207. PRC-BU-114 Sendero de los Andasusos
near Carcedo de Burgos, Castilla y León (España)
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Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 41 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 284 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Habíamos hecho esta ruta hacía dos años y dos meses (marzo de 2021). Sólo con un mapa. Sonroja decir que aún no conocíamos Wikiloc o aplicaciones con una utilidad similar. La vida nos había tenido apasionados con otras ocupaciones hasta entonces.
Si a ello añadimos que en aquella ocasión apenas sacamos unas pocas fotos, y de carácter personal (“a ver, una pose ahí…”), es casi como si no la hubiéramos hecho. Aparte, claro, de ‘vete a saber qué trayecto recorrimos’ (…el roble centenario sí lo recuerdo…).
En consecuencia, había que realizar la ruta como se merece. Completa y documentada. Vivirla plenamente en el presente y dejarla para disfrute en la memoria.
Me intrigó entonces el curioso nombre de “los Andasusos”. Pero, como el resto en aquél tiempo: sin ahondar; sin involucrarme; mariposeando. Ahora habrá que saldar esa deuda también: descubrir el significado o el porqué de ese nombre.
Antes de ir, indagamos en internet sobre el origen de esa denominación. Seguro que hay información, pero no la encontramos. Tampoco era cuestión de dedicar a la búsqueda más horas que a la realización la propia ruta.
… A ver si, por casualidad, durante la caminata nos encontramos con alguien en Carcedo de Burgos o en Modúbar de la Cuesta que nos sepa dar razón de ello. ¡También sería suerte…!
LA RUTA
Seguimos el PRC-BU-114 ‘Sendero de los Andasusos’ bastante fielmente en relación con su trazado ‘oficial’, si bien introdujimos pequeñas variaciones:
Por ej., en el km 4,0 seguimos recto bajando a Modúbar. Así evitamos repetir un tramo subiendo después. También, en el km 8,9, después del roble centenario, continuamos internándonos en el bosque. Evitamos así rehacer un tramo de la pista de llegada hasta el roble.
Con inicio en el pueblo de Carcedo de Burgos, atravesamos primero un envolvente bosque de encinas y quejigos por una afilada y sinuosa senda hasta el km 2. Continuamos luego por un bosque más abierto, adehesado, hasta el km 3,2.
Tras medio km por el páramo (del 3,2 al 3,7), con buenas vistas de las sierras del sur y el oeste, iniciamos la bajada a Modúbar (km 4,8), con notable pendiente. El posterior ascenso (hasta el km 6,7) es menos exigente, partido en dos, con un llano intermedio.
Después de un trecho en el páramo (6,7 a 7,2), y una corta coincidencia con el tramo previo a la bajada a Modúbar, giramos en escuadra a la izquierda. A través de campos de cereales, la pista nos lleva hacia una zona boscosa y al roble centenario (km 8,9).
Allí nos adentramos por senderillos en el Robledal del Berzal, para impregnarnos de su magia, hasta retomar la pista ‘oficial’ (km 9,6). Ésta bordea el bosque por un lado y campos por otro. En el km 10,1 hay un desvío al humedal de Balde Olmos (km 10,3).
Retrocedemos un poco (200 m) y enseguida entramos en una vereda cubierta por galería vegetal. Nos apea en el arroyo de Fuente Nueva (km 11,7). Ya sólo quedan 300 m de repecho para situarnos de vuelta en Carcedo y callejear por la localidad.
Posibles Dificultades:
Prácticamente toda la ruta se hace por senderos marcados, caminos, o pistas. Siempre en buen estado, excepto el inicio del descenso a Modúbar. En esa parte (km 3,7 a 4,2), el terreno, muy pendiente, está resbaladizo a causa de los guijarrillos sueltos.
Quizá sea preferible hacer la subida/bajada a la inversa. La razón es que, en la actual versión, la bajada tiene un suelo más inestable y con más inclinación que en la subida. A elegir.
La exigencia física es pequeña, con la leve excepción de la bajada a y subida de Modúbar, que tienen demandas algo mayores.
Para la orientación, hay unos pocos postes indicadores y algunas bandas blanca y amarilla en los árboles. Sin guía, a trozos puede complicarse debido a los numerosos senderos y caminos.
DESTACADO
Por estas tierras, ningún pueblo suspende en historia y ningún paraje lo hace en geografía.
(1) Los Pueblos:
Modúbar de la Cuesta es una pedanía del municipio de Carcedo de Burgos. El origen de Modúbar se remonta a los últimos años del siglo IX. Similares raíces tiene Carcedo (de Quercus: lugar de robles o encinas), al abrigo del monasterio de San Pedro de Cardeña.
