211. PRC-BU-183 Extendido Condado de Valdivielso
near Condado, Castilla y León (España)
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📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 57 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 444 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
🎶🎶 ‘Esta noche ha llovido, maaa͜ ñana hay barroOo… (pobre del carretero que va en el carro)…’.🎶 🎶 (cancionero popular norteño).
Efectivamente, esa noche (y por la tarde), varios aguaceros rabiosos y enrachados habían barrido el territorio. Habría barro. Peor incluso, nosotros NO iríamos EN el carro. Más bien, tiraríamos de él; seríamos el carro. ‘Pobrrres…’.
Había que elegir una ruta con caminos firmes por donde, además, no volviera a llover. Curiosamente, según los pronósticos, esta vez, el norte estaría más despejado que el sur.
El PRC-BU-183 nos daba cierta seguridad. En parte, discurría por zonas altas. En otra, iba por bajas, al lado del Ebro. Pero ya habíamos comprobado que los senderos no se anegaban; dejaban caer enseguida el agua al río.
Por si acaso, ese PRC parecía más bien corto y sin mucho desnivel. Aun habiendo barro, nos alcanzarían las fuerzas…. (…Después de todo, no hubo barro). Y, si llovía, la meta no nos quedaría muy lejos, corriendo…. (…Después de todo, no llovió).
Su longitud ‘oficial’, ligeramente variable según las versiones, oscila en torno a 11 km, y no llega a 200 m de desnivel acumulado (por ej., https://www.lasmerindades.com/es/ruta/prc-bu-183-sendero-de-fuente-sagredo).
Pero, con el rabillo del ojo también vimos en el diseño de la ruta que tenía posibilidades de extensión. “Ay, ay, ay….”; ‘arenas movedizas’ (como para fiarse, como para fiarnos de nosotros mismos…).
Empezamos: terreno en buen estado, buena temperatura, más sol que nubes…. Enseguida nos atrevimos a hacer algunos añadidos (que si desvío a la ‘ermita’ de San Roque; que si bucle por encima de Panizares ampliando vistas de los ‘Cuchillos’, etc.).
Lo mayor vino al entrar en Panizares. Vimos un letrero: ‘Ermita de San Juan, Fortaleza Altomedieval’. Ponía 1 km. “Con eso bien podemos; y sigue sin haber amenaza de lluvia”.
No indicaba que estarían en alto, ni que, en realidad, nos saldrían 3 km entre ida, vueltas exploratorias, y regreso. Ni tampoco que ermita y fortaleza tuvieron tiempos mejores.
Total, que a la ruta inicialmente prevista le añadimos 6 km largos y casi duplicamos su desnivel. Muy bienvenido fue todo ello; durante y después.
LA RUTA
Tomamos como base el trazado de un popular sendero, el PRC-BU-183, o de ‘Fuente Sagredo’, aunque hicimos extensiones y variaciones. Con principio y final en Condado de Valdivielso, pasa también por Panizares de Valdivielso.
Nos acercamos a la orilla del Ebro por una pista. En el km 1,9 cruzamos el río y entramos en zona de campo. Pasando por la ermita (que fue) de San Roque y un tramo corto de carretera, emprendemos el ascenso al monte (km 3,5).
Serán 2,5 km por senderos de bosque de pinos, encinas, y quejigos. A nuestra derecha, abajo, se ahonda el valle de Valdivielso; a la izquierda, se engallan las paredes de la Sierra de La Tesla. El sendero nos depositará justo por encima (km 5,8) de Panizares.
Podemos desde allí bajar directamente al pueblo. Pero haremos mucho mejor en continuar bordeándolo por encima casi 1 km, bajo la pared de los Chuchillos de La Tesla. Impresiona su verticalidad y su ‘afilado’ puntiagudo.
Un poco antes de entrar en Panizares (km 6,6), hay la opción de desviarse a la izquierda, para ir a los vestigios de la ermita de San Juan (km 7,7) y de una fortaleza altomedieval (km 8,2). Hay que subir a lo largo de un sendero pletórico de vegetación.
