprensible, dado que apenas treinta metros más adelante sale un camino a la izquierda que evita toda complicación.

Salimos a una carretera que transitamos durante un kilómetro, más o menos, hasta ver otro poste que nos desvía a la izquierda. Estamos entrando al tramo más feo: un secarral que bien parece una escombrera, con casas dispersas abandonadas a mitad de obra. Este horrendo camino de tierra llega a un no menos horrible polígono industrial, pero antes habremos pasado entre las basuras y enseres rotos que las gentes incívicas han depositado aquí. Un despropósito.

A mitad de polígono nos desviamos a la izquierda, subiendo una corta rampa y saliendo a unas pistas de tenis, que bordeamos. Poco a poco nos aproximamos al río Segura, donde podremos resarcirnos de una primera mitad de ruta bastante regulera.

El paseo por la mota del río es muy agradable. Pasamos por el Soto de los Álamos, encontramos sendas que bajan y se pasean junto a las aguas, cruzamos la Vía Verde por el flamante puente ferroviario, viendo en la otra margen marcas de un Sensor Local, el SL-MU 30 Sotos y huerta de Molina de Segura, que espero hacer próximamente.

El día está cerrado. Ha estado lloviendo por la noche y parece que quiere chispear. No importa, contaba con ello, y casi que me apetece. Pero de momento apenas cae alguna gota, y no va a ir a más.

Pasan los minutos y se acumulan los kilómetros. La mota a veces sale a una carretera con acera, hasta que al fin se separa entrando a un cañal.

Ojo, porque este tramo esta muy, pero que muy cerrado. Son cañas y se puede pasar sin problema, pero durante muchos metros (quizás un kilómetro) hay que ir agachado (a lo Groucho Marx) y con la cabeza de frente (como los toros). Este trozo pondrá a prueba nuestros riñones. Si padeces lumbago es preferible que en el cruce sigas por la carretera sin complicarte la vida, aunque desde mi punto de vista, ha sido divertidísimo pasar por esta taiga de cañas que me ha calado casi entero.

A la salida de esta maraña vegetal alcanzaremos la desembocadura del río Mula en el Segura, aunque las cañas no dejan ver con claridad. Siguiendo el camino ahora vamos acompañando al río Mula hasta la recia Torre Vieja de Alguazas o Torre del Obispo (siglo XIV). Es un lugar destacado en mitad de la huerta en esta especie de isla que es El Paraje.

Seguimos los postes, y cuando pasamos sobre una acequia vemos que se indica un giro a la izquierda que no podemos hacer porque una valla corta el paso. Seguimos unos metros y rodeamos la finca para conectar con el muro de la acequia, que será nuestra compañera por un breve rato.

Disfrutamos de este paseo por huertas y casas típicas hasta salir a una carretera que, subiendo un puente cortado al tráfico por un desprendimiento, nos adentra en Alguazas junto al río Mula, pasando por la recia Iglesia Parroquial de San Onofre, apenas unos metros antes de llegar al ayuntamiento y dar por acabada esta ruta.