214. PRC-BU-115 Sendero del Destierro del Cid
near Castrillo del Val, Castilla y León (España)
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📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 37 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 216 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Tres días seguidos entre festivo y fin de semana. ¡Qué mejor provecho que hacer tres rutas seguidas! …Una por día.
Eso sí, tenían que ser asequibles; ni largas ni muy desniveladas. Por mucho espíritu que pongan el corazón y la cabeza, los tobillos y las rodillas marcan condiciones.
Había, además, que sacar partido del breve paréntesis entre las jornadas primaverales de tiempo tormentoso y los días, ya inminentes, de calor al inicio del estío.
Y, para terminar de encajar todas las piezas,… teníamos un PRC-BU (el 115) cerca, para llegar pronto antes de que levantase mucho Lorenzo con sus llamas.
Bueno, no todas (las piezas). Hay algo más; y no es menos importante: El PRC de marras lleva por nombre ‘Sendero del Destierro del Cid’. ¿¡Qué puede haber más ‘mais(c)idiano’!?
Quedaba una duda, una nimiedad, pero con posibles efectos prácticos: “¿Empezamos (y terminamos) en el Monasterio de San Pedro de Cardeña o en el pueblo de Castrillo del Val?”.
Teóricamente, y para hacer lo que (dicen que) hizo El Cid, la partida desde el monasterio sería lo suyo. Pero, es un lugar aislado; y, además, no sé si aún hay monjes, y si están libres de internet y esas cosas…. (*).
…Tal vez no haya allí buena señal para cargar el seguimiento de la ruta y luego para descargar los ‘waypoints’ y guardarla al final. Mejor desde Castrillo del Val…, ¿no?
¡‘A la porra con las minucias prácticas’! ¡Allá vamos, a San Pedro de Cardeña! Armados con rodillera y tobillera: Tizona y Babieca…. Como El Cid.
(*) Luego comprobamos que sí hay monjes (al menos, vi uno joven y otro en su madurez). Y también cobertura para el seguimiento y descarga de la ruta.
LA RUTA
Comenzamos, pues, en el monasterio de Cardeña. Confirmo que en la misma explanada hay señal para la conexión por GPS. Aunque muy débil en un primer momento, al cabo de un minuto adquirió fuerza suficiente.
Se supone que El Cid, camino del destierro, partió hacia el sureste, “con doce de los suyos”. Esa misma dirección tomamos nosotros. Una pista nos lleva en volandas hasta el borde del bosque (km 2).
A partir de allí y hasta el km 4,4, cabalgaduras y jinetes debieron entonces moverse con cierta incomodidad por caminos pedregosos (pequeñas piedras sueltas) y pedrosos (grandes rocas redondeadas aferradas al suelo; son el suelo).
En el km 4,4, nada más pasar la primera cueva (la de Carrera), hacemos un giro en escuadra hacia la izquierda. Nos internamos en la parte más frondosa del bosque de encinas, por un sinuoso, delicioso sendero de galería.
Éste se extiende hasta justo después (km 5,5) de las otras cuevas; las más vistosas (la del Belén y la del Carrascal), una casi enfrente de la otra (km 5,3-5,4). Supongo que El Cid y los suyos se perdieron esta bonita parte. Ellos seguirían rectos en el km 4,4; hacia levante.
A continuación, entramos en una zona de campiña hasta Castrillo del Val (km 7,9) y más allá. Campos de cereales surcados por algunos arroyos. Alguna fuente al lado mismo del camino, como la Pasaderilla (km 6,8), se oye más de lo que se ve.
Tras una vuelta por Castrillo, subimos al cerro (km 9,6) que nos acerca a la extensa finca del monasterio. Está cercada con un muro de piedra. Algún resquicio tiene para franquearla, y se observa un sendero interior.
Nos acercamos a ver, pero no continuamos. Respetamos el trazado de la presente ruta. Rodeando el perímetro exterior de la cerca, llegamos al punto (km 11,4) en el que habíamos iniciado la parte circular (en la ida). Ya estamos a un paso del monasterio.
Posibles Dificultades:
Las demandas físicas son livianas, tanto por longitud y desnivel como gracias al buen estado del terreno; siempre por pista, camino, o sendero. Algún tramo entre los km 2 y 4 puede resultar ligeramente áspero (nada más).
La orientación es relativamente fácil (muy fácil con guía), aunque hay cruces de senderos y caminos dentro del bosque. Hay algunos letreros indicadores y numerosas marcas (bandas amarilla y blanca) en los árboles.
DESTACADO
Es ésta una ruta corta, pero con recursos de interés que la hacen heterogénea y entretenida. Empezamos (y terminamos) por la historia y la cultura. En medio, nos impregnamos de una vibrante naturaleza y admiramos unas formaciones rocosas singulares.
