PRC-BU 2. Cañón del Ebro. Desde Pesquera de Ebro, Turzo, ermita del Ebro, hidroeléctrica del Porvenir. GR-99. Alto Ebro

PRC-BU2 y GR-99.
Circular sencilla, pero larga, recorriendo el sendero número 2 de los PR correspondientes a la provincia de Burgos con salida desde Pesquera de Ebro hacia Turzo.

De ahí giramos hacia el sur, a la vera del Cotorro y su cruz para transitar en una zona paramera por un camino de concentración entre fincas y más adelante, por el Casar, siguiendo la carretera entre Quintanilla Escalada hacia Pesquera hasta llegar al portillo del Castro.

Pero antes de continuar vamos a describir el camino que nos lleva sin ninguna pérdida hasta el pueblo de las velas.

Desde Pesquera salimos después de visitar la ermita de san Antonio, que se encuentra al otro lado del imponente puente de esta localidad caracterizada por sus casas de indianos blasonadas y una iglesia devaluada tras comprobar que su lateral se utiliza como punto limpio.

Entre casas con Hexapétalas y escudos vamos saliendo de este poblado para seguir el camino a Turzo.
El Ebro se encuentra por aquí encajonado en un perfil de paredes laterales de discreta altura.
El camino es cómodo y poco a poco vamos acercándonos al mirador de la hoz de las Calzadas.

Este estrecho paso del río Ebro es la puerta de entrada al valle de Zamanzas.

Nosotros giramos por el canal o barranco de la Rad y ascendemos cómodamente entre carrascas hasta Turzo.

La Covacha y su entorno dentro de la depresión que se ha ido formando por la erosión remontante del agua debido a la pendiente ha generado un microclima particular con huellas de una explotación agropecuaria de subsistencia.

La entrada a Turzo con el saludo de un antiguo y desgastado escudo es todo un descubrimiento.
Ahí, como dice Tomás, se ha detenido el tiempo.

Silencio y símbolos heráldicos muestran que otros tiempos anteriores fueron mejores, mucho mejores.

Hoy en día, el silencio se apodera en comunión con un áspero y frío viento de un poblado que cuesta interpretar su existencia en medio de la Nada.

La iglesia y la tienda de velas resultan ser un atractivo, entre otros muchos que no saben anunciarse, para descubrir un rincón maravilloso de nuestra provincia.

Desde ahí y por unos caminos flanqueados por fincas en una nava alargada de norte a sur nos dirigimos hacia el cañón del Ebro.

El pico del Águila y la Mota nos marcan la entrada al Castro con las riscas próximas al portillo para descender al río Ebro y llegar a la altura de la ermita de Nuestra Señora del Ebro.

Buitres sobrevolándonos y abrigos calcáreos entre una exuberante vegetación de roble, encina, madroños y arces nos aseguran el descenso hasta la pista creada para acceder a la hidroeléctrica del Porvenir que río abajo vamos a encontrar.

Junto a ésta se descubren los restos de una pasarela que permitía el cambio de margen.
Una gran riada se la llevó y la Confederación Hidrográfica del Ebro aún no ha puesto remedio. VERGÜENZA.

Sobrepasamos el gran edificio y el transformador de la central para desde ahí, y ya por sendero con bosque de galería y entre restos de carboneras, caminar entre los sorprendentes revoloteos de los patos y alguna garza sobre las aguas del río.

Cabe resaltar que el nivel del cauce es mucho mayor en los meses estivales debido a la apertura que se efectúa en el embalse del Ebro, aguas arriba.
El resto del año son alturas y velocidades del agua más moderadas.

No dejamos de avanzar por la senda en paralelo al río y sobre nosotros, en una imponente risca, se adivinan las tablas del mirador del cañón.
Espectacular.

Así continuamos hasta tomar, a la altura de la Incostura y haber sobrepasado la llegada al Ebro del arroyo Turriente entre grandes farallones por la otra margen, la derecha, un sendero ascendente que nos va a introducir en el poblado de Pesquera.

Casonas blasonadas de indianos y una devaluada iglesia debido al menosprecio de sus habitantes por colocar un punto limpio con contenedores en el lateral del sitio donde se realiza la advocación a San Sebastián visten este estratégico lugar por el que se vadea el río con un impresionante puente por la altura que tiene.

Ruta imprescindible en los senderos burgaleses