Volvemos a Panizares (km 9,8). Merece la pena recorrerlo. Descendemos luego por un camino entre bosques (y unos 200 m de carretera) hasta el Ebro (km 11,4). Antes (km 11,2), veremos una artística escultura moderna (‘Trébol’), de Carlos Armiño.
Nada más cruzar el río, en un brusco giro a la derecha, nos adentramos en un largo y estrecho sendero a la vera del Ebro. Cerca del final, otra escultura (‘Pórtico’) (km 14,6). Allí podemos desviarnos a la cercana Fuente de las Calenturas (km 14,8).
De regreso a la escultura, retomamos el camino hacia Condado. En lugar de repetir en la vuelta el trayecto de ida, en el km 15,9 viramos hacia la parte alta de la localidad. Así podremos apreciar algunas de sus esencias de pueblo con solera.
Posibles Dificultades:
No las hay de importancia. Vamos casi siempre por caminos y senderos en buen estado. Incluso en época de lluvias se mantenían sin barro. Hay señalización abundante, aunque siempre es conveniente una guía.
Quizá lo menos fácil en orientación sea el sendero hacia la ermita de San Juan y la fortaleza altomedieval, desde Panizares. En algún tramo no es evidente o se puede confundir con otros que llevan a destinos diferentes.
DESTACADO
El Valle de Valdivielso es un lugar pudiente en paisajes y naturaleza. También se ha hecho un hueco en la historia por su patrimonio cultural. De lo uno y lo otro participa el recorrido de la presente ruta por el extremo oriental del valle.
(1) Naturaleza y Paisaje:
Paisajísticamente, dos elementos sobresalen: el río Ebro y la Sierra de la Tesla. Está, además, el propio valle, en su amplio lecho, siempre verde y frondoso, con fértiles huertos y campos, y con bosques de pinos, encinas, quejigos y boj en las laderas.
El Ebro surca todo el valle desde el desfiladero de Los Hocinos hasta el desfiladero de La Horadada. Se mueve perezoso, remolonea, como si no quisiera irse del paraíso (la prosaica verdad es que está represado un poco más abajo de Condado).
El largo sendero junto al Ebro (casi 5 km en total) proporciona una experiencia especial; particularmente, en sus casi 4 km por un apretado desfiladero vegetal. Es tan variada la flora ribereña, que no sacia (por si acaso, están los trinos de los pájaros).
Sorprendentemente, la Fuente Sagredo nos pasó inadvertida (este PRC lleva su nombre). No vimos ninguna indicación de ella a lo largo del sendero. Sí estaba claramente visible, en cambio, el letrero hacia la Fuente de las Calenturas (y fuimos; una por otra).
Por su lado noreste, todo a lo largo del valle, se eleva el rocoso y empinado cordal meridional de La Tesla. Ahí estaba, a la vista, el profundo corte en V de la ‘cluse’ transversal de Hoz de Valdivielso hacia Tartalés de los Montes (fuera de esta ruta).
Una vez en la vida, al menos, en un día de niebla invernal, todo amante de la grandeza natural debería hacer ese trayecto (ej., https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-la-tesla-desde-hoz-de-valdivielso-90810562 ). O consiga un pase temporal para volver desde ‘el más allá’.
Apabullan en ese espinazo de La Tesla los ‘Cuchillos’ de Panizares. Son formaciones calizas verticales, entre redondeadas y aristadas en su cuerpo, y picudas en la cúspide. Parecen una falange de guerreros, cada uno con personalidad propia.
(2) Patrimonio y Antigüedad:
Condado de Valdivielso tiene dos iglesias. Situadas una en cada extremo del pueblo. Para que nadie tenga (o tuviera) excusas para no ir, por estar lejos de su casa. Ambas tienen origen románico, aunque la de Santa María conserva mejor su aspecto original.