La iglesia de Modúbar se yergue magnífica en lo más alto del pueblo. Para superar el repecho y llegar a ella, hay que poner una velocidad corta. Como si estuviera allí para que hagas penitencia previa, para disciplinar el cuerpo antes de santificar el espíritu.
Carcedo, además de historia, tiene modernidad. Ahí están sus flamantes pabellones deportivos y sus bien cuidados jardines, sus casas de piedra de sillería, y sus calles de fino pavimento.
(2) Los Paisajes:
En esta ruta no hay altas montañas ni profundos valles. Sólo los cerros redondeados próximos a Modúbar y las hondonadas del río Viejo (Modúbar) y el arroyo de Fuente Nueva (Carcedo).
No obstante, hacia el este se perfilan, al contraluz del sol de la mañana, la Sierra del Casarejo, la más imponente del Mencilla, y las cumbres de los picos Trigaza y San Millán en La Demanda. Elevándose sobre el horizonte de estos páramos, engrandecen el paisaje.
A nuestro paso en la propia ruta, tenemos además los bosques y dehesas de encinas, quejigos y robles. Están los campos de cereales, trigo y cebada, ondeando sus espigas al viento, como en olas, en una variada gama de verdes. Y nos envuelven los corredores de las veredas.
¿Algo está demás? Siendo sincero, los muchos y estirados gigantes blancos y el ‘fuuu…, fuuu…, fuuu…’ de sus alas no desentonan (o es que mi mente y sensibilidad se han embrutecido…). “Que son molinos de viento con aspas, mi señor Don Quijote…”.
(3) El Robledal del Berzal:
Como muestra del bosque, podemos destacar este robledal. En él, recorrido por senderillos huidizos, hay robles vetustos y retorcidos. Parecen juntarse en pequeños grupos para darse compañía. Merece la pena culebrear por dentro y dejarse impregnar por su misterio.
He leído que el árbol más viejo, situado en su periferia norte, “es un roble quejigo de más de veinte metros de altura, cinco metros de perímetro y más de cuatro siglos de vida”. Por lo anterior, y por sus formas, es también el más famoso del lugar: el ‘roble centenario’.
De su edad no puedo dar fe, pero, ciertamente, tiene aspecto venerable. Llevé una cinta métrica: su perímetro, a 1 metro de altura, es de 4,05 metros; 4,50 metros en la base, a ras de suelo. Para la altura, ¡ay!, me quedé corto: mi cinta solo tenía 5 metros.
ANÉCDOTA
Habíamos ido a esta ruta, la ‘Senda de los Andasusos’, por segunda vez. Ahora queríamos hacerla ‘en serio’. Además, nos intrigaba ese nombre. Queríamos averiguar algo sobre él y así dar más sentido e historia a nuestro propio caminar.
Pero no. Llegamos al final sin ver a nadie en Carcedo ni en Modúbar, que no fuera a lo lejos y en sus labores. Acercarnos sin más para preguntar por el porqué de “los Andasusos” podría habernos hecho parecer unos pirados (…lo que no habría sido muy descaminado).
La mayoría de los nombres que les ponemos a las cosas tienen (o deberían tener) un significado, una razón de ser, una raíz. Para eso están las palabras. Bueno, a menos que digas ‘a-uan-ba-buluba balan-bam-bú’. Sólo porque te suena ‘guay’, claro.
A lo que vamos. En esas circunstancias, para dar carta de naturaleza a la ruta que habíamos realizado, por lo del nombre..., no nos quedó más remedio que conjeturar; a posteriori. O eso o nada. A ver qué pasa….
Al parecer, el adverbio ‘suso’ (ya en desuso) indica arriba o más arriba (como en ‘susodicho’). Si eso es así, y dando por supuesto (¿?) que ‘anda’ se refiere a andar, combinando ambas partes, nos sale la siguiente hipótesis:
El Sendero de los Andasusos sería el trayecto que caminaban hacia arriba quienes venían de abajo. Según ello, estaríamos en la senda que hacían quienes subían de Modúbar a Carcedo.
Ya, pero, entonces, ¿…para bajar (a Modúbar)…? …O necesitamos otra hipótesis; o nos falta otra senda; o hemos de cambiarle el nombre a la misma: ¿Acaso 'Senda de los Andayusos'? (para ser coherentes). …"¡Andayá!".
‘A falta de pan (datos) buenas son tortas (elucubraciones)’. [Aunque este dicho nunca lo he entendido, ... ya que, en realidad, “las tortas están más buenas qu’el pan”].