(1) El Camino del Destierro del Cid:
La historia, la vida, tienen infinitas caras. Todas no caben en las palabras. Así que (típicamente) seleccionamos y enfatizamos algunas facetas, y las interpretamos según nuestros deseos (y prejuicios). No seré yo quien dude de las versiones buenas de El Cid. Las necesitamos.
Cuentan las crónicas que “Este monasterio (de Cardeña) recogió al Cid en la época de su destierro, junto con su mujer y sus hijas, y allí vivieron (ellas) hasta el final de sus días” (según el Portal Oficial de Turismo de la Junta de Castilla y León).
De allí pudo partir El Cid con su mesnada al destierro, dejando a su esposa e hijas bajo protección. El sendero PRC-BU-115, al menos en su primera parte, en dirección al este, pretende recoger el trayecto inicial de aquel viaje al infierno y a la gloria.
(2) El Bosque y los Campos:
Varios km a lo largo de la ruta discurren dentro de un bosque mayormente poblado por encinas. En las zonas más tupidas, encinas (y quejigos y carrascas) se adornan con el plateado musgo de roble y se rodean de espesa hierba.
Hay un tramo particularmente atractivo entre los km 4,4 y 5,4. Es un estrecho sendero interior abovedado. Dada su angostura y su cubierta vegetal superior, El Cid y los suyos habrían tenido que bajar de sus monturas e ir en fila india; en caso de haber pasado por allí ahora.
Fuera del bosque, a lo largo de gran parte de la ruta, nos acompañan los campos: trigo, cebada, centeno, forrajes, y… amapolas, flores varias y exóticas plantas primaverales en las linderas de los caminos y arroyos. Una explosión de vitalidad.
(3) Las Cuevas:
Un activo especial de la ruta son las cuevas. Podemos prescindir de la primera (la de Carrera). Parece sólo una oscura oquedad (ahora) abarrotada de mosquitos celosos de su nicho. No te permitirán sacar ni una foto interior: desenfocarán totalmente el objetivo.
Las otras, un km después (hacia el 5,4, un poco apartadas del sendero, a uno y otro lado) sí merecen la pena. La Cueva del Portal de Belén tiene un discreto ‘belenito’ (por su tamaño). En realidad, son varias cuevas muy próximas a lo largo de un mismo roquedal.
La que más impresiona es la Cueva del Carrascal, en frente. De considerables dimensiones, te puedes adentrar sin peligro alguno. Varias bocas dan acceso a estancias con columnas y formas diversas. Merece un letrero con más prestancia que un nombre pintado en la roca.
(4) San Pedro de Cardeña:
El monasterio fue fundado por monjes benedictinos en el año 899, siendo un importante centro cultural y espiritual en la época. Ha sufrido numerosos avatares (vamos, saqueos y destrucción, ¿para qué usar eufemismos?). Desde 1942 lo ocupan monjes cistercienses.
Del monasterio románico original queda la vieja torre del siglo XI, y también su claustro románico, del XII. La iglesia es gótica y parte de la fachada es del XVIII. Por dentro (no visitados), destacan la Torre Cidiana, el Claustro de los Mártires, y el Panteón Real.
El interior del monasterio puede ser visitado (de acuerdo con horarios), guiados por un monje.
ANÉCDOTA
Llegábamos a Castrillo del Val hacia las 9:30 h. Aún era buena hora para un día caluroso que alcanzaría los 30 grados. Días en los que es obligado madrugar. Nos cruzamos con un hombre que salía del pueblo, con aspecto de ir a dar un paseo.
-- “¡Vaya pueblo más chulo! ¡Presumiendo de dos iglesias!”, le dije. Entiéndase el repulgo irónico de ‘chulo’, con su doble acepción (de chulería o altanería y de elegante o bonito).
Sonrió. Mi tono le debió dejar claro que sólo cabía una interpretación; la ‘buena’. Pero, aun así, quiso añadir chispa e ironía por su parte, arrimando el ascua a la otra.
Así que dijo: --“Las dos iglesias son de época similar. Yo creo que era por piques entre parroquias o barrios. Todos querían presumir de iglesia. A ver quién la tenía más grande. Y luego cada oveja con su rebaño. Hoy ya nos sobra una”.
Para continuar con la broma, añadí aquello de que: --“Hombre, sería para que nadie tenga (o tuviera) excusas para no ir a misa, por quedarle la iglesia lejos de su casa”.
--“No crea. No sé antes. Hoy día no serviría. O la tenemos a un paso, cómodo, como con todo lo demás, o cogemos el coche…”, sentenció.
Metidos en asuntos religiosos como estábamos, no me hizo falta mucho más argumentario por su parte para decir “Amén” por la mía. --“¡Adiós, buen día! No se caliente la cabeza”.