A ésta nos acercamos, entrando por el sureste, en el regreso. Canecillos, capiteles, arquivoltas, ajedrezados, sogueados, etc. La otra, de San Pedro, en el noroeste, la vimos de cerca, pero la rampa hasta ella se nos hacía ya muy cuesta arriba después de más de 17 km.
Entre Condado y Hoz de Valdivielso se encuentra la otrora ermita de San Roque. Han abierto un enorme (monstruoso) portón en su frontal. Estaba vacía, aunque parece haberse usado como cachimán o almacén agrícola. En su fondo, aún conserva decorados.
También Panizares puede presumir de una iglesia de origen románico, con un elegante ábside semicircular. Su lucido aspecto actual refleja reconstrucciones posteriores. Se recorta magnífica contra la muralla de los ‘Cuchillos’ por detrás. Bella estampa.
Para sumar, a 1 km de Panizares se hallan las ruinas de la antigua ermita de San Juan. En realidad, son sólo vestigios-de-restos-de-ruinas: un rectángulo que parece corresponder a los cimientos, con algunas muestras de excavación arqueológica.
Cercana a la ermita de San Juan, se ubica lo que pudo ser una ‘Fortaleza Altomedieval’. Ahora, sólo quedan montículos caóticos de piedras. Por su posición, bien pudo ser una atalaya. Las vistas hacia abajo, el profundo valle del Ebro, son impresionantes.
(3) Arte y Modernidad:
Había visto un par de esculturas de arte moderno de Carlos Armiño en rutas previas por estas latitudes. Al aire libre. Una obra, denominada ‘Origen’, entre Hoz de Valdivielso y Tartalés de los Montes; otra, ‘Refugio’, entre Tartalés de Cilla y el de los Montes.
Me resultaron curiosas, pero no indagué más. En la presente ruta, hay dos creaciones más del mismo artista: ‘Trébol’ y ‘Pórtico’, en camino de Panizares a Condado. Ahora sí me sentí moralmente obligado a informarme.
Estas piezas escultóricas de gran tamaño forman parte de la ‘Ruta del Arte’. Son 15 unidades diseminadas a lo largo de todo el Valle de Valdivielso (‘Recogimiento’, ‘Nube de Piedra’, Estante de Miradas’, etc.). Añaden espiritualidad a un paisaje grandioso.
El autor, natural de Tartalés de los Montes, mantiene estrechos vínculos con esta tierra. En Panizares, en una especie de solar, vimos algunas obras del mismo estilo, pero menor tamaño. A lo largo del pueblo hay diversos objetos decorados (bancos, etc.). Se respira arte.
Aligerando después mi ignorancia, vi fotos de Armiño en internet. De inconfundible figura, juraría que estuvimos a escasos metros de él. Intercambiamos un saludo. O era él mismo o era un doble muy bien logrado. ¡Gracias, Maestro!
ANÉCDOTA
Dos hechos inesperados bien pudieron haber constituido sendas anécdotas, después de ser debidamente motivados en el fondo y pulidos en la forma:
(a) El incremento de más del 50% en longitud y más del 75% en el desnivel, con respecto al trazado previsto (por nosotros; el oficial) del PRC; ¡que es mucho cambio de planes!
(b) El (casi) encuentro con el artista Armiño en Panizares, reducido a un ‘gracias’ amistoso (se paró para dejarnos paso), por desconocimiento nuestro hasta después.
Pero, ya mencionados ambos hechos arriba, en el Preámbulo y en Destacado, he elegido finalmente otro como Anécdota, para añadir variedad.
Nos encontrábamos hacia la mitad del largo sendero al lado del Ebro, ya de regreso. Es sinuoso a tramos, donde no ves lo que hay (o te viene…) por delante.
Es también estrecho. Su anchura da para un pie delante del otro. Si los pones transversales, sólo cabrá uno. Confirmado: 32 cm de tierra y unos pocos más de hierba a los lados.
