PR-MU 88 Carretera del 33 (La Unión)

No es la primera vez que hago esta ruta y que camino por aquí, pero sí ha sido la primera que me ha hecho un día en condiciones, ya que las veces anteriores siempre he tenido días grises y poco vistosos.

Parecerá una tontería, pero lo cambia todo precisamente aquí, donde el paisaje y el entorno ejerce una potente fascinación. Y es que impresiona ver el resultado de la sobreexplotación minera en la zona. Un paisaje agresivo e hipnótico, repulsivo y atrayente al mismo tiempo.

Inicio la marcha junto a la estación FEVE de La Unión, donde el panel de ruta se encuentra vandalizado. No queda ni un sólo poste sano en todo el recorrido, y la cartelería informativa está, en el mejor de los casos, descascarillada. Sí, la ruta se diseñó, se balizó, y nunca más se supo. Desde luego no cumple los mínimos para mantener su homologación.

Subimos junto a unad casas hasta la entrada del Parque Minero de La Unión, donde nos desviaremos a la derecha para visitar el Lavadero de Remunerada, rehabilitado para la visita turística.

De vuelta al camino, subiremos tranquilamente hasta llegar a la Mina Agrupa Vicenta, donde está el meollo del parque minero. Así, veremos la flamante y recién estrenada Capilla del Santísimo Cristo de los Mineros, la Mina de Pablo y Virginia, la capilla junto al bar (cerrado) y el Mirador sobre La Unión.

Aquí finaliza el camino cementado y el parque minero, pero el PR continúa por camino de tierra bajo los aerogeneradores del parque eólico. Comienza así el tramo más interesante de la ruta.

Tras unos minutos de caminar sobre un barranco, alcanzamos una especie de replaceta con varios caminos y sendas. A la izquierda dejamos el Cabezo de las Lajas, y salimos a la solana de la sierra. A 285 metros de altitud, es el punto más alto de la ruta. El sol dota al entorno de una luminosidad deslumbrante, y la humedad de los últimos días ha propiciado que el verde predomine junto a los rojos, marrones, azules y amarillos de los suelos mineros.

Todo lo que queda es descenso, casi siempre cómodo, pero a veces abrupto. En un punto saldremos del camino para tomar un pequeño barranco y volver al camino, justo después de la Corta San José, una explanada con espectaculares vistas de la Bahía de Portmán.

Llegamos al descenso más acusado, por un empinado sendero que no presenta dificultades y que hace divertida la bajada. En un punto el terreno está completamente roto. Veremos la marca de PR en una roca a la izquierda, pero es intransitable. No se si sería la DANA de 2019, pero el agua ha destrozado el paso, así que hay que ir por el cauce del ramblizo, sin ningún problema.

Tenderemos a la derecha para salir a un camino junto a una tubería para seguir descendiendo, enfilando ya el camino a la Carretera del 33. Este último tramo es una bajada en línea casi recta entre una rambla y el Cabezo del Pino, pasando por una pequeña y constante salida de agua que destila la montaña, y poco después por la entrada a una mina, oculta por una gran higuera. Casualmente, hace unos días saqué de mi mochila el frontal, así que apenas he podido entrar, aunque tampoco soy amigo de cuevas y minas y no hubiera avanzado más.

Cinco minutos más y llegaremos a la carretera, pegados a Portmán. Aquí nos espera el panel de ruta y poste direccional tan vandalizado como el resto de elementos.

Ah, la Carretera del 33 fue un proyecto público creado en la Segunda República para compensar la pérdida de empleo causada por el declive minero de la zona. Se construyeron diversos caminos vecinales, finalizando las obras en 1933.

Regresaremos a La Unión por el mismo camino, teniendo en cuenta que nos esperan casi trescientos metros de desnivel.