Preciosa subida a Peña Blanca y Cagasebo (1588m)

Maravillosa ruta por la Sierra Sur de Jaén.

Iniciamos la ruta en una zona de fácil aparcamiento junto a la cantera del Quiebrajano (de la que sacaron gran parte de los materiales para hacer la misma) justo al lado sale la pista que lleva al CREA y que debemos tomar, iremos rodeados de un espeso pinar. Pocos metros más adelante, dejaremos esta pista para tomar una que nos sale a la izquierda (fácilmente reconocible pues tiene una cadena) por la misma descenderemos hasta el tupido barranco por el que discurre el Arroyo de los Miradores (parece más Galicia que Jaén) y poco a poco subiremos hasta el Puerto de la Senda donde finaliza esta pista.

Hay que tener cuidado al llegar aquí, pues hay que buscar un estrecho y difuso sendero a la izquierda. A nosotros nos sirvió de gran ayuda el gps, por lo que aconsejo su uso.

A partir de este punto, para mi gusto y a pesar de que todo el rato iremos ascendiendo, encontramos la mejor parte de la ruta, pues el sendero se desliza entre un frondoso y variado bosque, que a ratos nos deja disfrutar de maravillosas vistas a las Alcandoras, Grajales, Matamulos, etc.

Desde las sorprendentes cuevas de Yedrón, subiremos a través de un lapiaz (con todo lo que ello supone) y completaremos la ascensión a Peña Blanca, imponente atalaya. Allí, rodeados de un rebaño de ovejas y con un fuerte viento, disfrutaremos de unas fantásticas vistas de la ciudad de Jaén, toda la zona de Otíñar, Alcandoras, el Embalse del Quiebrajano, Grajales...

El Cagasebo se divisa perfectamente y la dura cresta que nos lleva a su cima también, en la misma hay unas piedras que parecen puestas para sentarse y disfrutar del paisaje. A todo lo anterior, añadimos preciosas vistas de La Pandera y la Peña del Altar.

En este punto, decidimos cambiar el track que estábamos siguiendo y tras un ligero descenso atravesamos la llanura que se abre ante nosotros, para llegar a Los Lanchares, un mirador natural al Quiebrajano espectacular.

Puesto que la Fuente de la Nava se intuía a nuestra derecha, bajo los pies de la Peña del Altar, comenzamos un duro descenso por difusas veredas, muchas de ellas de animales, hasta llegar a la misma.

A partir de este punto el sendero es claro y nos llevará en un impresionante descenso, hasta el vehículo, pasando por la aldea de Castañeda.