A nadie habíamos visto allí, ni tampoco antes, a lo largo de la ruta. Sólo a una señora en Panizares que nos dijo que No se podía pasar por donde comprobamos 40 segundos después que Sí se podía (vete a saber sus ‘razones’…).
De pronto, junto al Ebro, en un recodo, aparecen dos hombres en bicicletas de monte, uno tras otro. A buena velocidad. La rueda sí cabía en el sendero. El manillar, no. ¡A un lado, rápido!
–“Por detrás vienen veinte más…”, dijeron amables. –“Gracias, tomamos nota”, y nos buscamos un hueco entre la hierba, sin caer al río. A esperar.
Empezó el largo rosario. Mujeres y hombres, ya maduros, pero entusiastas y fogosos. Todos con una palabra agradable y una sonrisa hacia nosotros. Y dando gracias por abrirles paso.
Tres,… cuatro,… cinco…. Venían espaciados. Pero era preferible no moverse del sitio que ya nos habíamos hecho en la orilla. No había lugar para mucho más. O eso o un chapuzón.
…Once,… doce,… trece…. Ya se nos acababa el vocabulario de saludos hacia ellos, sin repetirnos. …Diecinueve, …veinte,…, veintiuno….
Vemos venir, por fin, a uno bastante retrasado (era el 22). – “Vd. debe ser ya el ‘coche escoba’”, supongo, le dije. Sonrió: –“¡Uy, no, aún quedan!”.
Dejamos de contar. Siguieron pasando; …y pasando. Sospecho que fueron menos de cien. ¡Vaya con las matemáticas! O el primero no sabía sumar, o lo de “veinte más” era una forma de decir “un montón”.
Fueron más de cinco minutos esperando (también es una forma de hablar; igual se estiraron y multiplicaron, como los ciclistas; ya puestos en números…), bien entretenidos con el carrusel. Parecíamos toreros.
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 57 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 444 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
🎶🎶 ‘Esta noche ha llovido, maaa͜ ñana hay barroOo… (pobre del carretero que va en el carro)…’.🎶 🎶 (cancionero popular norteño).
Efectivamente, esa noche (y por la tarde), varios aguaceros rabiosos y enrachados habían barrido el territorio. Habría barro. Peor incluso, nosotros NO iríamos EN el carro. Más bien, tiraríamos de él; seríamos el carro. ‘Pobrrres…’.
Había que elegir una ruta con caminos firmes por donde, además, no volviera a llover. Curiosamente, según los pronósticos, esta vez, el norte estaría más despejado que el sur.
El PRC-BU-183 nos daba cierta seguridad. En parte, discurría por zonas altas. En otra, iba por bajas, al lado del Ebro. Pero ya habíamos comprobado que los senderos no se anegaban; dejaban caer enseguida el agua al río.
Por si acaso, ese PRC parecía más bien corto y sin mucho desnivel. Aun habiendo barro, nos alcanzarían las fuerzas…. (…Después de todo, no hubo barro). Y, si llovía, la meta no nos quedaría muy lejos, corriendo…. (…Después de todo, no llovió).
Su longitud ‘oficial’, ligeramente variable según las versiones, oscila en torno a 11 km, y no llega a 200 m de desnivel acumulado (por ej., https://www.lasmerindades.com/es/ruta/prc-bu-183-sendero-de-fuente-sagredo).
Pero, con el rabillo del ojo también vimos en el diseño de la ruta que tenía posibilidades de extensión. “Ay, ay, ay….”; ‘arenas movedizas’ (como para fiarse, como para fiarnos de nosotros mismos…).
Empezamos: terreno en buen estado, buena temperatura, más sol que nubes…. Enseguida nos atrevimos a hacer algunos añadidos (que si desvío a la ‘ermita’ de San Roque; que si bucle por encima de Panizares ampliando vistas de los ‘Cuchillos’, etc.).
