Pradollano-Loma de Dílar-Chorreras del Molinillo

Abordamos el acceso a la cuenca alta del Dílar y las Chorreras del Molinillo por una vía inhabitual: salimos desde Pradollano (Mirlo Blanco) y buscaremos una vereda ganadera que lleva a la divisoria de la Loma de Dílar, para luego seguir dicha divisoria y entrar por otra senda poco transitada hasta los prados del Dílar y desde ahí faldear hasta la parte superior de las Chorreras del Molinillo, con vuelta por la Choza de Matías y la pista halfpipe de snowboard de nuevo a Pradollano. El ascenso hasta la divisoria de la Loma de Dílar es un placer en sí mismo, al cruzar barrancos y borreguiles muy poco transitados; pero además, como alternativa a la subida desde la Cortijuela, es más tendido y nos evita la pedregosa subida desde el Collado del Pino, llegando al mismo sitio con bastante menos esfuerzo. Al estar salida y llegada en Pradollano, acorta lo que sería la vuelta a la Cortijuela. Comparado con el acceso desde la Hoya de la Mora, nos ahorra el tedioso cruce de las pistas de Borreguiles y las revueltas de la carretera, mil veces repetida.

Empezamos desde Mirlo Blanco, por la ruta que sería la de la Cortijuela, por el circuito de esquí de fondo (hoy atestado de piornos). Nos mantendremos en el ramal superior tras cruzar el Barranco de Prado Redondo, y enseguida lo abandonaremos por la izquierda para ganar la lomilla que cruza nuestra dirección. Desde un claro de dicha loma descenderemos a un borreguil desde el que parten trochas que cruzan el Barranco de Valdeinfierno, más verde y cómodo aquí que donde lo cruza la vereda de la Cortijuela. Por trochas poco visibles nos mantendremos a cota hasta un nuevo claro a la vista del Barranco del Maguillo. Para acceder al mismo cruzaremos un piornal de aspecto algo espeso, pero donde es posible encontrar la "senda invisible" que lo atraviesa hasta los hermosos prados que preceden al barranco, que remontaremos hasta encontrar un cruce bastante cómodo del mismo. A partir de aquí la vereda se afirma, y por la ella llegamos a un tercer claro en la siguiente loma y cruzamos con facilidad el Barranco de Riscas Negras, entre regatos de agua cantarina. El resto es un ascenso por senda entre el piornal, hasta avistar las rocas, casi en la divisoria, por las que se toma la vereda que sube desde el Collado del Pino. El recorrido por la divisoria ofrece estupendas panorámicas a un lado y otro de la Loma, hasta llegar al collado que hace la misma después del Peñón de Dílar. Para mantener la altura, descartamos la vereda de la Choza de Matías y seguimos por la de la Loma, para abandonarla tras la primera cuesta, por la derecha, y seguir una sendita, primero difusa y luego más clara, que cruza un par de rellanos en la solana de la Loma y nos deja en la llanada por donde muchos acceden al carril que baja desde el collado del radiotelescopio. Descartando esa opción, tomamos la vereda que baja a los prados (los que hay por debajo de la estación de remontes del Río Dílar) y, tras cruzar separadamente las chorreras de las Yeguas y de los Lagunillos de la Virgen, tomamos la veredita que lleva a la parte superior de las Chorreras del Molinillo, cruzando la Loma de Enmedio y haciendo el último tramo de bajada del emisario del Misterioso. Tras la espléndida vista desde lo alto de las Chorreras, remontamos un ciento de metros para abordar el canchal por el que se baja a la base de la cascada. Pasaremos por debajo de la misma, convenientemente protegidos, y cruzaremos el Dílar unos 50m río abajo, que es más ancho y menos profundo (si no es pleno deshielo puede que sea posible cruzarlo antes de que reciba el agua de la cascada, pero a veces hay un nevero en esa zona que complica el paso).

Entonces sí ascendemos para buscar la senda de la Choza de Matías, por la que salimos al collado de la Loma. Para volver a Pradollano desde allí, tomamos una vereda que llanea superando por arriba las cabeceras del Valdeinfierno y Prado Redondo, para dejarnos sobre la pista halfpipe de snowboard, desde la que se cogen carriles y pistas de esquí que descienden a Pradollano.

En conjunto la excursión es fácil, si (y solo si) acertamos con las sendas en la primera parte del faldeo de la Loma de Dílar, hasta el barranco del Maguillo. Si nos despistamos en algún piornal, será algo más penoso, pero el track refleja el sitio apropiado con bastante exactitud. A partir del Maguillo la vereda es mejor. La entrada de la Loma a los prados del Dílar es por senda huidiza, pero el terreno tampoco da para grandes problemas si la perdemos en algún momento. Desde la cascada hay que bajar el canchal, nada serio para gente acostumbrada, pero puede impresionar a alguno poco hecho a hacer el cabra. Por fin, el cruce del río puede ser lo más problemático en Junio-Julio. Hay que descalzarse y andar con tiento (si se llevan en la mochila unas sandalias que podamos mojar, vale la pena calzárselas para no sufrir con las piedras del fondo). El descenso final desde la pista de snow a la Estación es pesado, eso sí, por pistas poco agraciadas y con fuerte pendiente. A ver si encontramos alguna alternativa más interesante.

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