…/… “Mira, esto de hoy no es ni anécdota ni es nada”.
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 41 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 284 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Habíamos hecho esta ruta hacía dos años y dos meses (marzo de 2021). Sólo con un mapa. Sonroja decir que aún no conocíamos Wikiloc o aplicaciones con una utilidad similar. La vida nos había tenido apasionados con otras ocupaciones hasta entonces.
Si a ello añadimos que en aquella ocasión apenas sacamos unas pocas fotos, y de carácter personal (“a ver, una pose ahí…”), es casi como si no la hubiéramos hecho. Aparte, claro, de ‘vete a saber qué trayecto recorrimos’ (…el roble centenario sí lo recuerdo…).
En consecuencia, había que realizar la ruta como se merece. Completa y documentada. Vivirla plenamente en el presente y dejarla para disfrute en la memoria.
Me intrigó entonces el curioso nombre de “los Andasusos”. Pero, como el resto en aquél tiempo: sin ahondar; sin involucrarme; mariposeando. Ahora habrá que saldar esa deuda también: descubrir el significado o el porqué de ese nombre.
Antes de ir, indagamos en internet sobre el origen de esa denominación. Seguro que hay información, pero no la encontramos. Tampoco era cuestión de dedicar a la búsqueda más horas que a la realización la propia ruta.
… A ver si, por casualidad, durante la caminata nos encontramos con alguien en Carcedo de Burgos o en Modúbar de la Cuesta que nos sepa dar razón de ello. ¡También sería suerte…!
LA RUTA
Seguimos el PRC-BU-114 ‘Sendero de los Andasusos’ bastante fielmente en relación con su trazado ‘oficial’, si bien introdujimos pequeñas variaciones:
Por ej., en el km 4,0 seguimos recto bajando a Modúbar. Así evitamos repetir un tramo subiendo después. También, en el km 8,9, después del roble centenario, continuamos internándonos en el bosque. Evitamos así rehacer un tramo de la pista de llegada hasta el roble.
Con inicio en el pueblo de Carcedo de Burgos, atravesamos primero un envolvente bosque de encinas y quejigos por una afilada y sinuosa senda hasta el km 2. Continuamos luego por un bosque más abierto, adehesado, hasta el km 3,2.
Tras medio km por el páramo (del 3,2 al 3,7), con buenas vistas de las sierras del sur y el oeste, iniciamos la bajada a Modúbar (km 4,8), con notable pendiente. El posterior ascenso (hasta el km 6,7) es menos exigente, partido en dos, con un llano intermedio.
Después de un trecho en el páramo (6,7 a 7,2), y una corta coincidencia con el tramo previo a la bajada a Modúbar, giramos en escuadra a la izquierda. A través de campos de cereales, la pista nos lleva hacia una zona boscosa y al roble centenario (km 8,9).
Allí nos adentramos por senderillos en el Robledal del Berzal, para impregnarnos de su magia, hasta retomar la pista ‘oficial’ (km 9,6). Ésta bordea el bosque por un lado y campos por otro. En el km 10,1 hay un desvío al humedal de Balde Olmos (km 10,3).
Retrocedemos un poco (200 m) y enseguida entramos en una vereda cubierta por galería vegetal. Nos apea en el arroyo de Fuente Nueva (km 11,7). Ya sólo quedan 300 m de repecho para situarnos de vuelta en Carcedo y callejear por la localidad.
Posibles Dificultades:
Prácticamente toda la ruta se hace por senderos marcados, caminos, o pistas. Siempre en buen estado, excepto el inicio del descenso a Modúbar. En esa parte (km 3,7 a 4,2), el terreno, muy pendiente, está resbaladizo a causa de los guijarrillos sueltos.
Quizá sea preferible hacer la subida/bajada a la inversa. La razón es que, en la actual versión, la bajada tiene un suelo más inestable y con más inclinación que en la subida. A elegir.
La exigencia física es pequeña, con la leve excepción de la bajada a y subida de Modúbar, que tienen demandas algo mayores.
Para la orientación, hay unos pocos postes indicadores y algunas bandas blanca y amarilla en los árboles. Sin guía, a trozos puede complicarse debido a los numerosos senderos y caminos.
DESTACADO
Por estas tierras, ningún pueblo suspende en historia y ningún paraje lo hace en geografía.
(1) Los Pueblos:
Modúbar de la Cuesta es una pedanía del municipio de Carcedo de Burgos. El origen de Modúbar se remonta a los últimos años del siglo IX. Similares raíces tiene Carcedo (de Quercus: lugar de robles o encinas), al abrigo del monasterio de San Pedro de Cardeña.