Lo mayor vino al entrar en Panizares. Vimos un letrero: ‘Ermita de San Juan, Fortaleza Altomedieval’. Ponía 1 km. “Con eso bien podemos; y sigue sin haber amenaza de lluvia”.
No indicaba que estarían en alto, ni que, en realidad, nos saldrían 3 km entre ida, vueltas exploratorias, y regreso. Ni tampoco que ermita y fortaleza tuvieron tiempos mejores.
Total, que a la ruta inicialmente prevista le añadimos 6 km largos y casi duplicamos su desnivel. Muy bienvenido fue todo ello; durante y después.
LA RUTA
Tomamos como base el trazado de un popular sendero, el PRC-BU-183, o de ‘Fuente Sagredo’, aunque hicimos extensiones y variaciones. Con principio y final en Condado de Valdivielso, pasa también por Panizares de Valdivielso.
Nos acercamos a la orilla del Ebro por una pista. En el km 1,9 cruzamos el río y entramos en zona de campo. Pasando por la ermita (que fue) de San Roque y un tramo corto de carretera, emprendemos el ascenso al monte (km 3,5).
Serán 2,5 km por senderos de bosque de pinos, encinas, y quejigos. A nuestra derecha, abajo, se ahonda el valle de Valdivielso; a la izquierda, se engallan las paredes de la Sierra de La Tesla. El sendero nos depositará justo por encima (km 5,8) de Panizares.
Podemos desde allí bajar directamente al pueblo. Pero haremos mucho mejor en continuar bordeándolo por encima casi 1 km, bajo la pared de los Chuchillos de La Tesla. Impresiona su verticalidad y su ‘afilado’ puntiagudo.
Un poco antes de entrar en Panizares (km 6,6), hay la opción de desviarse a la izquierda, para ir a los vestigios de la ermita de San Juan (km 7,7) y de una fortaleza altomedieval (km 8,2). Hay que subir a lo largo de un sendero pletórico de vegetación.
Volvemos a Panizares (km 9,8). Merece la pena recorrerlo. Descendemos luego por un camino entre bosques (y unos 200 m de carretera) hasta el Ebro (km 11,4). Antes (km 11,2), veremos una artística escultura moderna (‘Trébol’), de Carlos Armiño.
Nada más cruzar el río, en un brusco giro a la derecha, nos adentramos en un largo y estrecho sendero a la vera del Ebro. Cerca del final, otra escultura (‘Pórtico’) (km 14,6). Allí podemos desviarnos a la cercana Fuente de las Calenturas (km 14,8).
De regreso a la escultura, retomamos el camino hacia Condado. En lugar de repetir en la vuelta el trayecto de ida, en el km 15,9 viramos hacia la parte alta de la localidad. Así podremos apreciar algunas de sus esencias de pueblo con solera.
Posibles Dificultades:
No las hay de importancia. Vamos casi siempre por caminos y senderos en buen estado. Incluso en época de lluvias se mantenían sin barro. Hay señalización abundante, aunque siempre es conveniente una guía.
Quizá lo menos fácil en orientación sea el sendero hacia la ermita de San Juan y la fortaleza altomedieval, desde Panizares. En algún tramo no es evidente o se puede confundir con otros que llevan a destinos diferentes.
DESTACADO
El Valle de Valdivielso es un lugar pudiente en paisajes y naturaleza. También se ha hecho un hueco en la historia por su patrimonio cultural. De lo uno y lo otro participa el recorrido de la presente ruta por el extremo oriental del valle.
(1) Naturaleza y Paisaje:
Paisajísticamente, dos elementos sobresalen: el río Ebro y la Sierra de la Tesla. Está, además, el propio valle, en su amplio lecho, siempre verde y frondoso, con fértiles huertos y campos, y con bosques de pinos, encinas, quejigos y boj en las laderas.
El Ebro surca todo el valle desde el desfiladero de Los Hocinos hasta el desfiladero de La Horadada. Se mueve perezoso, remolonea, como si no quisiera irse del paraíso (la prosaica verdad es que está represado un poco más abajo de Condado).
