PR-MU 83 Ruta turística del Campo de Molina de Segura

Hoy tenía el día libre y se lo he dedicado a este laaaargo PR que ya hice una vez, allá por 2014. Al tratarse de una ruta lineal hay que organizarse, es decir, dejar un coche en cada punto, que nos recojan al terminar o, como he hecho yo, ir en coche hasta El Rellano y bajar a Molina en autobús. Esto se puede hacer entre semana, el autobús sale a las 7:00 en punto, así que toca madrugar.

Ya en Molina camino hasta la Avenida del Chorrico, punto de partida. Aún se conserva el descascarillado panel de la ruta dentro de un pequeño parque. Como curiosidad, tanto el cartel como el folleto que se imprimió y algunas señales direccionales vienen como PR-MU 82, pero finalmente esta matrícula fue asignada a la ruta del Embalse de Santomera, y esta del Campo de Molina de Segura se homologó como PR-MU 83.

Arrancamos en dirección Este, buscando la salida de la población. Al rebasar el desvío al Parque de los Juncos nos encontraremos con una indicación de giro a la izquierda, y seguidamente otra de camino erróneo. No es correcto, esas indicaciones corresponden al trazado antiguo y deberían ser eliminadas. Antiguamente se cruzaba la carretera (muy peligroso, no hay paso de cebra y el tráfico es denso y rápido en ambos sentidos) para atravesar la autovía por un túnel, y desde ahí se conectaba con la Urbanización Altorreal, pero a día de hoy el tramo final está en obras y es inaccesible.

Ignoramos por tanto la señalización antedicha y continuamos en ascenso paralelos a la carretera. A menos de diez metros ya volveremos a encontrar marcas blanquiamarillas de continuidad de sendero.

De forma segura y por pasos de peatones cruzamos por un puente sobre la autovía y nos dirigimos hacia las urbanizaciones. Al llegar a Altorreal giramos a la izquierda y entramos para bordear su sector oeste hasta que la abandonamos por la izquierda.

Hasta aquí la señalización era suficiente, pero se pierde de repente, así que es imprescindible llevar el track, ya que este problema lo vamos a tener bastantes más veces en el día de hoy.

Debemos cruzar la Rambla de las Salinas por un paso junto a una tubería en alto. Tanto el descenso como la subsiguiente subida son relativamente abruptos, pero el terreno no es complicado. Una vez arriba conectamos con el Corredor Verde, que seguiremos hasta nuestra llegada a La Alcayna.

Por ahora disfrutamos de unas estupendas vistas del valle que se extiende hacia el Norte. La Sierra de la Pila y su apéndice,la del Caramucel, conforman nuestro horizonte visual, y a su izquierda distinguimos la Sierra de Ascoy (inconfundible por su parque eólico), detrás de está la Sierra de la Cabeza de Asno, y más cerca la Sierra de Ricote.

Alcanzamos un mirador con un viejo cartel y bajamos por camino pedregoso, ya en las inmediaciones de la Urbanización La Alcayna, a la que entramos por la calle Ceres, presidida por un hermoso pino. Aquí soltamos el Corredor Verde, con el que coincidiremos fugazmente poco después. Nosotros llegamos giramos a la derecha en la primera calle, la de Midas, y la seguiremos hasta llegar a la calle June, girando de nuevo a la derecha.

Saldremos a la carretera principal, frente al Restaurante El Portón de la Condesa. Cruzamos por el paso de cebra cercano y salimos de La Alcayna por el aparcamiento del restaurante. Ese camino nos adentrará en terreno de monte: son los Cabezos de La Alcayna y Coto Cuadros. Al fin dejamos atrás la civilización.

Este cómodo trecho está salpimentado de más panorámicas, a las que ahora se incorporan las del Este. Vemos Fortuna, Abanilla, y más al sureste la Sierra de Orihuela. La Vega Baja del Segura.

Nuestra dirección sigue siendo al Norte, y la salida de los Cabezos de La Alcayna requiere un suave y prolongado descenso hacia explotaciones agrarias, sobre todo de limón y melocotón. Si sabéis dónde está, distinguiréis la fachada de la maltrecha Ermita de Beltrán.

Llegamos y cruzamos Rambla Salada, luego el canal del post trasvase Tajo - Segura y después (con precaución, aunque ha buena visibilidad) la carretera de Molina a Fortuna. Así entramos en Los Valientes, que enseguida dejamos atrás para sumergirnos en una zona especialmente árida.

Se alternan campos de regadío con olivos y almendros. Pasamos junto a las vistosas ruinas de la Casa de Trinidad y continuamos hasta el cementerio de El Fenazar. Al salir a la carretera tendremos que cruzarla para tomar la que conduce a La Hurona y El Rellano. Si queremos comprar o tomar algo, ahora es el momento: a medio kilómetro a la izquierda está la pedanía de El Fenazar, con farmacia, tienda y restaurante.

El itinerario continúa de frente, pero en el primer cruce dejamos la carretera para girar a la derecha, hacia Hoya de El Fenazar. Pronto lo dejamos atrás y nuevamente nos introducimos en solitarios caminos enmedio de la nada.

Aparecemos en una vieja carreterita y la seguimos a la derecha para salir a La Hurona, la última pedanía molinense antes de finalizar esta larga caminata. Dejamos la carretera para seguir a la derecha, y tras las casas, girar a la izquierda en busca de la Sierra de Lúgar, que ya tenemos a tiro de piedra.

El camino se reduce a senda. La señalización es nula, pero el sendero es evidente. En un momento dado hay que hacer hacer un brusco viraje a la izquierda (se puede seguir recto) para suavizar la pendiente de bajada, aunque casi todo este tramo es de subida.

El terreno es cada vez más montaraz y atractivo. El perfil de la sierra que se eleva a nuestra derecha atrae permanentemente nuestra visión. Aproximadamente a mitad de sierra llegamos a una especie de replaceta. Aún queda en pie un viejo poste, pero perdió su indicación del antiguo trazado del Camino del Lignum Crucis (lo hice también hace unos años y guardo muy buen recuerdo, aunque lamentablemente por entonces no utilizaba Wikiloc).

Ahora sí que estamos en la parte final, quedan un par de kilómetros para rematar esta ruta, y lo que toca es descender a la Rambla del Chorro por una senda rota y divertida, aunque a estas alturas y con treinta kilómetros a cuestas, se hace un poco duro.

Al llegar al cauce de la rambla giramos a la izquierda y en unos metros encontramos un poste que nos indica que conectamos con el PR-MU 72, que seguiremos hasta El Rellano.

Una subida que ya nos hace poca gracia es el último esfuerzo significativo que habremos de hacer. Una vez alcanzado el asfalto sólo falta entrar en El Rellano, pasar ante su ermita y enfrente, en la Plaza de la Cruz, encontraremos el cartelón de la ruta, tan descascarillado como el de Molina.

Casi 33 kilómetros y unas cuantas horas después subo al coche cansado pero feliz. Es hora de volver a casa y descansar.