PR S 218 Subida a Montehano

PR S 218 Subida a Montehano

NOTA: Me comunican de la Federación Cántabra de Montaña que, ha día de hoy, 25/10/2022, está ruta está deshomologada y sin carteles ni señalización de PR.

Aunque la ruta es muy sencilla, con sus escasos 4 km y 194 m de desnivel, presenta elementos de gran interés paisajístico, histórico y patrimonial.

Montehano es un monte cónico de 187 m de altitud, que en su día fue una isla. Por su posición estratégica ha atraído la atención del hombre en todas las épocas. Desde la cima se tiene control visual de un amplio territorio, la bahía de Santoña por un lado y Cicero y parte de Trasmiera por el otro.

En sus faldas, se tiene constancia de dos cuevas con restos prehistóricos, cueva de la Doncella y la Mosolla. Hoy ambas están cegadas. Precisamente debido a esa posición estratégica de la que hemos hablado antes, Don Diego López de Haro segundo construyo una fortaleza en el siglo XIII y posteriormente en plena Guerra Civil las tropas leales a la Republica fortificaron el enclave con un bunker y una trinchera larga y profunda, de hasta tres metros de altura en algunos puntos, que recorre por la parte baja de la fortaleza. El objetivo era controlar el acceso terrestre desde Cicero y la línea del ferrocarril.

La ruta comienza a la derecha de la cantera de áridos cuya cicatriz hace reconocible el monte desde puntos muy alejados. Su piedra se uso para los diques de las marismas y posteriormente se instalaron hornos de calcinación para obtener cal. Se desmantelo el complejo en 2018.

Tras una primera rampa bastante pendiente, el camino se ensancha e iniciamos el recorrido por un bosque primario de encinas, laurel y madroños de gran belleza. Tras una primera curva comenzamos a tener una magnificas vistas de la bahía. Santoña protegida del Cantabrico por el Buciero, Laredo y la barra de arena del Puntal, y la desembocadura del Asón transformado en la ría de Treto.

Una nueva curva del sendero y un poco más arriba encontramos la señalización del bunker, Un corto descenso, en el que hay que tener cuidado de no resbalar, nos lleva a la entrada. Lo recorremos por dentro. En realidad han aprovechado un saliente rocoso para cerrarlo dejando numerosas troneras. Se pueden observar los apoyos preparados para las ametralladoras. Lo curioso del caso es que nunca se uso ya que 11 días después de terminarlo el batallón se tuvo que retirar para hacer frente a la ofensiva de los sublevados en Reinosa.

Volvemos al camino y en un corto ascenso llegamos a la cima, donde nos encontramos los restos del castillo, del que solo se conserva el muro perimetral y la base de dos torreones en las esquinas. Hoy el centro de la fortaleza está ocupado por vegetación. Desde el XVI por el abandono se fue arruinando. Solo cobró interés en el XVII en la guerra de los treinta años.

Descendemos por el mismo camino hasta el punto de inicio. Intentamos rodear el monte para llegar al punto de partida, pero las sendas estaban cubiertas de vegetación y decidimos realizar el camino de vuelta por el el de subida.
Una vez en la base de la cantera tomamos una corta carretera, rodeada de encinas de gran porte, que nos lleva hasta el monasterio de los padres Capuchinos. El convento se alza sobre la ermita de Nuestra Señora del Monte. Su construcción data del siglo XV, por mandato de D. Beltrán Ladrón de Guevara. En el se instalaron los franciscanos hasta la desamortización de Mendizábal de 1835. Su propietario lo volvió a ceder a la iglesia quien lo cedió a los Capuchinos. Según algún documento en el se enterró a la amante del Carlos V, Dña. Bárbara de Blomberg, madre de Don Juan de Austria.