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 37 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 216 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Tres días seguidos entre festivo y fin de semana. ¡Qué mejor provecho que hacer tres rutas seguidas! …Una por día.
Eso sí, tenían que ser asequibles; ni largas ni muy desniveladas. Por mucho espíritu que pongan el corazón y la cabeza, los tobillos y las rodillas marcan condiciones.
Había, además, que sacar partido del breve paréntesis entre las jornadas primaverales de tiempo tormentoso y los días, ya inminentes, de calor al inicio del estío.
Y, para terminar de encajar todas las piezas,… teníamos un PRC-BU (el 115) cerca, para llegar pronto antes de que levantase mucho Lorenzo con sus llamas.
Bueno, no todas (las piezas). Hay algo más; y no es menos importante: El PRC de marras lleva por nombre ‘Sendero del Destierro del Cid’. ¿¡Qué puede haber más ‘mais(c)idiano’!?
Quedaba una duda, una nimiedad, pero con posibles efectos prácticos: “¿Empezamos (y terminamos) en el Monasterio de San Pedro de Cardeña o en el pueblo de Castrillo del Val?”.
Teóricamente, y para hacer lo que (dicen que) hizo El Cid, la partida desde el monasterio sería lo suyo. Pero, es un lugar aislado; y, además, no sé si aún hay monjes, y si están libres de internet y esas cosas…. (*).
…Tal vez no haya allí buena señal para cargar el seguimiento de la ruta y luego para descargar los ‘waypoints’ y guardarla al final. Mejor desde Castrillo del Val…, ¿no?
¡‘A la porra con las minucias prácticas’! ¡Allá vamos, a San Pedro de Cardeña! Armados con rodillera y tobillera: Tizona y Babieca…. Como El Cid.
(*) Luego comprobamos que sí hay monjes (al menos, vi uno joven y otro en su madurez). Y también cobertura para el seguimiento y descarga de la ruta.
LA RUTA
Comenzamos, pues, en el monasterio de Cardeña. Confirmo que en la misma explanada hay señal para la conexión por GPS. Aunque muy débil en un primer momento, al cabo de un minuto adquirió fuerza suficiente.
Se supone que El Cid, camino del destierro, partió hacia el sureste, “con doce de los suyos”. Esa misma dirección tomamos nosotros. Una pista nos lleva en volandas hasta el borde del bosque (km 2).
A partir de allí y hasta el km 4,4, cabalgaduras y jinetes debieron entonces moverse con cierta incomodidad por caminos pedregosos (pequeñas piedras sueltas) y pedrosos (grandes rocas redondeadas aferradas al suelo; son el suelo).
En el km 4,4, nada más pasar la primera cueva (la de Carrera), hacemos un giro en escuadra hacia la izquierda. Nos internamos en la parte más frondosa del bosque de encinas, por un sinuoso, delicioso sendero de galería.
Éste se extiende hasta justo después (km 5,5) de las otras cuevas; las más vistosas (la del Belén y la del Carrascal), una casi enfrente de la otra (km 5,3-5,4). Supongo que El Cid y los suyos se perdieron esta bonita parte. Ellos seguirían rectos en el km 4,4; hacia levante.
A continuación, entramos en una zona de campiña hasta Castrillo del Val (km 7,9) y más allá. Campos de cereales surcados por algunos arroyos. Alguna fuente al lado mismo del camino, como la Pasaderilla (km 6,8), se oye más de lo que se ve.
Tras una vuelta por Castrillo, subimos al cerro (km 9,6) que nos acerca a la extensa finca del monasterio. Está cercada con un muro de piedra. Algún resquicio tiene para franquearla, y se observa un sendero interior.
Nos acercamos a ver, pero no continuamos. Respetamos el trazado de la presente ruta. Rodeando el perímetro exterior de la cerca, llegamos al punto (km 11,4) en el que habíamos iniciado la parte circular (en la ida). Ya estamos a un paso del monasterio.
Posibles Dificultades:
Las demandas físicas son livianas, tanto por longitud y desnivel como gracias al buen estado del terreno; siempre por pista, camino, o sendero. Algún tramo entre los km 2 y 4 puede resultar ligeramente áspero (nada más).
La orientación es relativamente fácil (muy fácil con guía), aunque hay cruces de senderos y caminos dentro del bosque. Hay algunos letreros indicadores y numerosas marcas (bandas amarilla y blanca) en los árboles.
DESTACADO
Es ésta una ruta corta, pero con recursos de interés que la hacen heterogénea y entretenida. Empezamos (y terminamos) por la historia y la cultura. En medio, nos impregnamos de una vibrante naturaleza y admiramos unas formaciones rocosas singulares.
