PRC-BU 94. Alto de la Mota. Miradores del Ebro hacia Sobrón. Recuenco. Desde San Martín de Don. Arcena. GR-99.

PRC-BU 94 San Martín de Don.

Se trata de una ruta circular espectacular con unos senderos perfectamente señalizados y acondicionados.
En esta ruta vamos a disfrutar de manera continua con todos los rincones
naturales. No hay tregua en este maravilloso rincón de Merindades para disfrutar.

Salimos desde San Martín de Don, junto al monasterio de las Clarisas, actualmente sin uso y de la iglesia de San Martín Obispo, que se encuentra justo en frente del cenobio

Bajamos hacia la Fuente de los 7 caños. Junto a ella se encuentra un lavadero con cubierta y unas mesas de merendero.

Desde ahí tomamos la pista que va subiendo hasta llegar a un recodo que coincide con la intersección de la vuelta que vamos a realizar.
Al subir encontramos un desprendimiento o argayo en la misma pista.
Poco después giramos a la izquierda para llegar por un sendero a la ermita de San Francisco de Asís.
Actualmente se ha recuperado este maravilloso lugar para utilizarse como refugio.
Desde ahí, las panorámicas hacia Tobalina son espectaculares.

Continuamos por la pista y llegamos a la entrada de un sendero cerrado por la vegetación pero bien indicado por el que vamos a atravesar unas hoces impresionantes.
El sendero discurre bien encajado por el barranco.

Así hasta introducirnos en el hayedo que sube con un acusado desnivel y en el que encontramos las Carboneras de San Roque.

Al salir de este bosque cruzamos una pista y seguidamente volvemos a la foresta para toparnos con una charca y más arriba con el collado del Campo Abuzón.

En este lugar se nos presenta la opción de acercarnos al mirador de San Martín desde donde se puede contemplar el desfiladero de Sobrón con el río Ebro como gran protagonista.
Vale la pena el esfuerzo.

Regresamos a Abuzón y tomamos la senda por la derecha en perpendicular hacia arriba con un bosque de encina, boj y pino con mucho encanto.
Así continuamos ascendiendo para luego encajarnos en un pequeño barranco de un hayedo.
Sencillamente maravilloso.

La guinda de esta continua subida es la aparición de un esbelto tejo junto a un pino cruzado a modo de portilla.

Más adelante se llega a un collado desde donde se desciende rápidamente hasta llegar al cruce bien marcado para acceder al Alto de la Mota.
La sorpresa es mayúscula al comenzar este último tramo de la subida.
La culpa de ello es otro tejo, pero éste de un gran porte.
Se halla junto al sendero.
No es necesario marruyear para disfrutar de su presencia.

Continuamos por un sendero marcado y maravilloso.

Antes de llegar a la cima aparecen las peñas de la Mota.
Impresionan.

Cuando se llega a los buzones de un pináculo y de una amanita muscaria se queda uno absorto al contemplar las panorámicas que desde este balcón se pueden disfrutar.
Espectacular.

Regresamos hacia el tejo y de ahí vamos bajando poco a poco entre tenadas como la Muena, el Espinal y Tobejón y bosque de hayas y pinos.

Pasado el Tobejón se desciende por la canal del hayedo con una fortísima pendiente.
Sin tregua en el descenso aparece en un rincón una surgencia de agua llamada Fuente Encimera.
Continuamos así hasta llegar al Corral de los Bueyes.
Este rincón idílico se acondicionó en tiempos de ICONA con un estanque, una fuente con pilón y unas mesas de merendero para recrearse en plena naturaleza.

Seguimos. Una pista nos encamina hasta una gran portilla.
Nada más sobrepasarla nos asomamos a Recuenco.
Se trata de un hundimiento grandísimo de una gran parte del cinto calcáreo que lo contiene.

La vegetación no nos permite descubrirlo adecuadamente, pero se intuye un tesoro natural.

La bajada hasta la pista por donde hemos comenzado la ruta se realiza por la senda de Las Vueltas.
Encantadora.

El castaño que se localiza en la pista sirve de referencia para marcar esta circular.
De ahí a San Martín es un tramo por el que ya hemos hecho y que sirve para rememorar esta maravillosa ruta.

Una ruta top.