El largo sendero junto al Ebro (casi 5 km en total) proporciona una experiencia especial; particularmente, en sus casi 4 km por un apretado desfiladero vegetal. Es tan variada la flora ribereña, que no sacia (por si acaso, están los trinos de los pájaros).
Sorprendentemente, la Fuente Sagredo nos pasó inadvertida (este PRC lleva su nombre). No vimos ninguna indicación de ella a lo largo del sendero. Sí estaba claramente visible, en cambio, el letrero hacia la Fuente de las Calenturas (y fuimos; una por otra).
Por su lado noreste, todo a lo largo del valle, se eleva el rocoso y empinado cordal meridional de La Tesla. Ahí estaba, a la vista, el profundo corte en V de la ‘cluse’ transversal de Hoz de Valdivielso hacia Tartalés de los Montes (fuera de esta ruta).
Una vez en la vida, al menos, en un día de niebla invernal, todo amante de la grandeza natural debería hacer ese trayecto (ej., https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-la-tesla-desde-hoz-de-valdivielso-90810562 ). O consiga un pase temporal para volver desde ‘el más allá’.
Apabullan en ese espinazo de La Tesla los ‘Cuchillos’ de Panizares. Son formaciones calizas verticales, entre redondeadas y aristadas en su cuerpo, y picudas en la cúspide. Parecen una falange de guerreros, cada uno con personalidad propia.
(2) Patrimonio y Antigüedad:
Condado de Valdivielso tiene dos iglesias. Situadas una en cada extremo del pueblo. Para que nadie tenga (o tuviera) excusas para no ir, por estar lejos de su casa. Ambas tienen origen románico, aunque la de Santa María conserva mejor su aspecto original.
A ésta nos acercamos, entrando por el sureste, en el regreso. Canecillos, capiteles, arquivoltas, ajedrezados, sogueados, etc. La otra, de San Pedro, en el noroeste, la vimos de cerca, pero la rampa hasta ella se nos hacía ya muy cuesta arriba después de más de 17 km.
Entre Condado y Hoz de Valdivielso se encuentra la otrora ermita de San Roque. Han abierto un enorme (monstruoso) portón en su frontal. Estaba vacía, aunque parece haberse usado como cachimán o almacén agrícola. En su fondo, aún conserva decorados.
También Panizares puede presumir de una iglesia de origen románico, con un elegante ábside semicircular. Su lucido aspecto actual refleja reconstrucciones posteriores. Se recorta magnífica contra la muralla de los ‘Cuchillos’ por detrás. Bella estampa.
Para sumar, a 1 km de Panizares se hallan las ruinas de la antigua ermita de San Juan. En realidad, son sólo vestigios-de-restos-de-ruinas: un rectángulo que parece corresponder a los cimientos, con algunas muestras de excavación arqueológica.
Cercana a la ermita de San Juan, se ubica lo que pudo ser una ‘Fortaleza Altomedieval’. Ahora, sólo quedan montículos caóticos de piedras. Por su posición, bien pudo ser una atalaya. Las vistas hacia abajo, el profundo valle del Ebro, son impresionantes.
(3) Arte y Modernidad:
Había visto un par de esculturas de arte moderno de Carlos Armiño en rutas previas por estas latitudes. Al aire libre. Una obra, denominada ‘Origen’, entre Hoz de Valdivielso y Tartalés de los Montes; otra, ‘Refugio’, entre Tartalés de Cilla y el de los Montes.
Me resultaron curiosas, pero no indagué más. En la presente ruta, hay dos creaciones más del mismo artista: ‘Trébol’ y ‘Pórtico’, en camino de Panizares a Condado. Ahora sí me sentí moralmente obligado a informarme.