(1) El Camino del Destierro del Cid:
La historia, la vida, tienen infinitas caras. Todas no caben en las palabras. Así que (típicamente) seleccionamos y enfatizamos algunas facetas, y las interpretamos según nuestros deseos (y prejuicios). No seré yo quien dude de las versiones buenas de El Cid. Las necesitamos.
Cuentan las crónicas que “Este monasterio (de Cardeña) recogió al Cid en la época de su destierro, junto con su mujer y sus hijas, y allí vivieron (ellas) hasta el final de sus días” (según el Portal Oficial de Turismo de la Junta de Castilla y León).
De allí pudo partir El Cid con su mesnada al destierro, dejando a su esposa e hijas bajo protección. El sendero PRC-BU-115, al menos en su primera parte, en dirección al este, pretende recoger el trayecto inicial de aquel viaje al infierno y a la gloria.
(2) El Bosque y los Campos:
Varios km a lo largo de la ruta discurren dentro de un bosque mayormente poblado por encinas. En las zonas más tupidas, encinas (y quejigos y carrascas) se adornan con el plateado musgo de roble y se rodean de espesa hierba.
Hay un tramo particularmente atractivo entre los km 4,4 y 5,4. Es un estrecho sendero interior abovedado. Dada su angostura y su cubierta vegetal superior, El Cid y los suyos habrían tenido que bajar de sus monturas e ir en fila india; en caso de haber pasado por allí ahora.
Fuera del bosque, a lo largo de gran parte de la ruta, nos acompañan los campos: trigo, cebada, centeno, forrajes, y… amapolas, flores varias y exóticas plantas primaverales en las linderas de los caminos y arroyos. Una explosión de vitalidad.
(3) Las Cuevas:
Un activo especial de la ruta son las cuevas. Podemos prescindir de la primera (la de Carrera). Parece sólo una oscura oquedad (ahora) abarrotada de mosquitos celosos de su nicho. No te permitirán sacar ni una foto interior: desenfocarán totalmente el objetivo.
Las otras, un km después (hacia el 5,4, un poco apartadas del sendero, a uno y otro lado) sí merecen la pena. La Cueva del Portal de Belén tiene un discreto ‘belenito’ (por su tamaño). En realidad, son varias cuevas muy próximas a lo largo de un mismo roquedal.
La que más impresiona es la Cueva del Carrascal, en frente. De considerables dimensiones, te puedes adentrar sin peligro alguno. Varias bocas dan acceso a estancias con columnas y formas diversas. Merece un letrero con más prestancia que un nombre pintado en la roca.
(4) San Pedro de Cardeña:
El monasterio fue fundado por monjes benedictinos en el año 899, siendo un importante centro cultural y espiritual en la época. Ha sufrido numerosos avatares (vamos, saqueos y destrucción, ¿para qué usar eufemismos?). Desde 1942 lo ocupan monjes cistercienses.
Del monasterio románico original queda la vieja torre del siglo XI, y también su claustro románico, del XII. La iglesia es gótica y parte de la fachada es del XVIII. Por dentro (no visitados), destacan la Torre Cidiana, el Claustro de los Mártires, y el Panteón Real.
El interior del monasterio puede ser visitado (de acuerdo con horarios), guiados por un monje.
ANÉCDOTA
Llegábamos a Castrillo del Val hacia las 9:30 h. Aún era buena hora para un día caluroso que alcanzaría los 30 grados. Días en los que es obligado madrugar. Nos cruzamos con un hombre que salía del pueblo, con aspecto de ir a dar un paseo.
-- “¡Vaya pueblo más chulo! ¡Presumiendo de dos iglesias!”, le dije. Entiéndase el repulgo irónico de ‘chulo’, con su doble acepción (de chulería o altanería y de elegante o bonito).
Sonrió. Mi tono le debió dejar claro que sólo cabía una interpretación; la ‘buena’. Pero, aun así, quiso añadir chispa e ironía por su parte, arrimando el ascua a la otra.
Así que dijo: --“Las dos iglesias son de época similar. Yo creo que era por piques entre parroquias o barrios. Todos querían presumir de iglesia. A ver quién la tenía más grande. Y luego cada oveja con su rebaño. Hoy ya nos sobra una”.
Para continuar con la broma, añadí aquello de que: --“Hombre, sería para que nadie tenga (o tuviera) excusas para no ir a misa, por quedarle la iglesia lejos de su casa”.
--“No crea. No sé antes. Hoy día no serviría. O la tenemos a un paso, cómodo, como con todo lo demás, o cogemos el coche…”, sentenció.
Metidos en asuntos religiosos como estábamos, no me hizo falta mucho más argumentario por su parte para decir “Amén” por la mía. --“¡Adiós, buen día! No se caliente la cabeza”.
Waypoints
Waypoint
3,246 ft
31
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