La iglesia de Modúbar se yergue magnífica en lo más alto del pueblo. Para superar el repecho y llegar a ella, hay que poner una velocidad corta. Como si estuviera allí para que hagas penitencia previa, para disciplinar el cuerpo antes de santificar el espíritu.
Carcedo, además de historia, tiene modernidad. Ahí están sus flamantes pabellones deportivos y sus bien cuidados jardines, sus casas de piedra de sillería, y sus calles de fino pavimento.
(2) Los Paisajes:
En esta ruta no hay altas montañas ni profundos valles. Sólo los cerros redondeados próximos a Modúbar y las hondonadas del río Viejo (Modúbar) y el arroyo de Fuente Nueva (Carcedo).
No obstante, hacia el este se perfilan, al contraluz del sol de la mañana, la Sierra del Casarejo, la más imponente del Mencilla, y las cumbres de los picos Trigaza y San Millán en La Demanda. Elevándose sobre el horizonte de estos páramos, engrandecen el paisaje.
A nuestro paso en la propia ruta, tenemos además los bosques y dehesas de encinas, quejigos y robles. Están los campos de cereales, trigo y cebada, ondeando sus espigas al viento, como en olas, en una variada gama de verdes. Y nos envuelven los corredores de las veredas.
¿Algo está demás? Siendo sincero, los muchos y estirados gigantes blancos y el ‘fuuu…, fuuu…, fuuu…’ de sus alas no desentonan (o es que mi mente y sensibilidad se han embrutecido…). “Que son molinos de viento con aspas, mi señor Don Quijote…”.
(3) El Robledal del Berzal:
Como muestra del bosque, podemos destacar este robledal. En él, recorrido por senderillos huidizos, hay robles vetustos y retorcidos. Parecen juntarse en pequeños grupos para darse compañía. Merece la pena culebrear por dentro y dejarse impregnar por su misterio.
He leído que el árbol más viejo, situado en su periferia norte, “es un roble quejigo de más de veinte metros de altura, cinco metros de perímetro y más de cuatro siglos de vida”. Por lo anterior, y por sus formas, es también el más famoso del lugar: el ‘roble centenario’.
De su edad no puedo dar fe, pero, ciertamente, tiene aspecto venerable. Llevé una cinta métrica: su perímetro, a 1 metro de altura, es de 4,05 metros; 4,50 metros en la base, a ras de suelo. Para la altura, ¡ay!, me quedé corto: mi cinta solo tenía 5 metros.
ANÉCDOTA
Habíamos ido a esta ruta, la ‘Senda de los Andasusos’, por segunda vez. Ahora queríamos hacerla ‘en serio’. Además, nos intrigaba ese nombre. Queríamos averiguar algo sobre él y así dar más sentido e historia a nuestro propio caminar.
Pero no. Llegamos al final sin ver a nadie en Carcedo ni en Modúbar, que no fuera a lo lejos y en sus labores. Acercarnos sin más para preguntar por el porqué de “los Andasusos” podría habernos hecho parecer unos pirados (…lo que no habría sido muy descaminado).
La mayoría de los nombres que les ponemos a las cosas tienen (o deberían tener) un significado, una razón de ser, una raíz. Para eso están las palabras. Bueno, a menos que digas ‘a-uan-ba-buluba balan-bam-bú’. Sólo porque te suena ‘guay’, claro.
A lo que vamos. En esas circunstancias, para dar carta de naturaleza a la ruta que habíamos realizado, por lo del nombre..., no nos quedó más remedio que conjeturar; a posteriori. O eso o nada. A ver qué pasa….
Al parecer, el adverbio ‘suso’ (ya en desuso) indica arriba o más arriba (como en ‘susodicho’). Si eso es así, y dando por supuesto (¿?) que ‘anda’ se refiere a andar, combinando ambas partes, nos sale la siguiente hipótesis:
El Sendero de los Andasusos sería el trayecto que caminaban hacia arriba quienes venían de abajo. Según ello, estaríamos en la senda que hacían quienes subían de Modúbar a Carcedo.
Ya, pero, entonces, ¿…para bajar (a Modúbar)…? …O necesitamos otra hipótesis; o nos falta otra senda; o hemos de cambiarle el nombre a la misma: ¿Acaso 'Senda de los Andayusos'? (para ser coherentes). …"¡Andayá!".
‘A falta de pan (datos) buenas son tortas (elucubraciones)’. [Aunque este dicho nunca lo he entendido, ... ya que, en realidad, “las tortas están más buenas qu’el pan”].
…/… “Mira, esto de hoy no es ni anécdota ni es nada”.
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