Estas piezas escultóricas de gran tamaño forman parte de la ‘Ruta del Arte’. Son 15 unidades diseminadas a lo largo de todo el Valle de Valdivielso (‘Recogimiento’, ‘Nube de Piedra’, Estante de Miradas’, etc.). Añaden espiritualidad a un paisaje grandioso.
El autor, natural de Tartalés de los Montes, mantiene estrechos vínculos con esta tierra. En Panizares, en una especie de solar, vimos algunas obras del mismo estilo, pero menor tamaño. A lo largo del pueblo hay diversos objetos decorados (bancos, etc.). Se respira arte.
Aligerando después mi ignorancia, vi fotos de Armiño en internet. De inconfundible figura, juraría que estuvimos a escasos metros de él. Intercambiamos un saludo. O era él mismo o era un doble muy bien logrado. ¡Gracias, Maestro!
ANÉCDOTA
Dos hechos inesperados bien pudieron haber constituido sendas anécdotas, después de ser debidamente motivados en el fondo y pulidos en la forma:
(a) El incremento de más del 50% en longitud y más del 75% en el desnivel, con respecto al trazado previsto (por nosotros; el oficial) del PRC; ¡que es mucho cambio de planes!
(b) El (casi) encuentro con el artista Armiño en Panizares, reducido a un ‘gracias’ amistoso (se paró para dejarnos paso), por desconocimiento nuestro hasta después.
Pero, ya mencionados ambos hechos arriba, en el Preámbulo y en Destacado, he elegido finalmente otro como Anécdota, para añadir variedad.
Nos encontrábamos hacia la mitad del largo sendero al lado del Ebro, ya de regreso. Es sinuoso a tramos, donde no ves lo que hay (o te viene…) por delante.
Es también estrecho. Su anchura da para un pie delante del otro. Si los pones transversales, sólo cabrá uno. Confirmado: 32 cm de tierra y unos pocos más de hierba a los lados.
A nadie habíamos visto allí, ni tampoco antes, a lo largo de la ruta. Sólo a una señora en Panizares que nos dijo que No se podía pasar por donde comprobamos 40 segundos después que Sí se podía (vete a saber sus ‘razones’…).
De pronto, junto al Ebro, en un recodo, aparecen dos hombres en bicicletas de monte, uno tras otro. A buena velocidad. La rueda sí cabía en el sendero. El manillar, no. ¡A un lado, rápido!
–“Por detrás vienen veinte más…”, dijeron amables. –“Gracias, tomamos nota”, y nos buscamos un hueco entre la hierba, sin caer al río. A esperar.
Empezó el largo rosario. Mujeres y hombres, ya maduros, pero entusiastas y fogosos. Todos con una palabra agradable y una sonrisa hacia nosotros. Y dando gracias por abrirles paso.
Tres,… cuatro,… cinco…. Venían espaciados. Pero era preferible no moverse del sitio que ya nos habíamos hecho en la orilla. No había lugar para mucho más. O eso o un chapuzón.
…Once,… doce,… trece…. Ya se nos acababa el vocabulario de saludos hacia ellos, sin repetirnos. …Diecinueve, …veinte,…, veintiuno….
Vemos venir, por fin, a uno bastante retrasado (era el 22). – “Vd. debe ser ya el ‘coche escoba’”, supongo, le dije. Sonrió: –“¡Uy, no, aún quedan!”.
Dejamos de contar. Siguieron pasando; …y pasando. Sospecho que fueron menos de cien. ¡Vaya con las matemáticas! O el primero no sabía sumar, o lo de “veinte más” era una forma de decir “un montón”.
Fueron más de cinco minutos esperando (también es una forma de hablar; igual se estiraron y multiplicaron, como los ciclistas; ya puestos en números…), bien entretenidos con el carrusel. Parecíamos toreros.
Waypoints
Comments (2)
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Bonita ruta con muchas cosas que ver. Un abrazo
Gracias, emilio viejo. Sí es una gran ruta. Como las que tú haces por esas ('lejanas', ...¡mecachis! 🙂) tierras.