PR-MU 92 Senda de la Vereda de los Azagadores (Gebas, Alhama de Murcia)
near Gebas, Murcia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Debió ser en 2013 cuando hice esta ruta por primera y única vez hasta ahora, así que ya tocaba repetir. ¡Y qué acierto! Este sendero es una joya, sobre todo la ida; la vuelta flojea un poco, aunque si se reserva la ruta para un día soleado en la floración del almendro, incluso este tramo final ganará muchos enteros.
Junto a la Ermita de la Purísima de Gebas encontraremos, en un pequeño y coqueto parque y el panel con las distintas rutas que aquí confluyen (que son unas cuantas). Nos dirigimos a la carretera en busca del cementerio y el Mirador de los Barrancos de Gebas.
Aquí empieza la pista de tierra, a los pocos metros se bifurca y debemos escoger en qué sentido la hacemos. Yo me decido a hacer la ida por la derecha, por la Vereda de los Azagadores. Enseguida pasamos junto al cementerio (donde también hay un vértice geodésico). Las vistas son cada vez mejores, y nos vamos adentrando en ese sugerente paisaje que forman los Barrancos de Gebas.
Llegados al Mirador de Gebas ya habremos tenido ocasión de disfrutar de la bella panorámica que se presenta a nuestra derecha hasta la cercana Sierra de la Muela. Al frente se divisan las aguas del Embalse de la Rambla de Algeciras, cuyas aguas llegaremos a tocar.
Tras la breve parada en el mirador (perfectamente habilitado, hasta aquí se puede llegar en coche, sólo falta que se restablezca el agua de la fuente) descendemos hasta un poste direccional que indica el sendero PR-MU 93.1, que enlaza con otro de los senderos de Gebas: el PR-MU 92 Senda del Rento (ruta que llega hasta la Oficina de Turismo de Alhama de Murcia).
Descartamos esta senda para seguir en bajada hasta el Barranco del Agua, donde las abundantes aguas de esta temporada han agrietado aún más estos suelos. Y tras esta bajada de fuerte pendiente, toca una subida igualmente empinada hasta una bifurcación. Aquí empieza el Camino de la Cola del Embalse (que haremos de ida y vuelta, con unos 5'4 kms en total, así que en un rato estaremos nuevamente en este punto).
Este tramo es un camino similar al de los Azagadores, aunque más próximo a las aguas del embalse y a las hipnóticas y envolventes formaciones de estas tierras margosas.
Empezamos a ver las aguas turquesas de la cola del embalse a izquierda y derecha. Nuestro camino siempre va en alto, por una planicie de la que se salen multitud de barranquillos que caen como toboganes entre las blancas paredes arcillosas.
El final del camino nos lleva a los escalones de cemento que sirven de embarcadero. Desciendo hasta el mismo borde del agua, donde me como una manzana contemplando los patos dispersos que flotan sobre la superficie, de una inquietante quietud.
Me pongo en marcha y desando el camino hasta la bifurcación. Lo que nos queda es el tramo menos interesante de la ruta, primero por el Camino de la Huerta de Abajo y luego por el Camino Viejo de Casa Alta y Fuente Librilla.
No es que sea un tramo feo (quitando unos invernaderos), pero en relación a la ida sí que baja el nivel. Es un paseo de algo más de cuatro kilómetros entre almendros, así que si venimos en febrero, con todo florecido, será mucho más bonito.
Finalmente llegamos a la bifurcación inicial y volvemos a salir a la carretera en busca de la ermita. Ya sabéis que Gebas tiene alojamientos y restaurantes, y que bien merece la pena dedicarle un fin de semana, en solitario, en grupo o en familia.
Junto a la Ermita de la Purísima de Gebas encontraremos, en un pequeño y coqueto parque y el panel con las distintas rutas que aquí confluyen (que son unas cuantas). Nos dirigimos a la carretera en busca del cementerio y el Mirador de los Barrancos de Gebas.
Aquí empieza la pista de tierra, a los pocos metros se bifurca y debemos escoger en qué sentido la hacemos. Yo me decido a hacer la ida por la derecha, por la Vereda de los Azagadores. Enseguida pasamos junto al cementerio (donde también hay un vértice geodésico). Las vistas son cada vez mejores, y nos vamos adentrando en ese sugerente paisaje que forman los Barrancos de Gebas.
Llegados al Mirador de Gebas ya habremos tenido ocasión de disfrutar de la bella panorámica que se presenta a nuestra derecha hasta la cercana Sierra de la Muela. Al frente se divisan las aguas del Embalse de la Rambla de Algeciras, cuyas aguas llegaremos a tocar.
Tras la breve parada en el mirador (perfectamente habilitado, hasta aquí se puede llegar en coche, sólo falta que se restablezca el agua de la fuente) descendemos hasta un poste direccional que indica el sendero PR-MU 93.1, que enlaza con otro de los senderos de Gebas: el PR-MU 92 Senda del Rento (ruta que llega hasta la Oficina de Turismo de Alhama de Murcia).
Descartamos esta senda para seguir en bajada hasta el Barranco del Agua, donde las abundantes aguas de esta temporada han agrietado aún más estos suelos. Y tras esta bajada de fuerte pendiente, toca una subida igualmente empinada hasta una bifurcación. Aquí empieza el Camino de la Cola del Embalse (que haremos de ida y vuelta, con unos 5'4 kms en total, así que en un rato estaremos nuevamente en este punto).
Este tramo es un camino similar al de los Azagadores, aunque más próximo a las aguas del embalse y a las hipnóticas y envolventes formaciones de estas tierras margosas.
Empezamos a ver las aguas turquesas de la cola del embalse a izquierda y derecha. Nuestro camino siempre va en alto, por una planicie de la que se salen multitud de barranquillos que caen como toboganes entre las blancas paredes arcillosas.
El final del camino nos lleva a los escalones de cemento que sirven de embarcadero. Desciendo hasta el mismo borde del agua, donde me como una manzana contemplando los patos dispersos que flotan sobre la superficie, de una inquietante quietud.
Me pongo en marcha y desando el camino hasta la bifurcación. Lo que nos queda es el tramo menos interesante de la ruta, primero por el Camino de la Huerta de Abajo y luego por el Camino Viejo de Casa Alta y Fuente Librilla.
No es que sea un tramo feo (quitando unos invernaderos), pero en relación a la ida sí que baja el nivel. Es un paseo de algo más de cuatro kilómetros entre almendros, así que si venimos en febrero, con todo florecido, será mucho más bonito.
Finalmente llegamos a la bifurcación inicial y volvemos a salir a la carretera en busca de la ermita. Ya sabéis que Gebas tiene alojamientos y restaurantes, y que bien merece la pena dedicarle un fin de semana, en solitario, en grupo o en familia.
Waypoints
Comments (2)
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Veo que la ruta discurre en su totalidad por pistas de tierra. Sería posible realizarla en bicicleta?
Hola. Sí, es ciclable casi entera, quizás haya que desmontar en algún punto porque el firme esté roto, pero al menos cuando yo la hice, hace año y medio, era transitable en bicicleta. Saludos.